Un Juego de D♥$

Capítulo IV

El viejo terminó de hacer la cena y subió. Se metió en la habitación contigua a la de la chica e hizo lo mismo que antes, cuando escuchó la conversación. Ellos lo habían desobedecido. Habían estado juntos en una misma habitación y pretendían hacer lo mismo por la noche. Ya no podía fiarse de ellos.
Escuchó atentamente durante varios minutos y cuando verificó que la chica estaba sola salió de la habitación para avisarla.

Abrió la puerta tras petar un par de veces y habló- la cena está lista, hay estofado -se quedó en el umbral de la puerta esperando que la chica contestará.

-Ahora bajo -asintió.

-Genial, avisaré a tu compañero. No tardes o se enfriará -dicho eso salió de allí y fue a junto el chico. Repitió el proceso, como si lo hubiera ensayado frente al espejo, pero antes de irse le dijo- mañana, os ruego me aviséis antes de marchar, querría despedirme y daros unas cosas para el camino que esperó os sean de ayuda -habló con falsa petición en su voz.

-Nos iremos temprano, no se si estará despierto... -el anciano lo cortó.

-¡Por supuesto que sí! Yo madrugó mucho, me despierto justo antes de que los primeros rayos del alba se vean -sonrió macabramente- espero que hagas lo que pido -terminó la conversación con doble intención en la última frase y bajó.

Al llegar al comedor, Trazzi ya estaba sentada esperando. Tren se sentó junto a ella y le susurró- quizás sí que nos acompañe a las habitaciones así que espera unos diez minutos y vente -ella asintió de una forma casi imperceptible, algo en aquella casa le daba mala espina. ¿Por qué sería peligrosa de noche? Y..., si los peligros eran reales ¿hacía bien en arriesgarse a salir en la noche solo para colarse en la habitación de su novio? Decidió resolver sus dudas, pero cuando iba a hablar el anciano llegó con una pota humeante de estofado.

-Que aproveche, no he escatimado en cantidad, comed todo lo que queráis -les dijo "amablemente".

Comieron en silencio. No mucho, no se fiaban de él. Esperaron a que terminase de recoger solo por educación y, una vez hubo terminado, se levantaron para seguir con lo que tenían planeado.

Trazzy se acercó a Tren para decirle lo que pensaba sobre las palabras del viejo y lo de salir de noche pero el susodicho la volvió a interrumpir- os acompaño a vuestras habitaciones para asegurarme de que tenéis todo lo que precisáis y que todo esté en orden y ya no os molestaré más -y dicho eso, fue lo que hizo.

Primero entró con Tren, no mucho tiempo, solo unos pocos segundos para que fuese convincente. La que en verdad le interesaba era la chica, sería perfecta para su colección.

Salió y acompañó a Trazzy a su cuarto. Entraron los dos y él cerró la puerta a su espalda, a lo que la pobre chica dio un respingo.

-Y-ya puede irse, todo esta en orden, no necesito nada más -tartamudeó.

El anciano, haciendo caso omiso a sus palabras se acerco a ella- ¿tu amigo no te ha dicho que eres una chica muy guapa?

Retrocedió asustada pero respondió- s-sí, me lo dice siempre que puede y no-o es mi amigos, es mi-mi novio -chocó contra la pared.

-Am... Tu novio. Pues yo creo que no te valora lo suficiente. Si yo llegara a la casa de un extraño no la dejaría sola por muy maleducado que estuviese siendo -le puso un mechón de pelo detrás de la oreja y ella torció la cabeza ante el contacto de ese gesto que tanto la inquietó.

-Bueno, él no es usted y usted no es él -dudó en si añadir algo más. Al final lo hizo- y además se preocupa mucho por mí. Si no fuera por él, ahora mismo yo no estaría aquí -"y casi sería mejor", pensó.

-Debería irme a dormir, ya pasan de las 22.00 y antes os he advertido de que, de noche, esta casa es peligrosa. Que duermas bien -se alejó de ella y salió, cerro la puerta con pestillo. Ella tardó un rato en reaccionar, aunque había oído el ruido del cerrojo echándose perfectamente.

Tenía miedo, mucho miedo, no le gustaba quedarse encerrada en ningún sitio y mucho menos sola en la habitación de un desconocido anciano que se le había insinuado.

Se acercó a la puerta e intento abrirla, lo intentó con todas sus fuerzas, pero no dio. Pensó en Trent, debería haber le dicho lo que pensaba sobre el plan y ahora seria él quien estaría intentando abrir la puerta. Rezaba por que se diera cuenta de que algo iba mal y la rescatara, tenia la esperanza, así que decidió no dormir y esperarlo despierta.

[...]

Habían pasado más de 40' y Trazzy aún no llegaba. Trent estaba empezando a preocuparse así que decidió ir a buscarla. Tenía un mal presentimiento, ¿y si le había ocurrido algo malo a ella y ya era demasiado tarde? Jamás se lo perdonaría, le había prometido cuidarla,  le había prometido que no le pasaría nada.

Abrió la puerta y se asomo para intentar ver algo. Cualquier cosa, un sombra o movimiento sospechoso, algo fuera de lugar, algún punto brillante en la oscuridad que inundaba el pasillo, porque... Estaba totalmente a oscuras, ya que no había ventana en dicho corredor. La única luz que tenia era la de la luna, que entraba a través un ventanuco que iluminaba tenuemente la habitación y tan solo un poco la parte del pasillo en la que estaba su puerta, un pequeño tramo del que apenas se podían distinguir los pocos muebles que había.



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En el texto hay: mundoparalelo, romance adolecente

Editado: 01.06.2019

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