Un juego de Terror
Ashley está muy emocionada, tiene una fiesta de Halloween, ella, ha estado planeando junto a sus amigos, todo lo que harán ese día, empezarán con una gran fiesta, después seguirán con una visita al panteón para jugar a la ouija, sobre la tumba de un terrible asesino, igual que lo hicieron su entonces novio Derek y otros amigos el año pasado, Ashley no pudo ir con ellos ese día, ya que tenía un terrible resfriado, poco tiempo después se alegró de no haber ido, pues uno de sus amigos murió esa misma noche en un accidente. Poco después Ashley y Derek, terminaron.
Por último, en sus planes estaba dar una vuelta en coche para lanzar huevos podridos a las casas de sus compañeros que detesta. Lo único que a Ashley no le gusta es que Halloween cae en domingo por lo que la fiesta se hace el sábado 30 de octubre, para amanecer en Halloween.
Llegando a la fiesta saluda a sus amigos y después Ashley se sienta a platicar con Rose, mientras beben un poco de alcohol, se escuchan gritos en la parte alta de la casa, todos corren a ver que es, al llegar ven a Derek pálido hablando como loco.
-no lo entienden!, vine para no estar solo, pero, él está aquí, lo vi- dice Derek sin ver a nadie, tomándose su cabello con las manos, en señal de desesperación y prosigue
-el, me está siguiendo, está aquí, ha venido por mí, me va a llevar- Derek comienza a llorar y mira a Ashley
-me va a matar, no juegues Ashley, lo he visto- dice Derek tomándola por los brazos con algo de fuerza, antes de dejarse caer.
-Dios no quiero morir, no quiero ir al infierno, - Derek cae de rodillas llorando
Ashley algo avergonzada no sabe qué hacer, Derek es su amigo y lo quiere, pero, la ha avergonzado delante de sus amigos, ella trata de ser amable y se pone en cuclillas junto a Derek
- ¿Qué te pasa Derek, tomaste de más? - dice una enojada Ashley
-no, no he tomado nada, no he dormido en días y todo es real, Ashley yo jugué a la ouija y junto con unos amigos, abrimos la puerta a un demonio, que nos ha estado siguiendo y los ha matado, por favor no juegues- dijo Derek
Un terrible trueno resonó en la oscuridad de la noche asustando a todos los que se encontraban en la fiesta, Ashley sintió que sus bellitos se le erizaban de puro miedo, miro a Derek está viendo un punto fijo en la ventana, de pronto se levantó y salió corriendo, perdiéndose en las calles.
-pobre Derek, tres de sus mejores amigos, vecinos de él y míos, han muerto en poco tiempo y él ha estado muy mal por eso- grito Alana.
-bueno esto es una fiesta así que a tomar y divertirse- grito Joe haciendo a la mayoría gritar y volver a sonreír con gusto, como si nada.
Ashley trata de olvidar el incidente y se va con Rose, de pronto su alarma suena en su celular, recordándole que pronto serán las 12 am hora de ir a jugar al cementerio.
Ella junto con sus cinco amigos salen de la fiesta, el frio los golpea con fuerza, se sienten las pequeñas gotas de una ligera lluvia y la neblina ha tomado la mayoría de las calles.
Ashley sigue a Rose y se sientan en la parte trasera del carro de Jayden, quien está en el asiento del conductor con Mike en el de copiloto y Joe sube junto a Rose y Ashley, al final llega Sabrina, que se sienta sobre Joe.
Al llegar al estacionamiento del cementerio, el aire se siente mucho más frio, está casi helado, la mayoría va en silencio, la neblina es muy espesa, el viento corre y la llovizna los moja poco a poco provocándoles cada vez más frio.
-Primero entrare yo, para ver que el guardia no este, si todo está despejado, les aviso- dijo Jayden
Jayden sube a la barda, desde lo alto de esta, el, se gira y les sonríe a todos levantando las cejas, y se deja caer hacia atrás, después, se escucha un grito desgarrador.
- ¿Jayden estas bien? - pregunto Ashley
- ¡Jayden! - grita Sabrina asustada
- ¿qué paso Jayden? - grito Rose
- ¡Hey no juegues así amigo! - grito Mike
Todos cruzan la barda, sin importar el peso de sus mochilas, pero, no lo ven.
- ¡BOO! - grita Jayden saliendo de detrás de un Mausoleo, haciendo brincar y gritar a todos, Jayden se retuerce de la risa y Mike corre a golpearlo
-paren ya chicos, Jayden eso no fue gracioso- grita Sabrina
Ashley sigue asustada, mira de un lado a otro buscando alguna sombra, monstruo o persona, ella, no dice nada, pero, verdaderamente, ya no tiene ganas de estar ahí, quisiera irse a su casa, siente mucho frio y su ropa ya está humedecida, el viento corre y le da escalofríos tanto por lo helado que esta, como por los horripilantes ruidos que provoca.
-sigamos es por aquí- dice Joe sonriendo al ver la cara de las chicas asustadas. Mike y Joe van haciendo bromas y gritándole al muerto, a los espíritus o cualquier cosa que logre oírlos.
Rose y Sabrina van conversando sobre la fiesta, sin poner atención a los chicos, criticando a todos e insultándolos con malicia.
Jayden se acerca a Ashley que se ve rezagada y lo mira con curiosidad.
- ¿Qué pasa, porque te me quedas viendo? - pregunta Jayden
-es solo, que me sorprende verte aquí, ya que tu padre es un pastor, estoy segura de que está en contra de estos juegos- dice Ashley tímidamente
-pues exactamente por eso vine, porque todos esperan que sea el niño bueno y caballeroso del instituto- dice Jayden con ironía
-no te enojes, pero, de verdad lo eres y todos te apreciamos por eso- dice Ashley sonriendo
-si lo sé, no quiero ser un rebelde ni hacer maldades o lastimar mi cuerpo tomando, fumando o drogándome, solo quiero hacer algo diferente- dice el sonriendo
-pues la verdad yo no esperaba que vinieras- dice ella
-después de jugar, me voy a mi casa, no puedo lanzar huevos podridos a la casa de nadie, sí alguien me llegara a ver, soy caballero muerto, la verdad les tengo más miedo a mis padres, que a cualquier muerto- dice el, riendo y haciendo reír a Ashley