♡ :  CAPÍTULO X

Era sábado por la mañana, amanecí dolorida del cuello, había dormido incómoda. Levanté la vista y observé a Hyunjin dándome la espalda, se anudaba la corbata roja que llevaba, entonces se me pasó a la mente algo travieso, esta noche cenaríamos los tres: Hyunjin, Lía y yo, y porque no usar un vestido rojo como su corbata, iríamos combinados como los esposos que somos.

Sonreía aún acostada en la cama hasta que la borré al instante que Hyunjin se dio la vuelta y me miró.

—Buenos días —saludó seco.

Su mal humor cambió desde ese día en que según yo lo orillé a irse con Lía, pasé toda la noche llorando en los brazos de mi hermana, ella se quedó dormida en el sillón conmigo.

—Buenos días —le dije igual que él.

Me enderecé en la cama y luego salí de esta, me dirigí al closet y saqué mi ropa del día, unos vaqueros y una camiseta azul como era de esperarse, supongo que Lía se viste mucho mejor que yo, como la verdadera esposa de Hwang Hyunjin, sonreí ante mis pensamientos y Hyunjin me vio con desconcierto desde el borde de la cama.

—Que no se te olvide la cena Hyunjin, los estaré esperando en el restaurante de los Lee a las ocho —le dije y me metí al baño para ducharme.

Debía estar preparado, o mejor dicho tranquilo para esta noche, no quería tener un ataque de nuevo, me duché y luego me cambie rápido.

Fui a ver a mis hijos a sus habitaciones y Jake aún dormía, Jay no estaba así que pensé que estaría abajo con su padre esperando el desayuno.

Bajé y efectivamente los encontré a los dos, ambos estaban en el comedor, Hyunjin leía el periódico y Jay jugaba con su videojuego, sonreí al verlos así.

—Enseguida les traigo el desayuno —les dije y ellos subieron la vista hacia mí al mismo tiempo y luego asintieron con la cabeza al mismo tiempo, evité reír y me retiré a la cocina.

Empecé a partir fruta y las fui poniendo en dos bol pequeños variando las frutas, al último le puse miel y preparé café y jugo para los señores.

Llevé el desayuno al comedor y como era de esperarse Hyunjin dejó el periódico y empezó a comer, yo tomé este y lo empecé a leer, no había muchas cosas que ver.

—Deberías contratar a una cocinera —dijo Hyunjin.

—Si creo que sí —le respondí sin verlo.

—Tu comida sabe rica papi, me va a costar acostumbrarme a la comida de la cocinera —me dijo Jay, yo sonreí con ternura al ver a mi hijo llenarse la boca con fruta.

—Come bien —le reprimí y el solo asintió, se ahogaría si sigue comiendo así.

—¿Quieres que pase por ti? —preguntó Hyunjin y yo le ví ceñuda sin entender.

—No es necesario, llevaré mi auto, asegúrate pasar por ella —le dije y ví como apretó la mandíbula.

—Papi —escuché que alguien desde la puerta me hablaba.

Voltee a ver y ví a Jake con pijama parado en la puerta, su cara aún estaba somnolienta, sonreí y estire mis brazos como diciéndole que se acercara, así lo hizo y yo lo abracé y lo senté en mis piernas.

—¿Tienes hambre bebé? —le pregunté y el niño negó con la cabeza.

—Buenos días, Jake —le dijo Hyunjin y el niño no contestó, Hyunjin frunció el ceño y le vio desconcertado, —¿Qué te pasa, hijo? —Jay rodó los ojos celoso.

—Nada —dijo brusco mi hijo y yo le ví con el ceño fruncido.

—Jake no le hables así a tu padre —le dije intentando que mi voz saliera severa.

—No lo defiendas papi, él no es mi padre ya te lo dije —dijo molesto el niño.

—¿Y quién es tu padre, Chan? —dijo enojado Hyunjin.

—¡Si! —le gritó Jake.

—¡Él no es tu padre Jake, yo lo soy! —le gritó Hyunjin y yo me tense ante la situación.

—¡No lo eres! —volvió a gritar.

—¿Por qué dices que no es tu padre? —le pregunté y Jake fulminó con la mirada a Hyunjin.

—¡Dilo, Jake! —gritó Hyunjin desesperado al ver el silencio de su hijo, fue entonces que al fin habló, pero sus palabras me dejaron helada en mi propio lugar.

—Te ví con Lía en tu despacho, la besabas como lo hacías con papi, te escuché como te ibas a casar con ella y nos ibas a dejar -

Hyunjin al igual que yo no supimos que decir, solo estábamos sentados viendo a la nada y con el aspecto de haber visto un fantasma. El niño salió de mis brazos y a paso rápido se fue a su habitación.

—Él no quiere que te separes de papi —le dijo Jay a Hyunjin, yo lentamente me levanté de mi lugar y fui a la habitación de mi hijo.

—Jeongin —escuché a Hyunjin detrás de mí, yo volteé y le ví a los ojos, —Te juro que no sabía nada —yo solo asentí.

—El niño te vio con Lía, y creo que por eso hizo ese berrinche esa mañana ¿Lo recuerdas? No quiso ir contigo de nuevo al trabajo —el asintió y cerró los ojos.

—Sé que tengo la culpa Jeongin, siempre soy culpable de todo lo que les pasa a ti y a Jake.

—Hablaré con él —le dije y me di la vuelta, subí unos cuantos escalones, pero luego me volví hacia Hyunjin que estaba recargado en la pared con la mirada perdida, —Que no se te olvide lo de esta noche. Intenta no dejarme plantado —le dije y volví a retomar mi camino.

Hyunjin y Jay se habían ido, toda la mañana me la pasé con Jake a quien no le vino el apetito y solo se la pasó en su habitación conmigo abrazándolo, iba a ser medio día y entonces le propuse algo.

—Tu padre y yo cenaremos esta noche, también irá Lía —le dije y el niño no dijo nada, —Quiero comprar un traje bonito para que tu padre vea el hermoso esposo que perdió —le dije y el niño me miró, —¿Me acompañas a elegir uno? —le pregunté y el niño asintió, yo sonreí y no levantamos de la cama.

Recorrimos todas las tiendas en busca de un vestido rojo y tentador para Hyunjin, ya que él llevaría su corbata roja, tendría que combinar con él como el esposo que soy.

Entramos a una tienda de trajes de noche y empecé a buscar el vestido mientras mi hijo miraba al rededor como sintiéndose extraño ahí, mientras veía los trajes colgados en los ganchos encontré uno rojo, escotado de la parte de la espalda y parte de la cintura. Lo tomé y decidí probármelo, llevé a mi hijo hasta el probador y lo dejé afuera un rato.