Un Huracan En Isla De Cacia

Apertura

 

 

Y TODO, PARECIA NADA MAS QUE UNA LOCURA DE MEDIA NOCHE…

EL INTENSO ABRAZO CONTINUÓ con un beso más intenso, y Casandra sintió que empezaba a debilitarse. Sus labios encontraron el pulso en su garganta y sus manos aflojaron las puntas de su cabello. Estaba hechizada. Este hombre la tenía bajo su dominio.                                                                    

Y fue cuando Logan buscando a tientas entre su camisola abierta, deslizó una cálida mano alarmantemente a lo largo de la columna de ella  Enojada con su propia debilidad, Casandra liberó un brazo y lo abofeteó en la mejilla.                                                                                                                   

—¡Cómo te atreves... ¡No estoy aquí para que te burles de mí, Logan! ¿Cuántas mujeres tienes que conquistar en una sola noche, antes de meterlas en tu cama y quedar satisfecho? Vuelve a tu maldito barco y déjame en paz.

 

 

                                                             

 

                                                                               




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