Me delato con solo una mirada, una expresión que no alcanzo a descifrar. Este sentimiento me confunde, me envuelve en una neblina de incertidumbre; ni siquiera estoy segura de lo que realmente estoy sintiendo.
Es como si una fuerza invisible tomara control, comunicando sin mi consentimiento. No hacen falta palabras, ni siquiera el más tenue de los sonidos. Las ventanas del alma, mis ojos, lo revelan todo. Son traidoras silenciosas, mensajeras involuntarias de un torbellino interno.
Observo cómo mi mirada se posa en lo que me inquieta, y sé que en ese instante, sin pronunciar sílaba alguna, ya he sido descubierta. El temor constante es que, en un arrebato impulsivo, esa mirada que hasta ahora ha sido discretamente elocuente, pierda toda contención y grite a los cuatro vientos lo que albergo en lo más profundo de mi ser.
Es una lucha interna entre la necesidad de ocultar y la incapacidad de callar lo que mis ojos, implacablemente, confiesan. Me pregunto si alguna vez lograré descifrar este enigma, si aprenderé a controlar el lenguaje inarticulado de mi propia alma.
By: K❤️🩹
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Editado: 24.08.2025