Era un hermoso día mi primer día de vacaciones, me desperté temprano como de costumbre (tenía que ir al colegio todos los días) me costaría un tiempo dejar de hacerlo, me encontraba aburrida y sin nada que hacer, así que encendí la pc y entre a unas que otras páginas para entretenerme, estaba viendo un vídeo de baile cuando vi una solicitud de amistad de un chico llamado Víctor, no lo conocía pero se veía muy apuesto además no parecía mala persona.
Por un momento me pregunté si la aceptaba, pero me acordé de las largas horas que pasaba en mi grupo de adolescentes de la Iglesia, desian que no era bueno aceptar que personas desconocidas sean nuestros amigos, pero recordé que él chico del piano se casó con una chica que conoció en línea. Volví a ver su foto era muy lindo.
-quién no se arriesga por un chico como éste -no pude evitar reír muy fuerte -este es para mí lo quiero en papel de regalo.
De pronto escuche pasos que se acercaban y cerré la pestaña no quería que se dieran cuenta de lo que hacía porque me ganaria un regaño, habri otra pestaña y retome el vídeo, pero escuche que tocaron a la puerta.
-Nia, Nia estás hay?
-si mami, que quieres?
-sólo pasé porque te escuche hablar, pensaba que estabas dormida.
-ok esta bien, solo estoy en la pc.
-No dures mucho, voy a servir el desayuno, ¿me oiste?
-si mami si - dije en un tono aburrido, no me gustaba hablar con ella.
Después de que mi madre se fue tarde un rato para volver a habrir la pestaña, al fin lo hice vi el perfil del chico tenía muchas fotos lindas (más que yo casi no me gustaban mis fotos) el parecía un modelo de revistas, entonces me aventure a aceptar la solicitud.
Al pasar varios minutos me di cuenta que Víctor estaba activo y pensé en escribirle un mensaje, pero no pude hacerlo porque el sé adelantó, tuve que esperar unos minutos para habrir el chat no quería parecer una lanzada, entonces vi que decía.
-Hola, princesa
Pensé mucho en que escribir no quería parecer una estúpida.
- Hola -fue eso lo único que pude escribir.
-como estas mi reina?
-de donde me conoces?
-de mis sueños
-como así
-todas las noches sueño contigo
-de verdad?
-claro no tengo porque mentir, eres muy hermosa, tus ojos brillantes como una estrella y me encanta tu cabello rizado.
-que lindo eres y gracias por los cumplidos jjjjj
-no son cumplidos es la verdad.
Ya me sentía en las nubes y muy cerca del cielo cuando caí en la dura realidad, me acordé de mi mamá me había dicho que no tardará mucho, debía de estar esperando que llegue al comedor.
Salí corriendo de mi habitación y bajé las escaleras a gran velocidad cuando llegue al comedor mi familia estaban sentados esperando que llegue, mi papá y mi mamá me miraron con cara de enojo mientras mi hermanita se reía su nombre era Nathali pero no me gusta por eso le digo Nati.
Me acerqué a la mesa y fui a mí lugar despacio.
-Nia cuando llegas a algún lugar tienes que saludar -dijo mi mamá esperando que me disculpe.
-perdón ma, buenos días -eso fue lo único que pude decir.
-Nia siempre ha sido así de mal educada , es que se te olvidan los modales, ya tienes 13 años y pareces de 3, no una niña de 3 años tiene más educación que tú, quiero saber que es la que haces en el colegio, - me encogi de hombro, pero mi papá tenía una actitud muy recta -hoy te voy a inscribir en una escuela de verano a ver si puedes tener algunos modales.
-no es justo -dije con un gesto inconforme.
-no lo que no es justo -respondió mi padre con voy de enojo -es que tire todo el dinero que ganamos a la basura, ya sabes hoy mismo vamos a la escuela.
-mami por favor -dije pidiendo clemencia ella era la única que me podía sacar de este enrollo.
-no Nia es lo mejor para ti y lo necesitas -mi madre sentenció con esas palabras, y sabía que no había nada más que hacer.
Después de unos minutos de silencio Nati oro por el desayuno, todos comimos sin decir una palabra, yo había terminado mi comida y me puse de pie.
-permiso puedo subir a mi habitación -dije con sarcasmo, solo para molestar.
Mi madre me dejó subir, ya estaba de camino a las escaleras cuando la voz de mi padre me interrumpió.
- En una hora vengo a buscarte para ir a la escuela.
Seguí mi camino estaba muy enojada para quedarme a responder. Llegué a mi habitación y me deje caer en la cama, pasé un largo tiempo mirando el abanico girar y girar, tenía una estrella hecha a manos, me la había regalado mi tía Elsa, hermana de mi mamá, hace tiempo que no la veía y tenía pensado ir a su casa estas vacaciones, algo que no será posible.