Un jeque para Emma

Capítulo 29

XXIX. Enemigos disfrazados.

SAMANTHA MÜLLER.

Dos días después.

—Estamos en posición. —escucho a través de mi audicular—. ¿Estás ahí Sam?.

—Estoy afuera. —digo y la línea se corta.

Suspiro viendo por el vidrio polarizado, las flash de las cámaras y los altos ruidos sobre alguna preguntas logran llegar con claridad a mis oidos.

Mi corazón late de forma desbocada, coloco mi mano sobre el, mientras hago el mismo movimiento varias veces.

Abro la puerta para bajar del auto, la gente solo me algunos vistazos sin darme mayor importancia.
Primer punto.
Volver a ser Emma Slater no ha Sido tan mala idea.
Más cuando quieres ver a tus verdugos caer frente a tus ojos.

El vestido negro que decidí usar, deja al descubierto mi espalda, y posteriormente mí muslo derecho.
Camino con mucha elegancia entre la gente, observando las cámaras que se amplían hasta el amplio salón donde se realiza la gala.

Una gala donde Axel y James son los protagonistas.
Un par de llamadas fue el resultado, de que algunos socios quisieran hacer una fiesta, en honor al nuevo presidente y vicepresidente.
Según ellos.

Lo más caótico de todo, es que Asher fue invitado de honor, y a pesar de los insultos el está adentro está noche con Melina.
Los grandes empresarios se encuentran reunidos, muchas de nuestro círculo y demás.

Apretó mi cartera y Camino sobre el largo pasillo alfombrado, sin agachar la cabeza o mostrar algún signo de debilidad.

—Si no supiera que eres tú, ya estuviera coqueteando, es como como si fueras otra persona. —dice Heider por el audicular, sonrió en demasía al escucharlo y no le doy respuesta.

Arrastró un mechón de la cabellera artificial tras mi oreja, divisó la mesa de Asher a lo lejos, y a pocos pasos la Axel, que se encuentra de forma amena dando agradecimientos.
Es un farsante.

Y en la mesa cerca de Axel, está Malik junto a Leylak y sus abuelos.
Se dice que el acto de nombramiento fue en privado, pero los residentes realizaron fiestas y bailes por las calles, en honor a su nuevo gobernante.

Me encaminó hacia donde mi enemigo se encuentra con una sonrisa, y al sentir una presencia cerca, voltea a mirar a mi dirección.

—¿Que haces?. —pregunta Henrik por el audicular.

No contesto, solo formo una sonrisa atractiva que es correspondida por él.

—Señor Reeves. —exclamo con entusiasmo—. Es un gusto conocerlo, soy Emma Slater.

El toma mi mano y deposita un leve beso en el, luchó con todas mis fuerzas para no hacer una nueva de asco y me obligo a mi misma a no mostrar otra señal diferentes.

—Un gusto conocerla.

—Quería felicitarlo por sus logros, es el nuevo vicepresidente de empresas Müller. —comento—. Debe haber sido una tarea difícil llegar hasta allí.

Su sonrisa se ensancha al escucharme. —Todo requiere un esfuerzo.

—Ya lo veo. —musito, y en ello James vuelve a su mesa después de rondas de saludos.

—James, ella es Emma Slater. —.e presenta a James, el me estudia completamente y carraspea para extender su mano.

—James Reeves. —dice de forma amable.

—Un gusto, estaba felicitando a su hermano por todos los logros obtenidos, y me comentaba que todo requiere sacrificios.

—Es una verdad es medias señorita Slater, pero podía seguir explicandoselo en otro momento. ¿Cómo una cena?.

—Es muy directo señor Reeves. —alago con hipocresía—. Pero tengo que retirarme, esperan por mí. De nuevo les doy mis felicitaciones.

Sin darles respuestas me giro y veo a Leylak mirándome fijamente, no dudo en acercarme, y ella abre sus brazos.

—¡Feliz cumpleaños atrasado!, te envié un mensaje hace unos días, sin embargo no has respondido.

Sonrió. —Mi teléfono se dañó, y no tuve la oportunidad de cambiarlo.

—Emma. —el señor Sabbagh se levanta con un semblante un poco sorprendido y preocupado a la vez.

—Un gusto volver a verlo señor Sabbagh. Lo mismo para su esposa. —les digo de manera cortés, y me giro hacia Malik que tiene su mirada puesta en todos mis movimientos—. Felicidades por el nuevo puesto, es un cargo muy grande, pero estoy segura que lo harás muy bien.

Sus ojos son inexpresivos y su semblante duro y tenso mientras se acerca más a mi. —Felices 18. —dice mientras deja un beso en mi mejilla, aprovecho y me susurro. —Querias saber mi verdadera identidad ¿No?, Estás noche sabrás quién soy y espero no sorprenderte.

Dejo un beso en su mejilla, aunque los latidos de mi corazón se aceleran al tenerlo tan cerca, y más aún al sentir su barba picar bajo mis labios.
El traje negro que está usando le da un toque sexy, y muchas mujeres babean, más aún al saber quién es.
Me trago el nudo de mi garganta y me alejo de el, sintiendo como Rebecca, Brionne y el señor Mohamed miran la escena.

—Un gusto volver a verlos. —comento.

—¿Tienes mesa?. —pregunta Leylak—. Puedes sentarte con nosotros.

Niego, aunque no tengo mesa, el show está a punto de iniciar. 
—Estoy por allá. —señalo detrás de mí.

Brionne tiene un gesto enojado mientras paso a su lado, le rozo el hombro y termino de pasar, y con ello salgo hacia la zona de los baños.

—Dicen que hay que tener a tus amigos cerca, y a tus enemigos aún más cerca, pero tú has sobrepasado ese frase.

—Esa es la idea, que se terminen de creer su propia farsa. —susurro.

Veo mi reflejo frente al espejo y luego los cierro, no se cuanto minutos pasan hasta que Heider habla por el audicular.

—¿Donde estas?.

—En el sanitario, ahora que todo a llegado, siento que las fuerzas se van disminuyendo.

Oigo su suspiro. —Este es el primer golpe. —murmura—. No dejes que tú mente se debilite, di conmigo ¡Yo tengo el poder!.

—¡Yo tengo el poder!. —le digo.

—Con más ánimo.

—¡Yo tengo el poder!. —hablo más fuerte viendo mi reflejo.




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