Santos Guerreros

- Bien, ya llegamos al parque... ¿Y?- Decía Mike ya bofeado por correr tanto sin parar, aunque ahí no había acabado todo.

-si, si, ahora escucha Mike, ayudanos a buscar una espada, ¡pero para ayer amigo!- .

-¿eh?, ¿una espada?- trataba de entender lo que le haabía dicho la oji-azul.-Acaso alguno de ustedes va a pelear?-.

-Yo no- decía la muchacha sonriendo mientras volteaba a ver a Blake -Pero el si que lo hará- dejando al piel oscura algo aturdido, pues ni el sabía eso.

-¿yo? pero yo...- Antes de terminar la frase, otra explosión, esta vez justo detrás de ellos, se hizo presente causando que los tres se tumbaran al suelo.

-vaya, parece que ya se cansaron de huir. Bien, no pienso repetir lo que diré ¿Dónde esta la espada?- se escuchaba molesto el encapuchado, el cual no los dejaba de apuntar con la tenue luz que ya los dejaría ciego.

- vaya pero que tenemos aquí, ¿Acaso es un hechicero?- se escucho una voz de una muchacha cerca, mas por los arboles no se podía ver a su dueña.

-Eso parece... ¿debería dejar que tu te encargues?- Ahora una voz masculina llamaba la atención de todos los presentes. Justo antes de que alguien pudiera acertas las palabras para decir algo, de entre los arboles salío una silueta la cual lanzó un ataco demasiado rapido para ser visto y preciso ante aquel ser que tanto los había estado persiguiendo.

-¿Pe-pero que?- Decía el nombrado hechicero con un latigo atravesandolo.

-jeje eso fue demasiado facil-.

-¿C-como... como me ha podido atravesar?, a lo mucho me hubiera pegado- Se quejaba el mago.

-hay maguito- decía la chica aún encapuchada -lo que te atraveso fue nada mas y menos que ¡"mimica"!.

-¿mimica?- decía Mike tratando de entender, como el mago, que era lo que estaba pasando.

-¡si!, este latigo puede transformarse en todo lo que desee- decía mientras señalaba atras del mago, dirigiendo la atención de todos los presentes hacía aquel lugar, donde pudieron ver que el latigo tenía un filo de lanza en la punta.

-mal...dita- y siendo esas sus ultimas palabras, el hechicero empezó a volverse en piedra hasta que, una vez hecho piedra en su totalidad, se rompio reduciendoce a nada.

-¡ay!, pero que feas malas palabras, Dios por favor perdona a este hechicero quien vendio su alma a Satanas- Decía la encapuchada mientras sostenia un rosario entre sus manos.

-¿que es lo que tenemos?- Se escucho la voz masculina de antes.

-¿mande?-

-¿es seguro que me muestre?- 

-¡ah!, deja veo- decía mientras volteaba a ver a los muchachos los cuales estaban en el piso aun impactados por todo lo que había pasado -Hay una muchacha que se ve que hace ejercicio, mas que nada pierna; un muchacho alto y con buen fisico- Decía refiriendose a Mike -creo que el es el portador- Decía mirando fijamente a Mike quien se empezaba a inquietar -Y otro muchacho algo sencillo, no parece hacer algún tipo de ejercicio,asi que... yo digo que es completamente seguro mostrarte- Decía volteando de ver a Blake a ver los arboles que se encontraban a su izquierda.

Acto seguido, otra persona encapuchada salto de aquellos arboles cayendo justo enfrente de los presentes, mostrando unicamente una espada espada de dos manos con un agarre lo suficientemente largo que podría sostenerse con 3 manos, con una cruz en el pomo y una peculiar forma pues si bien era una espada, tenia su punta partida en 3 partes.

-Bien, entonces el portador de la espada es....¿el?- Decía la voz masculina señalando con su espada a Mike, el cual apenas podía, junto a sus compañeros, soportar sin desmayarse con todo lo que estaba y había pasado 

-Eso parece- decía la muchacha mientras el lazo que sostenía brillaba y, a la vista de todos, se transformo en una katana con un protector de oro redondo y un agarre lo suficientemente largo que lo convertía en una cuchilla de dos manos.

-¿qu-que?, ¿qui-quienes son ustedes?- Decía Blake mientras daba ligeros pasos para atras

-¿oh?, ¡cierto! no nos hemos presentado, yo empezaré- Decía la muchacha quien lo primero que hizo, fue quitarse su capucha la cual dejo a la vista a una muchacha de piel clara, ojos violeras brillosos y dos largas coletas castañas las cuales terminaban aun adentro de la capucha, por lo cual sacaron rapido la conclusión de que tenía el cabello bastante largo como para no verlo -Mi nombre es Luna, y ya que uno de ustedes es portador de una espada sagrada, es hora de explicar la mia, ¡Espada sagrada del mimetismo y la transformación!- Decía la muchacha muy entusiasmada mientras sostenía su katana cerca de su pecho

-¿mi..mimetismo?, ¿espada sagrada?, ¡¿qué es todo esto?!- Decía Mike ya alterado de todo lo que había vivido

-¿oh?- ahora hablaba el otro encapuchado, quien se dejaba ver. Un joven de cabello negro y ojos ambar, igualmente de piel clara como su compañera. -¿acaso no sabes de las espadas sagradas?-

-¡No!, asi que dejense de palabrerías y expliquen esto- 

-mmm... Luna, no creo que el sea el portador sin haber sacado minimo una conclusión- decía el muchacho soteniendo su nuca

-entonces...¿quien?- decía la castaña