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-PERO QUE DEMONIOS ESTA PASANDO AQUI- un grito a mis espalda, hace que interrumpa mi sección sexo, con…has se me olvido el nombre pero sé que trabaja para mí en uno de los piso de abajo, miro para ver quién me está interrumpiendo para despedirlo por desgracias es mi nueva secretaria a partir de hoy sique parada en la puerta con la boca abierta, volteo los ojos fastidiado no ve que me está interrumpiendo
Bueno llevo toda la noche con ella, pero igual no me gusta que me interrumpa cuando estoy teniendo sexo, La chica solo trata de taparse por la vergüenza de ser descubierta, a mí me da igual que me veas como dios me trajo al mundo ya que tengo un muy buen físico
-¿Qué creen que están haciendo?- que molesta y ella me mira con desagrado
-Y tú que crees genio- estaba molesto y ella solo tenía esa cara de asqueada como veía que no se iba a ir de la oficina no me quedo de otra esta chica si sabe matar las ganas, me levanto sin taparme - ¿acaso quieres unirte a nosotros? Yo no tengo problema- ella abre la boca de asombro, así que le sonrió y le giño un ojo a ver que me está detallando, ella se da cuenta y se pone roja
Que linda
-Señor kurama esto no es lugar para este tipo de cosas- se cruza de brazos y yo solo me rio
-Que yo recuerde ahora soy el jefe y yo hago lo que se me dé la gana pero no tienes que estar celosa puedes venir con toda confianza – le abro los brazos de par en par, ella solo hace una mueca de asco y se cruza de brazos
-Y según yo recuerdo si yo no le doy el visto bueno a su padre usted queda en la ruina- ahora es el turno de ella se sonreír pero con malicia y la mía desaparece por primera vez siento pena por mi desnudes, suelto un suspiro la miro y recojo una bata y me la pongo recojo las cosas de la chica y se la lanzo en la cara
-Vístete – ella sigue escondida entre la pequeña manta y veo su cara muy roja, cuando veo como mi secretaria sigue parada en la puerta- al menos puedes serrar la puerta para que ella se vista- ella mira a la chica y la mira con odio sin decir más la cierra, yo tomo mi ropa y me voy al baño a cambiarme mientras la chica se viste en la oficina, me aseo, me lavo y visto, cuando salgo ella sigue en mi oficina pero ya vestida- pensé que ya te habías ido- me ciento en la silla y prendo la computadora
-Te estaba esperando, ¿Qué…quería despedirme de ti?- no me tomo la molestia de mirarla pero sé que esta roja
-Bueno hasta luego- una vez dicho eso escucho un sollozo pero no le prestó atención, empecé a teclear unas cosas en la computadora pero escuche como abría la puerta, fue cuando la mire en la puerta esta ella con mi secretaria ¿había estado esperando todo este tiempo? así que me levante para escuchar su conversación aunque no era necesario igual manera lo hice
-Fernanda sé que eres buena empleada pero este no es lugar para hacer esas cosas- ella hablaba con autoridad, mientras que la que vi que se llamaba Fernanda tenía la cara baja y toda roja, ¿tanto miedo da ella? No puedo crees todo el poder le dio mi padre para incluso controlar a sus empleados
-Lo siento mucho señorita haruhi- Fernanda se limpia las lagrimas
-No me importa lo que hagas fuera de la oficina es tu vida pero mientras estén aquí es a trabajar- la mira de arriba abajo con una pose muy intimidante- así que esto que no vuelva a repetir Fernanda o tomare carta en el asusto- ella niega rápidamente
-No por favor le prometo que no volverá a pasar señorita haruhi- vi que se le estaba aguando los ojos, está apunto de interrumpir cuando, haruhi saco un puchuelo y le seco las lágrimas, ella la miro asombrada, esta le sonrió
-Ya ya no llores sí- su voz cambia de autoritaria a tierna y gentil, le empieza a acariciar la mejilla- no vale llorar por una cosa así ni siquiera por ese idiota- me avía llamado idiota, ella era la que la regaño frente de todos pero la sonrisa que le daba, era una que jamás había visto en mi vida- toma llévate esto ve a la sala de descanso tomate un té y 30 minutos para recuperarte después ve a trabajar está bien- ella asiente
-Si señorita haruhi muchas gracias- esta se fue más tranquila, yo me quede viendo la espalda de mi secretaria, la forma en que había reprendido a ella y después la consoló jamás lo había visto casi me hizo pensar cuando mi madre nos regañaba y después nos consentía, ese recuerdo me hizo reír, parece que ella noto mi risa porque se volteo
-¿se puede saber que te causa tanta risa?- pone sus brazos en forma de jarra y yo muevo mis hombros
-Nada, ven entra a mi oficina y cierra la puerta- ella me miro con desconfianza lo que me hizo reír mas- tranquila no te hare nada que no quieras- le guiñe un ojo ella se puso roja y entre en la oficina seguido de ella, se sentó atrás de la mesa y yo por el otro lado, como la mesa era de cristal podía verla toda completa y cuando la vi cruzar las piernas desde donde, estaba se veía realmente sexi asiendo que mi amigo se despierte con sola verla
Me estas matando señorita haruhi, cada vez la veo más linda y su forma de ser tan ruda y segura ase que me guste más, nuca ninguna chica me ha tratado como tu
Haruhi serás mía con seguridad