El día está terminando, le cae una ficha de luz al cerebro y se detiene a pensar que lo único que hizo fue quejarse por todo y de todo lo que existe alrededor de ella, presupone que la noche traerá una nueva sorpresa liberadora para su cuerpo, ella cree al igual que su madre que todo problema de pareja se arregla la cama y cómo es de suponer espera tener una noche pasional y calmar su necesidad sexual. Vuelve a insistir con un llamado a casa de Ricardo, pero aún no han llegado.
No quiere desconfiar de su pareja y la mente le juega una traición poniendo pensamientos de inseguridad, ansiedad y viejos recuerdos aunque se justifica que el le juro de rodillas por lo que más ama (su abuelita) que habia cambiado por ella y ya no es más el mismo patán infiel, esa frase es una frase trillada que él tampoco se la cree Pero sirve para calmar a la crédula de Hilda.
Siempre cautiva en el mismo balcón y en compañía de un cigarrillo y un vaso de fernet con coca analiza una y otra vez su propio razonamiento, saca cuentas una y otra vez y se siente participante de una tabla de categoría de cornudas, sacude la cabeza y cierra los puños mordiendose los labios u salta gritando"del uno al diez, soy la campeona de las cornudas y además la más pelotuda ", atando cabos ese hombre que dormía con ella y le hacía el amor simplemente no era con ella sino con aquella a quien amaba y la lleva presente hasta en sus sueños, ella tampoco da el brazo a torcer prefiere morir a su lado antes que verlo a el feliz, luego de una manera cínica se queja" ¡ hay Dios dormiamos en la misma cama pero no me amaba!.
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Editado: 23.12.2021