Un Juego de D♥$

Capítulo VI

El repugnante anciano se lanzó de nuevo contra él, y aunque esquivó el golpe, su contrincante no se cansaba de intentarlo. Decidió terminar con todo de una vez porque a ese paso no lograría encontrar a Trazzy cuando saliera.

El viejo volvió a arremeter contra él. Está vez no se movió, sacó la navaja y la abrió justo cuando el gran cuchillo comenzaba a clavarse en su pecho. Soltó otro gemido de dolor pero ya se había acabado. Mientras su contrincante le clavó la punta del cuchillo, él le clavó la navaja entera en el corazón. Estaba tieso, muerto en sus brazos y de repente: nada. Se había esfumado, se había convertido en polvo que ahora se llevaba la leve corriente que había en la casa. Cogió un trapo y se lo puso sobre la herida más profunda antes de desmayarse.

[...]

Con los primeros rayos de sol Trazzy se despertó, pero al no ver a Trent empezó a desesperarse. Se levantó rápidamente y comienzos a andar de vuelta a la casa. Cuando llegó lo vio tirado en el suelo y, por un momento se le paró el corazón. Estaba con los ojos cerrados, sin moverse, en un charco de sangre. Lentamente se acercó a él y se agachó a su lado.

-Trent... Trent despierta por favor -lo ojos le escocían pero hacía un enorme esfuerzo por no llorar, el cual fue en vano ya que Tren abrió los ojos y le sonrió- Dios... Estas vivo... -lo abrazó.

-Sí, sí que lo estoy... Pero, me estas asfixiando... -ella lo soltó emitiendo un inaudible "perdón"- no pasa nada -se levantó y fueron a sentarse al sofá- me alegra que volvieras.

-Cuando desperté y no estaba tuve un mal presentimiento, y ya te dije que volvería a buscarte.

-Lo sé -la besó- ahora ve al baño y mira si hay un botiquín o algo para curar los cortes.

-Enseguida -se levantó y, al no encontrar un botiquín se puso a buscar vendas, gasas, cualquier cosa comento que sirviera para curar las heridas. No encontró mucho, tan solo un par de vendas algo deshilachadas, un bote de alcohol casi vacío, agua oxigenada y unos pocos algodones. Volvió con Trent y le levantó la camiseta para curarlo y cuando empezó, este se quejó de dolor- lo siento -murmuró.

-Eres la mejor novia del mundo, ¿sabías? -eso la hizo sonreír.

-Tú eres el peor novio del mundo -le siguió el juego mientras terminaba de poner vendas.

Él la miró desconcertado, frunció el ceño y preguntó- ¿por qué?

-Porque me das sustos de muerte haciéndome creer que  muerto, me traes a sitio espeluznantes, por no mencionar que intentaste matarme dos veces haciéndome subir y bajar a aquellos sitios de altura incalculable... Y además me mimas demasiado -contestó con falso reproche para, a continuación, sonreír y besarlo suavemente.

-Soy todo un bad boypero ¿no es lo quien os gusta ahora a las chicas? -sonrió pícaro.

Ella imitó el gesto antes de responder- sí, yo no me he quejado, solo te lo he echado en cara, suerte que no sea del todo verdad... -terminó con la cura y se sentó a su lado.

-Como digas que lo falso es que te mimo mucho te dejo aquí, eh... -rió.

-Ni se te ocurra, ¿ves como quieres matarme? -rió también.

-Sí, tengo unas ganas de librarme de ti que no veas... Anda, cojamos la cosas y salgamos ya de aquí, que no podemos perder más tiempo. Además este lugar me da mal rollo -se levantó y cogió dos mochilas y ella lo imitó.

Salieron de la casa por una gran jardín parecía un laberinto y... Es que era un laberinto. Y como en todo, había una criatura cuidando de a uno de los pasillos del enrevesado sitio.

Se perdieron varias veces por aquella marabunta de ramas con verdea hojas y enredaderas interminables hasta que se hizo de noche y vieron un pequeño brillo de luz que iba de un lado para otro.

-¿Tú también lo has visto? -le preguntó Trazzy a Tren.

-Sí, sigámoslo a ver hacia dónde nos lleva -la chica asintió y rápidamente lo hicieron.

Lo perdieron de vista en varias ocasiones, pero al final consiguieron llegar hasta una fuente que parecía ser el centro de todo. Allí había más criaturitas como la que habían seguido y, en cuanto los vieron, todas se escondieron. Internaron pillar alguna para transmitirle que no querían hacerles daño y Trazzy, logró el propósito. Tenía en sus manos a la diminuta criatura que luchaba por salir desesperadamente. Entonces abrieron un candelabro que llevaban y la metieron dentro.

-Por favor no me hagáis daño -habló la cosita con una voz muy aguda.

-Oh... -exclamó Trazzy- no vamos a hacerte daño, solo queremos salir de aquí. Llevamos días sin saber que hacer... ¿Podrás ayudarnos?

-Pero tendréis que sacarme de aquí, por favor -respondió la ninfa muy asustada.

-Esta bien pero no te vayas -la criatura negó de fervientemente y Trazzy abrió la pequeña puerta mientras Trent observaba desconfiado. La pequeña ninfa, en cuanto vio su momento de libertad no se lo pensó dos veces y salió; salió y voló hasta que se escondió en un lugar cercano a los dos sujetos mientras la chica que la había capturado le rogaba que volviese. No quería volver, pero los observaría.



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En el texto hay: mundoparalelo, romance adolecente

Editado: 01.06.2019

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