CAPITULO XIX

MAXIMILIANO

La veo caminar por el pasillo después de lanzar su comentario con marcada frustración al darse cuenta que hoy no podrá volver a su departamento y solo decide desaparecer dentro de su habitación, no hay berrinches ni drama en ella pero me ha hecho saber que no esta conforme, estoy tentado en ir tras ella pero aguanto mis ganas y decido que es mejor no hacerlo y darle algo de espacio para que lo procese.

Doy la vuelta sobre mis talones y vuelvo al estudio, para ocuparme en algo mientras Kathryn acepta quedarse, me siento en el ordenador, reviso la pagina que abrio y veo que tiene una buena estructura en la presentación, donde se especifica de manera detallada lo que ofrece en cada uno de sus servicios.

No puedo negar que sus logros en los últimos años han sido impresionantes, esta creciendo poco a poco y posicionándose en el mercado, miro la imagen que tiene y no puedo evitar sonreír por lo hermosa que es y es mia y esta vez no voy a dejar que se vaya, dejo la distracción de lado y revisó la información que me envió, no puedo negar que está completa y cada uno de sus argumentos no solo estan bien escritos sino que los acompaña una prueba que ratifica lo que dice con hechos basados en investigación certera.

Al final deja recomendaciones de lo que los arquitectos e ingenieros de la región recomiendan que se puede construir con el terreno y definitivamente no es lo que busco para nuestro proyecto, el lugar no soporta el peso de las infraestructuras que queremos y ello hace que me preguntó el interes de Harold en la adquisición del terreno que a la larga solo traera problemas pese a que el valor es menor de lo que supuestamente cuestan las propiedades en esa zona.

Preparo un informe y adjunto la información que ella me envió y se la envío a mi jefe de proyecto para que le envie a los inversionistas lo que se ha descubierto del lugar y programe una reunión de emergencia para empezar a buscar una nueva locación. Hago una llamada para que también se investiguen el asunto con Harold y cuelgo.

Quiero preguntarle que desea cenar, pero apenas abro la puerta y salgo ella esta en la cocina preparando unos sandwiches, no es nada sofisticado pero se ven bastante bien. Voltea al sentir que estoy alli.

• No se a que hora me desocupe asi que prefiero comer primero - se justifica - y te hice uno - me acerca un plato - espero te guste, no es nada sofisticado espero te guste - y me regala una sonrisa genuina por primera vez.
• Gracias - respondo mientras sigo detallandola.

Lleva una blusa de tiras que deja al descubierto el nacimiento de sus senos y una bermuda que aunque no es tan corta me deja ver parte de sus muslos, el cabello aun esta algo húmedo por lo que lo lleva suelto y no tiene maquillaje, la escena que refleja me hace imaginar que se sentiría verla a diario al llegar del trabajo.

• ¿Vas a darle un bocado o a seguir pensando en no se que? - su comentario me trae de vuelta - ¿Y puedo? - pregunta y sinceramente no se de que habla y no puedo evitar que la confusión se refleje en mi cara - ¿No escuchaste nada de lo que dije? - su frustración es evidente por haberla ignorado - No importa dejalo asi - me dice tomando su plato con intención de dirigirse al estudio.

Soy mas rápido y le quito su plato y la aprisiono a mi cuerpo, trata de moverse dándo dos pasos hacia atras y lo único que logra es tener el borde del meson en su espalda.

• No te escuché disculpa, - le digo mirandola a los ojos lo mas sincero que puedo - ¿Puedes volver a preguntar que quieres? - le digo mientras jugueteo con su oreja - en mi defensa me distraje imaginandote tenerte en mi cocina a diario con esa blusa.
• ¿Podemos ir por un vino? - me responde en un tono bajo mientras veo como sus amiguitas se marcan por encima de la tela haciendo que el mio también reaccione ante la escena.

Lo siguiente que hago es que la elevo y la siento en el borde del meson, mientras mis manos recorren sus piernas y ella solo cierra los ojos envolviendome con sus piernas y tomo eso como un si y la cargo llevandomela para mi habitación.

Su piel es tan suave que aun después de haberme descargado en ella no dejo de tocarla y ella ronronea con mis caricias arqueandose a mi toque algo que me vuelve loco.

• Me encantaría quedarme contigo toda la noche pero debo trabajar - dice levantandose y dejándome a la vista su escultural cuerpo completamente desnudo - entra al baño y al cabo de un rato vuelve envuelta en una de mis camisas.
• Te queda bastante bien - le digo.
• Rompiste mi blusa - dice señalando la pieza de tela que se encuentra en el piso rota - y salir a buscar ropa a la otra habitación no era una idea muy atractiva - dice recogiendo su ropa interior colocandosela y saliendo a la cocina.

Me coloco un shorts y la sigo y allí esta devorándose el sándwich que había hecho con esa naturalidad que tanto le caracteriza

• ¿Puedes ir por la botella de vino? Trabajo mejor de esa manera.
• En el estudio hay - le respondo mientras tomo el mio y le doy un mordisco, aunque esta frío sigue conservando un buen sabor - ¿Como creaste tu negocio? - pregunto para entablar una conversación.
• Gracias a uno de los tantos exmaridos de mi madre - responde con naturalidad.
• ¿Uno de los ex? - pregunto.
• Si, mi madre en vez de adoptar mascotas y cuidar plantas hace su labor social con hombres - algo me dice por su tono que ese es un tema que crea conflicto entre ellas - Greg tiene una inmobiliaria para ese entonces era algo pequeña por lo que trabajaba con el después del colegio y el me daba acceso a usar la computadora para mis trabajos como bono extra.
• Debiste dedicar solo a tus estudios - digo meditando en esa información.
• Tampoco fue tan malo me hacian no permanecer en casa - dice restandole importancia - muchas de las habilidades que poseo ahora son gracias a cada uno de ellos y me han servido mucho, además me mantenían lejos de la calle que es probablemente donde hubiera acabado. No todo fue tan malo - repite como tratando de convencerse de aquello - la mayoría solian preocuparse por mi y a su manera me cuidaban - y no pasa desapercibida su deje de nostalgia - Debo trabajar - dice levantandose como quien se arrepiente de haber hablado de mas.