ELÍA DONSON.
—¡Bueeeeenos días!—exclamó Rachel con los brazos hacia arriba y una gran sonrisa encima.—¡Despierta!
¿Por que en esta casa jamás dejan dormir en paz? Si no es mi papá con sus gruñidos, es mi gato maullando o mi mamá o justo mi mejor amiga con sus gritos. Osea no es que me moleste su presencia, bueno solo la de mi papá. Pero la de ellos no, si me van a levantar que sea bonito.
Me tape con la cobija cubriendome absolutamente toda mientras soltaba un quejido y Rachel se sentaba en mi cama tratando de quitarme mi cobija y yo aferrandome como si se tratase de un peluche.
—Si no te levantas en este preciso momento le voy a marcar a ese tal Jett.
Abri los ojos como platos al oír su nombre.
Hija de...
Me quite la cobija rápidamente y vi que tenía mi celular en sus manos y un dedo a punto de presionar un botón muy peligroso.
—Dame ese telefono Rich. —dije firme.
—No, si no te levantas ahora. Además—se levantó de la cama junto con mi teléfono y se recargo en una de mis paredes de mi habitación.—No me gusta que me digas Rich. Así que tienes dos opciones mi querida amiga o te levantas por las buenas o por las malas.—se le formo una sonrisa maliciosa.
La voy a matar...
La verdad es que iba a retarla pero sabiendo como es ella, si que lo haría así que me levante con una mueca en mi rostro y quitando mis sabanas.
—Eso es abuso de poder, querida.—dije irritada.
—No, a eso se le llama negocios. Tu te levantas por las buenas y yo no le llamó a tu amor imposible, negocios. —sonrió de manera inocente.
Puse los ojos en blanco y la mire atentamente, llevaba un vestido de color rosa cálido con unas zapatillas y un maquillaje bastante natural junto con un moño bastante bonito.
—Conociendote, quieres que me levante, me arregle para nada e ir de compras ¿no?—enarque una ceja mientras me tallaba los ojos.
—Si y también porque iremos a ver a tu novio. —dijo sonriente.
—¿Mi novio? ¿De que hablas? Si el único novio que tengo no existe. Literalmente es un personaje ficticio perfecto que ni en un millón de años me haría caso pero sin embargo me encanta. Así que dime ¿Cual novio? —pregunte mirándola a los ojos.
—Pues... Dylan. —se cruzó de brazos
—Ese no es mi novio, que finjo ser su novia públicamente es una cosa muy diferente.—aclare.
—Si ¿Y por eso te escribe esto?—revisó mi teléfono y leyendo un texto.—«Buenos días, novia ¿Como amaneciste? Oye ¿Estas libre hoy? Tal vez podríamos vernos.»—terminó y me miro.
—Okey...—analice y procese lo que me acaba de leer y la miré.—Recuerdame no volver a darte mi contraseña y otra cosa, no pienso ir a verlo así que más te vale darme ese celular para decirle que no podré ir.—le extendi mi mano para que me diera el teléfono.
—Ejem... Ese es el problema.—sonrió inocente como si hubiera cometido una estupidez.—Es que ya le conteste que irías. —sonrió nerviosa.
No la mates, lo hizo con una buena intención.
No. La. Mates....
NO. LA. MATES.
Inhale y luego solté tratando de controlar mis ganas de ahorcarla. La mire y me levante dirigiéndome hacia ella.
—El teléfono.
Rachel me lo dio con miedo y yo mire el mensaje de Dylan y la respuesta que para mí mala suerte ya lo había leído. Así que no había más remedio. Solté un suspiro pesado y me fui al baño a quitarme la Liga que traía en el cabello.
—¿Estas enojada? —pregunto Rachel con arrepentimiento.
—No..
—Si estas enojada, no hay problema. La verdad es que ahora que lo pienso mejor, no debí. —volvió a sonreír nerviosa.—Por cierto... ¿ya te habían dicho lo hermosa que eres por las mañanas?
Me gire paga verla con mi cabello suelto fulminandola con la mirada.
—¿Y a ti ya te habían dicho que cuando llegue el final del día, voy asesinarte? —force una sonrisa.
Ella negó con la cabeza y miro hacia abajo para después cargar a cooky y agarrarlo de escudo.
—No puedes hacerme nada.—miro a cooky.—dile a tu mami que no me haga nada.
Mi gatito solo ronroneo mientras Rachel me volvia a dar una sonrisa nerviosa y yo le cerré la puerta del baño en la cara para bañarme. Tenía que arreglarme para ver a Dylan al cual realmente no quería ver.
Y no era porque Dylan me molestara pero simplemente no tenía ganas de ver a nadie el día de hoy. Hay veces en las que simplemente quieres estar en paz contigo misma. Solo tu.
Después de bañarme me fui a mi cuarto y para mi sorpresa ya había tres atuendos sobre mi cama. A lo cual mire a Rachel que estaba en la esquina mirandome con una sonrisa aún nerviosa. Y es que no podía enojarme con ella porque ahora veo porque lo hace.
Normalmente no hace ese tipo de cosas si no es necesario, solo intenta distraerme para ya no pensar en Jett. Así que solo la mire y sonreí tiernamente, Rachel no era sólo mi mejor amiga, era como una hermana para mi.
—Rachel... ¿Quieres distraerme para no pensar en Jett, verdad?
—Si, pero no solo es eso. Creo que deberías darte la oportunidad de conocer a alguien más, además he visto la manera en como te mira Dylan, es más que obvio que le gustas. —sonrió.
—Si... Hablo la experta en el amor.—ironice con una sonrisa.
—Pues en teoría si. He tenido más relaciones que tu. —dijo orgullosa como si eso fuera un gran logro.
—Afortunadamente soy la amiga solterona.—sonreí divertida mientras agarraba un atuendo y me lo probaba en el baño.—Además en todas esas relaciones la única que terminaba llorando eras tu.
—¡No lloraba! Solo....fingía para que ellos pensaran eso. —protesto
—Ni siquiera tiene sentido lo que dijiste!—termine de ponerme el primer atuendo y salí para verme al espejo.
Era un top tipo camisa con mangas largas que me hacía ver mi cintura bronceada junto con un short color marrón arena que hacia juego con el top junto con un cinturón marrón y tenis blancos.
—Un nueve de diez, a ver ese.—apuntó con su dedo otro conjunto.