♡ :  CAPÍTULO IV

[POV HYUNJIN]

Me levanté temprano y ví el lindo rostro de Lía descansar en mi pecho, desgraciadamente tenía que levantarme para arreglar a mis hijos.

Salí de la cama con cuidado y me metí a dar una ducha. Al terminar me puse mi común traje que estaba ya listo en mi closet, a Jeongin nunca le faltaba planchar ningún traje mío, siempre era atenta y siempre tenía todo arreglado en casa, en ese momento ví una foto en una caja que estaba abajo de los trajes colgados de Jeongin, me agache y saqué la caja, tomé la foto y ví a Jeongin vestido con su traje de novio junto a mi vestido de traje negro, el que usé en mi boda.

Jeongin estaba sonriendo con su mirada brillosa de la alegría que sentía, yo en cambio me veía como si fuese el hombre más feliz del mundo, eso hizo que mi corazón se oprimiera y volteé a mi lado donde podía ver a Lía dormir desnuda en la cama que nos pertenecía a Jeongin y a mí, ese colchón que tenía casi seis años y fue ahí donde Jeongin perdió su virginidad conmigo, y fue ahí donde llevé a mi amante para acostarme con ella. Cerré los ojos y pude sentir todo ese peso de la culpabilidad encima de mis hombros, abrí los ojos y debajo de la foto que tenía en mi mano había otra foto, era Jeongin embarazado de los mellizos, tendría por lo menos siete meses, estaba sentado en una banca y detrás se veía el mar, él se veía radiante con su embarazo, pero esa foto no se la había tomado yo, ¿quién la tomaría?, abajo de esta foto había otra, y no era la última, habían más , tomé la de arriba y ví a Jeongin en la casa cargando a Jake, este estaba recién nacido aún, en otra foto estaba yo cargando a Jay y pude notar ese brillo en mis ojos cuando miraba al pequeño en mis brazos.

—¿Hyunjin? —llamó Lía sentada en la cama cubriéndose con la sabana, yo rápidamente guardé las fotos y dejé la caja en su lugar, me enderecé y ví a Lía cambiarse. —¿Quieres que haga el desayuno? —preguntó y yo asentí, ella se acercó a mí y me dio un beso en los labios, después salió de la habitación y yo terminé de arreglarme.

Salí de mi habitación ya arreglado y fui a por mis hijos, abrí la puerta del cuarto de Jay y ví al pequeño ya arreglado, le sonreí y el hizo lo mismo.

—Baja a la cocina para que desayunes —le dije y el asintió, tomó su mochila y bajó a desayunar.

Me giré hacia la otra habitación y abrí la puerta, como era de esperarse Jake aun dormía, Jeongin tenía la costumbre de despertarlo a besos, pero esta vez noté que tenía los ojos muy hinchados como si hubiese llorado toda la noche.

Me acerque a él y le comencé a mover un poco para que abriera los ojos, pero él se negaba y se quejaba con sonidos.

—Vamos Jake, se hace tarde para el colegio —ví como el ceño del niño se fruncíó y abrió sus ojos rojos e hinchados.

—¡Vete! —gritó el niño y se cubrió todo con la colcha.

—Jake no me levantes la voz, soy tu padre y me tienes que respetar —le dije muy serio.

—¡Vete!¡Te odio, Te odio! —gritó mi hijo fruncí el ceño, le quité la colcha y ví a mi hijo mirarme con una furia descomunal. —¡Te odio! ¡Tú no eres mi padre y no lo serás! —gritó a todo pulmón y sus palabras fueron como si mil navajas cruzaran mi corazón, miré al niño quien tenía lágrimas recorriendo sus ojos.

—¡¿Por qué me dices eso Jake? ¡Yo soy tu padre y siempre lo seré! —le dije y así sería siempre aunque me separase de Jeongin, el niño negó con la cabeza y su mirada fulminante nunca se desvío de mí.

—¡Tú ya no eres mi padre, prefiero mil veces al profesor Chan que tú! —¿Quién era el profesor Chan?, fruncí el ceño y ví al niño.

¿Qué le pasaba a mi hijo, por qué esta así?

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[POV JEONGIN]

Había despertado en el hospital, el doctor me dijo que me había dado un infarto, no sabía porque, estaba joven tengo 27 años y eso me pone en duda mi salud. El doctor Kyungsoo me pidió que me hiciera unos estudios para ver el por qué me sucedió este infarto, solo que pasaría la noche aquí en el hospital, pero me preocuparon mis hijos, llamé a Hyunjin omitiendo lo sucedido y prácticamente lo obligué para que cuidase de mis hijos hasta mañana.

Me dieron de alta, pero tenía consulta con el doctor, me diría que hay de mal en mi salud. Mi hermana Tzuyu nunca se separó de mí, pero lo más curioso es que el que me ayudó en el parque, el que me sostuvo cuando me desmayé fue el maestro de mis hijos y mi antiguo compañero, el profesor Christopher Bang, él no se separó de mí y estuvo siempre con mi hermana, y se los agradecí mucho.

—Señor Yang, el doctor lo espera —dijo la secretaria saliendo del consultorio, yo asentí y me levanté del asiento, Chan se fue hace unos minutos y solo me quedé con Tzuyu, ella me acompañó a entrar al consultorio y saludé al doctor, tomamos asiento en las dos sillas que estaban frente al doctor en su escritorio y el comenzó a hablar.

—¿Cómo se ha sentido señor, alguna molestia? —me preguntó y yo negué con la cabeza.

—¿Qué es lo que tengo doctor, por qué ese infarto? —le pregunté y el doctor bajó la vista y suspiró, fue ahí ese presentimiento malo que tuve, esa llamada de alerta se hizo presente en mi mente formulando que podría ser.

—¿Tiene algo mi hermano, doctor? —preguntó Tzuyu tomando mi mano y puede ver esa preocupación en sus ojos y pude sentir que también presentía algo.

—Señor Yang —dijo viéndome a los ojos, —En los estudios que le hicimos descubrimos que su corazón es muy débil para resistir emociones fuertes o ejercicios que requieren esfuerzo a punto de agotarlo —dijo y yo le ví con temor en los ojos, eso implica que dejaré de correr todas las mañanas. —Hay otra cosa muy grave señora —esta vez me alarme igual que Tzuyu junto a mí, —Al tener este infarto descubrimos que su corazón es muy débil y delicado, a partir de ese infarto usted tuvo un límite de tiempo de vida, según los resultados tiene por lo menos 8 o 9 meses de vida, al menos que alguien done su corazón —mi vista se nubló ante lo que escuché y en ese momento quise estar completamente a solas para poder llorar.