Un Huracán para el lobo

CAPITULO IV

La claridad se cuela de manera insesante por la ventana y por mas que me muevo para evitarla siento que alguien maliciosamente ha decidido mover al sol en mi dirección y volverme el foco de sus rayos, lo que provoca que me despierte extremadamente irritada y de mal humor.

  • De verdad que tenías que abrir las cortinas? - le grito malhumorada - cuál es tu bendito problema? - digo estirandome para buscar mi teléfono y lo que logro es irme de bruces e ir a parar directo en el suelo - Es en serio? - me quejo por mi cara adolorida pegada a un piso blanco.

Desde cuándo cambiaron el color y la textura del piso de mi apartamento y lo sustituyeron por baldosas grises de porcelana de mármol pienso mientras me niego a despertar por completo y acarició el piso embobada por el frio que este me ofrece, se siente tan calido en mi cuerpo adolorido que muy bien podría seguir durmiendo aqui.

  • Si ya terminaste en tu misión de consolar al piso vete a dar un baño, necesitamos tener una conversación - dice una voz que no distingo de donde viene.

Me levanto de golpe y tomo lo primero que toca mi mano, y lo uso como arma.

  • Creo que estas muy grande para jugar a las guerras de almohadas, no creo que logres matar a alguien a punta de almohadazos y menos con una tan pequeña? - dice el hombre que tengo enfrente con un tono de burla, y me doy cuenta que efectivamente mi mano sujeta una almohada de esas decorativa.

No puedo evitar detallar a ese Dios griego que tengo enfrente por primera vez y apreciar como esa mandíbula perfectamente diseñada es adornada por un barba impecablemente cortada, su cabello esta correctamente peinado, su cuerpo aunque sentado exuda elegancia y poder y los botones suelto de su camisa me dan la vista a un torso perfectamente delineado, uno que yo toque y disfrute como me dió la gana y ese pensamiento que hace que no pueda evitar dibujarse una sonrisa en mi cara.

El mirar ese pequeño inicio de torso a la vista hace que los recuerdos de lo sucedido anoche empiezan a llegar como una gran estampida de caballos salvaje en pleno galope, mi mente empieza a evocar cada una de las escenas protagonisadas anoche con todo y cada uno de sus pequeñitos detalles, no dejando que nada pase desapercibido.

Esa sonrisa se ensancha a medida que voy recapitulando lo vivido por lo atrevida que me volvi anoche, me había dado el permiso de hacer locuras pero definitivamente la saqué de jonrón, ayer era una mujer muy audaz y con la determinación que tanto me caracteriza pero elevada a la novena potencia, si mi madre llega a enterarse o descubre algo de lo que paso en este lugar, lo usará a su favor y sobretodo jamas me permitira dejar que olvide que no es la única desvergonzado de la familia, aunque se que olvidar cosas en mi no es posible.

Y cuando decido volver a aterrizar en la realidad tengo su pecho justo enfrente y debo subir la cabeza para mirar esos hermosos ojos grises que me hipnotizaron anoche pero que ya no tienen ese tono en su mirada color plomo cuando está cargada de deseo ahora son grises y me miran con cara de fastidio y con el ceño fruncido.

  • Si ya dejaste de comerme con los ojos y poner cara de mujer enamorada, puedes ir y vestirte debo irme - su tono viene impregnado con un tono de molestia pero al mismo tiempo su ego masculino se encuentra inflado como todo aquel que es consiente de los efectos que suele causar en el sexo opuesto.

Pero yo no soy del grupo de gente que seguramente él esta acostumbrado a estar rodeado, de ese que se deja intimidar y menos minimizar, el con su ceño fruncido y su aura de hombre poderoso puede hacer sentir a los demas que es superior a todos ellos y quizás esa actitud le funcione y lo felicito pero no soy de ese grupo. El no es rival para una mujer como yo y estoy dispuesta a demostrárselo, que su superioridad solo existe en su cabeza.

  • Mujer enamorada? crees que una mujer como yo te quiere para algo mas que para una noche de sexo. Enamorada!!! - suelto una carcajada - lo único que estaba haciendo era deleitandome a la luz del día lo que me comi anoche y puedo decir que me gustas mas cuando no se te mira a esa cara tan aburrida y tu boca no se conecta con tu cerebro para escucharte decir idioteces, porque pierdes todo el encanto - le digo dándole mi mejor sonrisa que el responde haciendome señas que vaya al baño - y ya voy mi General - le hago un saludo militar y paso por delante de él completamente desnuda meneando mis caderas en dirección al bañó.

Mi valentia se desinfla al llegar al baño junto con mi aparente seguridad, pero que se vaya a dar un paseo al mismisimo infierno si le da la gana y me tomo a propósito mi tiempo para bañarme y secar muy bien mi cabello, me doy cuenta al secarme de las marcadas visibles que sabia que iban a empezar a formarse, el hombre es un completo salvaje que a dejado mi cuerpo como un mapa mundi con tantas marcas, si la muerte decide venir por mi hoy seguramente los policías y los forenses pensarían que fui atacada por una turba de gente cuando realmente fue solo un hombre.

  • La princesita saldrá algún dia o tengo que llamar al equipo forense para que saque su cadáver - me grita el hombre evidentemente irritado por el tiempo que ha tenido que esperar - algunos trabajamos.

Respiró profundo para no empezar a arrojarle todo lo que hay en el baño, es domingo por el amor a Dios y tuvo una noche de buen sexo y aun así sigue obstinado, en definitivo a ese hombre le sucede algo, tiene problemas psicológicos o es que odia a la humanidad porque sino de que otra forma se explica tanta agresividad.

Salgo envuelta en el paño en busca de mi ropa, que debe estar esparcida por todo el lugar pero para mi sorpresa esta se encuentra perfectamente doblada encima de uno de los sillones y aquella habitación que momentos antes parecía haber sido desvastada por un huracán categoría 5, ahora se encuentra perfectamente arreglada borrando cualquier evidencia de la noche salvaje que allí existió.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.