CAPITULO XVII

KATHRYN

El silencio se volvió ensordecedor después de llorar por mucho tiempo, era tan espeso que podía sentirlo aprisionarme, por lo que me forcé a encontrar nuevamente el oxígeno y respirar entre todo el caos que sentia, había sobrevivido a muchas situaciones cuando aun no sabía siquiera manejar unos cubiertos decentemente por lo que me obligué a recordarlo, era una luchadora y mas que eso una sobreviviente y encontraría la manera de volver a poner en orden todo el desorden que era actualmente mi vida.

Me miro en el espejo y puedo ver que algo se rompió en mi dandole paso a una aparente calma que se extiende a mi alrededor, pero eso fue lo que me impulsó a levantarme, no me iba a quedar sumida en el dolor mientras ella seguía decidiendo sobre mi vida, tome mis cosas y regrese a mi apartamento, estoy cansada para conducir pero aun asi lo hice, aunque no quiero encontrarme con mi madre y su nuevo y maravilloso esposo nuevamente decidí que era tiempo de volver, no me iba a esconder mas.

El teléfono seguía sonando, era mi abuelo que seguía llamando pero decidi ignorarlo y solo envío un texto acordándonos reunirnos el lunes a horas del mediodía, si querían hablar debia ser en persona toda está situación empezaba a drenar mis energías y no quería caer en un letargo en este momento, lo había vivido antes. Mi cuerpo se pone en automático, está presente pero es como si yo fuera un espectador de la situación, soy muy consiente de cada cosa que hago pero mi mente se queda en pausa como si estuviera en blanco y solo hago las cosas de manera instintiva.

No me puedo dar ese lujo en este momento primero porque la boda de Adahya es mañana y porque el lunes debo estar en mis cinco sentidos para demostrarle a Maximiliano lo equivocado que está, bajo la pequeña maleta y subo, por la hora todo el lugar está en silencio algo que agradezco, no sabría como lidiar con otro ser humano. Paso la llave y todo esta a oscuras y demasiada ordenado, se nota que han estado mostrando el apartamento y eso solo enciende mi ira.

Voy a mi cuarto, y tomo mi teléfono y decido llamar a un cerrajero para cambiar las cerraduras, no me es difícil dar con uno por internet y me siento a esperarlo mientras me sirvo una copa y planeó mi contrataque, esta vez no estoy dispuesta a ceder ni a dejarme robar mi paz, para eso vine a esta ciudad y voy a defenderla de quien sea, incluso si eso significa enfrentarme a mi madre y a mi abuelo por primera vez, soy dueña de las propiedades que mi madre despilfarro y de las pocas que quedan.

El hombre llega y sin hacer preguntas cambia todo, y al irse es mi momento de descansar, pongo la alarma y ya mas tranquila me voy a la cama, los últimos días han sido de locos. Mi móvil suena y llega un mensaje de un número desconocido

• Volvi al hotel y me informaron que ya no estabas, que habías dejado la habitación. Puedes contar conmigo - decido no responder pero aunque no quiero reconocerlo agradezco sus palabras.

La mañana me mantuvo ocupada, a primera hora el chofer asignado me llamo y me llevo a el hotel donde se hospedaba Adahya y nos arreglaríamos todo el cortejo femenino y la novia, yo era un derroche de felicidad, no había sombra de la mujer de la noche anterior. Entre fotos para el álbum y el brindis se nos fue la mañana.

• ¿Todo bien? - me preguntó Adahya - ayer Maximiliano llamó y me preguntó por ti, me dijo lo del apartamento. Le di tu número - me dice apenada.
• Nada que no se valla a solucionar - le miento descaradamente y la sello con una sonrisa, no quiero que se preocupe - sabes como es mi madre - y le resto importancia al tema - Hoy es tu maravilloso dia y mis pequeños problemas no tienen que robarte la felicidad de boda por la iglesia, hoy solo debes pensar en tu hermoso vestido, tu espectacular esposo y la vida maravillosa que tendrán juntos.

Ella me devuelve la sonrisa y yo le doy otra devuelta de manera tranquilizadora y agradezco que Teresa se la lleve para ayudarla a vestir, me tomo mi copa de un trago y empiezo a vestirme para estar lista para la sesion de fotos, hoy he decidido como dice Shakira "esconder del mundo el dolor bajo la piel, yo se que estaré bien" y salgo de la habitación con mi actitud avasalladora y mostrando esa Kathryn feliz y radiante, dejando a la otra Kathryn triste en el fondo.

Las damas de honor somos las primeras en partir después de como una hora de fotos que fueron solas, con la novia, con las damas y otras tantas que sinceramente no puedo recordar, no voy a negar que disfrute cada una de ellas por lo que al llegar a la iglesia aun estoy contagiada de la complicidad de todas y mi sonrisa sigue intacta pero se congela cuando la organizadora anuncia que la novia ya se encuentra afuera y que mi pareja sera el padrino principal y puedo verlo acercarse a mi como un león en plena casería.

Rebusco una sonrisa que se que se ve mas como una mueca, porque no quiero enfrentarme a él después de como me derrumbe ayer pero parece que el destino tiene otros planes pir lo que evitó mirarle a los ojos y solo tomo el brazo que me ofrece y empezamos con la entrada del cortejo nupcial anunciando que la boda ha dado inició, puedo sentir que quiere preguntar si me encuentro bien pero afortunadamente el recorrido dura poco y cada uno de nosotros toma su lugar aunque puedo sentir que su mirada esta fija en cada uno de mis movimientos decido fingir ignorarla.

Al salir vuelvo a tomar su brazo, empiezan las felicitaciones, por lo que trató de alejarme de él, veo salir a los novios y me dirijo al estacionamiento en busca del auto pero lo veo alejarse y el aprovecha mi desconcierto y que los presentes empiezan a irse al lugar de la recepción y me toma mi brazo y me dirige a su auto, sopesó la posibilidad de resistirme pero eso traerá la atención de las personas que estan a nuestro alrededor y no quiero verme involucrada en nuevos chismes.

• Tu y yo debemos hablar - dice con una preocupación que no pasa desapercibida - te envié mensaje ayer.
• Volvi a mi apartamento - digo sinceramente - y estoy bien - miento - ayer fue una explosión de un cúmulo de situaciones, mi madre se volvio a casar y como escuchaste quiere vender lo poco que queda de lo que dejo mi padre - le digo honestamente porque se que escucho suficiente y no tiene sentido negarlo - pero ya me repuse - le digo fingiendo mi sonrisa tan bien ensayada - ahora vamos a la recepción, no quiero que mi amiga piense que voy a desvivirme, gracias a alguien que fue a contar lo que no debía.
• Yo solo me preocupe - me responde el mientras pone el carro en marcha.
• No es reclamo - le digo tranquilamente - se que estabas preocupado - finjo comprensión para sellar mi actuación.