Amaia
Después de la siesta que tomé, me levanté de la cama con una gran sonrisa en mis labios.
Desvíe mis ojos hacia él balcón de la habitación y no dude en caminar hacia él. El aire fresco golpeó mi rostro y por inercia cerré los ojos.
-Duncan, Duncan. ¿Qué haré contigo? -susurre aún con los ojos cerrados y una sonrisa se colocó en mi labios.
Cuando abrí mis iris estos se centraron en la extensa piscina que tiene el lugar.
Di medía vuelta para alejarme del balcón y cuando volví a estar en la habitación caminé hacia mi maleta, la abrí y busque hasta que encontre uno de los pocos bikinis que tenía.
Consistía en un bikini de dos piezas de color rojo.
Me desvestí y sin perder más tiempo me coloque el bañador. Tomé mi proctor solar, mi teléfono, y por último mis airport.
-Te haré morir playboy. Te lo juro Duncan Salvatierra.. -luego de decir estás palabras salí de la habitación con una gran sonrisa en mis labios.
Camine por los pasillos de la gran mansión del playboy y todas las excentricidades llamaban por completo mi atención.
Negué con la cabeza y seguí mi camino, pero escuchar la voz de la chica que antes me había recibido me hizo detener abruptamente.
-Estoy segura de que esa mosca muerta solo busca el dinero de Duncan -negué con la cabeza tras oír estás palabras emitidas por Nancy y no dude en acercarme más hacia donde ella se encontraba. -Estoy segura de que le hizo algún especie de amarre porque el señor nunca en su vida miraría a una mujer tan ordinaria, tan poca cosa como esa intrusa.
¡Qué mierda...! No podía creer lo que estaba escuchando.
¿Como esa idiota se atreve a decir que yo estaba detrás del dinero de Duncan? Cuando yo tenía incluso más dinero que el playboy ¿Como podía hablar sin saber?
Cuando iba a decirle y a decir unas cuántas verdades escuché la voz de otra chica.
-Nancy deja de meterte donde no te llaman.. deja que el señor haga lo que se le dé la maldita gana. Si él desea tener a esa señorita que la tenga.. total si resulta cierto que ella solo quiere de él si dinero será el señor que pierda. No nosotras así que concéntrate en hacer las cosas bien y deja tu maldita obsesión por el señor. Estoy harta de lo mismo. ¡YA DÉJAME LA MALDITA VIDA EN PAZ!
Abrí mi boca levemente y forme una perfecta O.
Nancy al parecer la tenía bastante harta de todo. Y con esto me hacía saber la obsesión enfermiza que tenía ella tenía por Duncan. Debía mantener a esta mujer alejada de Duncan por el bienestar mío y de todos. Porque yo no dejaría que esa mujer colocará sus garras encima del playboy.
-Ese hombre será mío, Naira. No importa lo que tenga que hacer.. Duncan Salvatierra será solamente mío. -enarque una ceja y verbalice para mí misma "SOBRE MI CADÁVER" -Si tengo que quitar a esa estúpida del camino lo haré, porque ÉL SERÁ MÍO. A como de lugar Duncan Salvatierra será mi hombre. Te lo juro Naira..
Solté un suspiro cansado tras escuchar el sin número de locuras que había dicho la muchacha, y me dispuse a hacerme hacia donde estaban ellas.
-Señorita Nancy encierre su lengua en una jaula, póngale seguro y desaparezca la llave.. porque no toleraré sus faltas de respeto hacia mi persona y mucho menos hacia mi Esposo -hice énfasis en la palabra esposo y la muchacha llamada Nancy abrió sus ojos como platos. -Si no quiere que la deje de patitas en la calle haga lo que le dije. Porque si no me veré obligada a presidir de sus servicios.
Nancy me miró a los ojos y enarcó una ceja.
-¿Entendido? -ella de mala gana asintió con la cabeza y yo le di una sonrisa. Giré mi cabeza hacia la muchacha que acompañaba a Nancy y está al sentir mis ojos en ella agachó la cabeza. -Señorita Naira, desde este precisó momento será mi asistente así que acompañéme..
La muchacha abrió sus ojos como platos y miró hacia Nancy, quien la miró furiosa.
-Vamos.. -empece a caminar y la chica me siguió de cerca.
-Señorita yo.. -Naira fue interrumpida por la voz de Joshua, quien se colocó a la par de nosotras y coloco sus ojos en mi.
-Si hubiera sabido que me encontraría a semejante belleza hubiera venido desde hace rato. -enarque una ceja y abrí la boca para hablar pero no fue necesarios porque la voz del playboy se antepuso.
Duncan camino hacia nosotros con paso rápido. Y yo estaba más que embobada viendo al playboy porque el condenando estaba más que bueno.
Maldición estaba más que pérdida por ese hombre. Maldita sea..
Cuando Duncan llegó hasta donde nosotros nos encontrábamos sin perder el tiempo y para marcar territorio me beso y para hacer el beso más intenso todavía coloco una de sus manos en mi nuca.
El impacto del beso me hizo quedarme por un momento quieta, sin saber que hacer pero tras pasar un corto segundo después empecé a responderle de la misma manera en que él lo estaba haciendo conmigo.
Ese beso sin duda alguna ha sido el mejor beso que he recibido en mi vida. Pero por ningún motivo se lo diré al playboy porque esto puede ocasionar que su ego crezca todavía más.
Cuando nos separamos Joshua emitió un fuerte pito y varías palabras.
-Por Dios Duncan solo te falta orinarla para marcar por completo tu territorio
-Realmente no lamento decirte que esta preciosura es mi esposa y madre de mi primer hijo, así que puedo marcar el territorio que quiera porque Amaia es mía, legalmente mía.
No negaré que sus palabras me hicieron enojar, exactamente en la parte en que él decía que soy suya. Pero lo deje pasar porque así como él dice a los cuatro vientos que yo le pertenezco así debo gritarlo yo porque no permitiré que cualquier mosca muerta venga a irrumpir en nuestras vidas.
-¿La embarazaste? -pregunto Joshua mirando fijamente al playboy y este asintió. -Tienes mis respetos Duncan.. eres el puto amo.
Rodé los ojos y le di una mala mirada a Joshua.
#855 en Novela romántica
#252 en Novela contemporánea
romance aventura amor juvenil, bebés secretos, romance vaquera bebe
Editado: 20.06.2024