Pero eso era el pasado, debía enfocarse en el presente.
El Sol de invierno brillaba intensamente sobre la ruidosa ciudad, afuera del departamento hay vida mientras ella cree que se muere lentamente.
Decidió bajar corriendo por las escaleras para ejercitar las piernas, una vez parada en la vereda miro para ambos lados y camino algunas cuadras hasta la parada del 22, mientras esperaba el colectivo quedó mirando vidrieras, soñando comprar algunas sandalias, aunque la plata no le alcanza, recordó que desde que Ricardo viene dos horas de visita a supervisar si ella aun esta viva, olvidó dejar el dinero para los gastos.
La pobre infeliz tiene que trabajar el doble para pagar impuestos, es ridículo trabajar tantas horas y que no le alcanza para comprar ni un par de sandalias, ¿ cuándo fue la última vez que estrenó ropa? Tal vez haya sido en la navidad de 1977, miró con atención que de algunos locales salían las mujeres felices con sus nuevas adquicisiones, mientras ella se conformaba con mantener el trabajo para pagar impuestos, entonces para no deprimirse volvió a la parada y observó los autos que tan de prisa van y vienen ¡quien sabe adónde!. Esos chóferes tienen un destino, salen de algún lugar por eso siempre llegan a la meta, pero también se pregunto si son felices haciendo todos los días el mismo recorrido, las mismas acciones por meses, años y mas años, jubilarse y morir y ¿ y que queda de ese ser? ¿qué sentido tiene la vida? si al fin y al cabo somos cosas que las empresas usan, nos sacan la vida y nos descartan,¿ eso es vida ?.
Sus pensamientos no la dejaban en paz, volver una y otra vez cuestionando su vida, que por un momento sintió una necesidad desesperada de tirarse en medio de la avenida Mitre con el semáforo en rojo, en busca de liberación de su maldito cuerpo.
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Editado: 23.12.2021