Un Huracán para el lobo

CAPÍTULO XII

KATHRYN

Abro los ojos y me encuentro en un lugar totalmente desconocido para mi, aunque aun estoy desorientada y tengo lagunas se que este lugar no me es familiar y hasta tengo puesta otra ropa que aunque no puedo negar se siente calida y es mas cubierta que la que traía puesta no es mía, trato de llamar pero mi voz sale como un susurro, al principio me cuesta moverme, puedo notar botellas de agua caliente a mi alrededor y aunque mis movimientos son torpes logro con un poco de esfuerzo jsentarme en la cama, necesito saber cómo llegué aquí y que fue lo que me pasó.

Mientras le doy un tiempo para que mi cuerpo se recupere recorro con la mirada la habitación, esta sobriamente decorada, se denota el lujo en cada uno de los muebles y objetos que se encuentran decorandola pero tiene lo extrictamente necesario, no es impersonal pero no tiene toque femenino alguno por ningún lado, es más práctica y funcional que cualquier cosa por lo que deduzco que esta habitación es la de un hombre.

Me pongo de pie con dificultad y camino lentamente a la puerta, el lugar se encuentra envuelto en un completo silencio solo se escucha la lluvia que cae afuera, pero al menos todas las luces se encuentran prendidas cosa que agradezco porque entre mi torpeza y la oscuridad seguramente sería un caos, así que decido avanzar no vaya a ser que el universo decida otra cosa, camino a la sala en busca de otra u otras personas que pued6a aclarar mis dudas.

Dos personas se encuentran alli, el le quita un vaso y luego se sienta a su lado y la atrae hacia él de manera íntima y ella parece disfrutar mucho ese gesto de amor que él le está ofreciendo porque por un tiempo bastante prolongado los tres nos quedamos totalmente quietos sin hacer ningún movimiento, ni ruido, reaccionó ante la escena que tengo enfrente y decido que no quiero interrumpir ese momento tan de ellos, es una ocasión tan privado e íntimo entre ellos que me siento como una intrusa compartiendo algo que no me pertenece.

Ya suficiente hicieron por mi al rescatarme al traer a una extraña a su casa y cuidar de ella sin saber si soy un peligro como para también terminar saboteandoles con mi presencia esa escena tan romántica que ahora comparten, no quiero romper la magia que tienen en este momento.

Pero antes que pueda volver e irme la veo abrir los ojos y quedarse mirandome por unos segundos y algo que ella le transmite hace que el voltee y ese momento mágico se rompe y mi culpa se eleva por ser la responsable por lo que trato de excusarme e irme devuelta a la habitación pero mi cuerpo aún no responde como debería y mis movimientos son aún lentos lentos.

  • Kathryn - escucho aquella voz tan familiar y me detengo creyendo que estoy fantaseando ese sonido pero al voltear me doy cuenta que no, no fue un truco sucio de mi imaginación, el no es una utopía está allí parado frente a mi y la mujer a unos pasos detrás de el.

Lo quedo mirando y no se como reaccionar y a él parece que le pasa lo mismo porque no quita su mirada de mi y siento que quiere decir algo, parece ansioso porque yo diga algo y le arruine su relación, de verdad que hoy no es mi dia primero soy tratada apenas despierto como una cualquiera por el hombre que le di mi primera vez, mi madre y su nuevo flamante esposo están decididos a desalojarme de mi hogar y ahora como para terminar la noche estoy envuelta en un trio con un hombre que a duras penas conozco pero que no repare en revolcarme con el.

  • De verdad no quise interrumpir, yo solo desperté, no sabía dónde estaba y no había nadie y salí - explico de manera apresurada, fingiendo no conocerlo y rogando al mismo tiempo que la mujer no se de cuenta de lo nerviosa que estoy.
  • Lo que viste... - el trata de explicar, pero siento que en su nerviosismo lo que va hacer es complicar las cosas aún mas.
  • No tienes que darme explicaciones, de verdad - le cortó lo que va a decir rogando que entienda que no tengo intención de decir ni hacer nada para que su novia se entere de lo que paso - Sigan con lo que sea que estaban haciendo y gracias por todo - digo mientras regresó por donde vine.

No se en que momento decidí enredar tanto mi vida, vine a esta ciudad en busca de una vida tranquila, sin sobresaltos y lejos de todo lo que significara problemas y ahora tengo nuchas mas complicaciones que cuando vivía en el pueblo con la diferencia que el 50% de ellos me los he busque yo solita. Menuda manera de encaminar una vid.

No encuentro mi ropa ni el pequeño bolso donde están las llaves del auto por ningún lado y me debato entre salir y volver a encontrarme con otra escena o quedarme aqui y esperar que la parejita de afuera decida venir a verme y ruego porque no sea para tener que darles explicaciones a una novia furiosa.

El esta evidentemente nervioso y los hombres cuando estan en ese estado no hacen otra cosa que meter mas la para hasta el grado de hundirse y por supuesto llevarse a mas de uno con ellos y no necesitó mas dramas por hoy, el cupo para lidear con ellos se agoto cuando cerré la puerta de la que por ahora sigue siendo el lugar donde vivo.

La puerta se abre y me sobresalto, esperaba que vinieran pero no tan pronto por lo que me mantengo sentada en la cama. Uno, porque mi cuerpo no se ha recuperado del todo y dos, porque si me levanto mi nerviosismo va a ser mas evidente y solo me faltará la sentencia de culpable porque las evidencias hablarán solitas por mi, pero solo entra una persona y cierra la puerta detrás de él, haciéndome entender que ella no viene.

  • Gracias - le digo nuevamente - ¿que me sucedió? - le pregunto con toda la intención de desviar el tema a un terreno menos íntimo.
  • ¿No tienes idea de lo que sucedió? - el me pregunta.

Niego con la cabeza en razón de respuesta porque realmente no lo se, todo estaba bien según mis últimos recuerdos, solo disfrutaba de la quietud en que estaba mi mente.

  • ¿Tienes idea lo irresponsable que fue estar allá afuera totalmente desprotegida con esas pequeñas piezas de ropa?- dice el tomando la silla del escritorio y sentándose frente a mi.
  • Yo no me percaté de ello - le digo sinceramente, estaba tan concentrada queriendo salir de casa que no preste atención alguna a las piezas que me ponia y no puedo alegar que desconocia que hoy inicia la temporada de frio.
  • De verdad Kathryn eres tan irresponsable que no mides lo que haces, tuviste hipotermia, pudiste haber muerto por el amor de Dios - dice elevando el tono pero sin gritarme - no puedes andar por la vidapensando que lo que haces no tiene consecuencias.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.