Un instante en tu mundo [#1]

Capítulo 3: Un nuevo trabajo

Entiendo que ser curiosa nunca fue bueno. De hecho, cuando era pequeña siempre me regañaban y me mandaban a callar por tantas preguntas que hacía al día. Ese fue uno de los motivos por los que tengo una cicatriz en mi frente, puesto que yo quería saber que estaba sucediendo en la casa de atrás y me trepé a un árbol y me caí. Si, sobreviví a la caída de milagro.

Ahora, en estos momentos, está pasando otra cosa por culpa de mi curiosidad. Me estoy pregonandopor qué no me fui de aquel baño en cuanto me lo pidió. Ahora este chico está en frente mío, en mi habitación, mirándomecon inmutabilidad y con una sonrisa que por desgracia me estaba gustando.

«¿Qué demonios está pasando? ¿Cómo entro a mi habitación? ¿En qué momento entro que no me di cuenta? ¿Qué quiere de mi ahora?»

«¡Ay! ¡Deja de hacer tantas preguntas mentales!»

—…Haden, mi nombre es Haden —dice con simpleza.

—¡¿Quién rayos te crees para entrar a mi habitación?! —Hablo enaltecida por la situación—. ¿Cómo entraste aquí?

—Siempre estuve aquí, lo que no te diste cuenta. Tenías una pesadilla al parecer ypues te desperté.

—Si… si tenía una pesadilla, ¡pero eso no es lo importante ahora!

—¿Qué es lo importante ahora?

—¡Que tengo un desconocido en mi maldito cuarto!

—Señorita amargura, no te haré nada por si piensas cosas malas, a menos que eso es lo que quieras.

«¡¿Pero que se cree este engreído?!» Lo pienso y no lo digo.

«No lo sé, pero a mí me gusta»

—Yo debo de seguir soñando. Esto no puede ser real.

—¿Estas afirmando que podrías soñar conmigo?

—No creo que soñaría con un patán como tú, ya me replanteo que esto sea la realidad.

—Pues te lo confirmo, es la realidad.

—Genial, entonces tengo un acosador —comento de forma sarcástica. Aun seguía un poco agitada por culpa de la pesadilla que tuve.

—No soy un acosador —aclara—, o tal vez sí, quien sabe —Me retracto, no aclaro nada—. Que importa, lo impor…

—¡Si que importa! No es normal que un extraño este en mi cuarto y haya entrado de una manera que desconozco.

—Y no es normal que aun sigas en la cama y no me hayas echado a patadas de aquí ¿Acaso te gusta mi presencia? —Encarna una ceja y sus labios se ensanchan, haciendo así que esos huequitos que tenía se le notasen—. Ya debo irme.

—¿Espera, que?

—Se que te gusta mi presencia, pero debo irme ya.

La luz de mi lampara parpadea por un segundo. Las ventanas se abren dejando entrar el frio de enero que aún quedaba, y él ya no estaba. Se había desaparecido como lo había hecho antes. Me levanto de la cama y empiezo a buscar por toda la habitación, no se encontraba por ningún lado. Nunca he llegado a pensar que yo fuese un médium espiritual. No creo que sea un fantasma, o una simple ilusión de mi mente.

De momento tocan a la puerta de mi habitación. ¿Será él? no creo, no lo vi pasar por la puerta en ningún momento.

—¿Cariño, que fueron esos ruidos? —Se hace notar mi madre.

—¿Eh? ¿Qué ruidos?

—Sentí que estaabs hablando algo alterada —habla preocupada.

—No fue nada, tuve un simple sueño, nada de qué preocuparse.

—¿Sabes que puedes contarme las cosas?

—Si, mamá. No fue nada. —Aunque no se si lo lograba, trataba de mostrarme algo relajada. No quería preocupar a mi madre, ya tenía suficiente con los problemas de Darwin.

—Está bien. ¿Ya cenaste algo? Son las once de la noche.

—No, ahorita bajo y me preparo un sándwich.

Mi madre me da un beso en la frente, y se va de mi rincón donde me sentía segura, pero creo que ya no era tan seguro. Me levanto de la cama tambaleándome hacia los lados. Me tranquilizo un poco y ya dejaba de ver doble. Estos mareos eran típicos cada vez que tenía un disgusto.

«—Como los que te doy yo.»

—Si, como los que me das tú.

«—Solo intento protegerte.»

—Me proteges de algo que directamente no existe.

 ***

Luego de prepararme un bocadillo de noche, decido volver a mi cama, no sin antes hacer los deberes que me habíanasignado en la escuela. Antes de subir al segundo piso, me percato de que había unos papeles en la mesita de la sala. Supongo que son del trabajo de mi mamá. De metiche que soy voy y leo la primera hoja.

Sigo sin entender —como todo el tiempo— por qué mi madre no me confió esto. El papel informaba sobre que nos iban a quitar la casa. ¿Tan mal estábamos de dinero? Ahora que lo pienso, había tantas señales sobre el problema que nunca me di cuenta. Si, es algo fuera de lo común que no me di cuenta de alguna cosa.

Arlette recientementehabía estado viniendo tarde del trabajo. Pienso que sea por horas extras trabajando. En definitiva, tengo que hacer algo para remediar o ayudar en esto. No sécómopodría conseguir trabajo tan rápido, y sin que se dé cuenta mi madre. Si ella se entera de esta idea que tengo me daría el sermón de a ti solo te tienen que importar los estudios.



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En el texto hay: misterio, romance, suspenso

Editado: 11.02.2022

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