El joven nunca modificó sus hábitos de don juan, en el colegio tampoco decía tener novia porque se avergonzaba de ella por ser la joven más apocada que había conocido en su vida, tal vez bien podía llegar a ser candidata al convento de Las Carmelitas Descalzas título no apto para una chica nacida en Capital Federal, al joven le convenía que ella sea perfil bajo, pues asi siempre estaria disponible para descargar su virilidad masculina...no por mucho sexo él se quedaba con ella, sino que se aprovechaba y andaba por la vida como a él se le placía.
Muchas chicas del colegio le comentaron a Hilda de las mañas de Ricardo, pero se ofuscaba tanto que terminaba agrediendo verbalmente a las muchachas, a tal punto de aislarse de a poco de su círculo íntimo y de las personas más cercanas, se había vuelto una persona tóxica e insegura dispuesta a bancarse cualquier maltrato de Ricardo aunque es más fuerte para ella, verse abandonada a tener un dolor constante, es decir prefiere pagar el precio día a día por tenerlo un momento a su lado.
Al otro día se despertó con los primeros rayos del sol que entraron por la ventana, se siente apesadumbrada, el cuerpo destartalado y tremenda jaquecas que le es imposible rotar la cabeza con naturalidad, cada vez que le daba por beber terminaba con la cabeza en el inodoro vomitando sin parar.
se gira en la cama para mirar el despertador, eran las dos de la tarde casi muere del susto y gruño: ¡Cómo pude dormir tanto! ¡otra vez faltr al trabajo... tendré que pensar en un en una buena mentira piadosa para salvar mi puesto de trabajo!. En el mes nabia faltado diez días y deberá armarse de valor y ponerse unos tapones en las orejas para no escuchar a la jefa enojada.
Siente sed, sequedad en la garganta, la boca le apesta con aroma a alcohol, entonces se dirige al baño, necesita sacarse la modorra para hablar con su jefa y dar una explicación creíble de sus condiciones de salud, una razón lógica para no presentarse al trabajo.
Trató de evadir el compromiso de llamar a su jefa, pero no le queda otra posibilidad de enfrentar bufo como una bestia agitada y se dirige al teléfono de línea ubicado en un esquinero del comedor donde yacen las evidencias de los muertos de la noche anterior: ¡ qué sea lo que tenga que ser...la suerte ya está echada!.
Disca sin ganas mientras fija la mirada en la pared color blanco opaco:
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Editado: 23.12.2021