Rosa planificó el futuro y en caso de que ella quedará paralítica mandó adaptar su casa, le obsesionaba la vejez aunque nunca se sintió vieja porque luchó contra todo signo o rastro de edad adulta, cada vez que podía le recalcaba a Hilda que la crió con un propósito de que en tiempos donde Rosa ya no pueda valerse por sí misma la extensión de su cuerpo sería Hilda, las palabras de su madre fueron calando en la profundidad de su ser, por más simple que parezcan surgían deliberadamente un efecto positivo o negativo que guardaba en secreto pero nunca olvidarlas.
La vida para Hilda depende de los ojos de su madre, al mundo lo miraba con la visión de Rosa, los temores de rosa la llenaban de inseguridades para trasmutarse a la realidad de un mundo moderno de cambios profundos.
Todo comenzó una noche que soñó despierta ¿que tiene el mundo lejos de estas cuatro paredes? su madre siempre le había dicho que es peligroso alla afuera, cuando fue creciendo su progenitora con una mirada inquisitiva y desconfiada le preguntaba cada detalle durante su estancia en la escuela, le importaba lo que dicen los jóvenes cuando se reúnen, revisaba el cuarto de Hilda sin dejar un escondite revuelto, se encargaba de husmear cada libro por si acaso encontraba cartas de amor para su hija, o bien un diario íntimo, fue la persecución constante de rosa en desmedro de la salud mental de Hilda.
Luego de sonsacarle información como una madre abnegada por el bienestar de su niña, lloraba recordando el sufrimiento atroz de su infancia y de lo perverso qué es el mundo exterior, ambas lloraban y se estremecían en un abrazo, Rosa la miraba fijamente para culminar la oratoria con un beso en la frente, siempre le recordaba hasta el hartazgo como si rezara el rosario:" diciendo la gente es mala debes desconfiar más tontit", ¡yo estoy aquí para cuidar siempre de ti, tus amiguitas son unas bombacha floja, tú las conoces y sabes bien de lo que hablo! Tómate el tiempo y verás de que esas tontas no tardarán en salir embarazadas de esos bailecitos donde se meten ¿dónde están sus padres que no las cuidan? yo no te dejo salir porque te amo y no quiero que alla afuera te pase algo malo, yo me muero sin ti mi pequeña inocente pollita.
Ella Considero que era hora de arriesgarse a experimentar al mundo por sí misma, tener sus propias equivocaciones, nunca se atrevió a decirle a Rosa que muchas veces no concurrió a clase para quedarse en algún albergue transitorio con su novio, de que ella tenía otros planes para su vida y no ser la gerontóloga qué pretendía Rosa en su vejez, sabía que el día que tome tan magna decisión sería una catástrofe en su hogar sea que su madre consideraba que le debía la vida, debía el gasto de la crianza por las dudas se olvidaba se lo recordaba siempre, la causa por la que trajo al mundo (para cuidar a los padres en su vejez), así pagaría a los padres cualquier gasto ocacinado desde el nacimiento hasta su juventud.
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Editado: 23.12.2021