Un juego mortal

CAPÍTULO 5

 

CAPÍTULO 5

 

La mañana comenzó dando un tremendo giro en mis planes habituales. Con eso me quiero referir a que esta mañana, Harry llegó a mi hogar con la intención de sacarme un sábado por la mañana… planes que tenía planeado irme con unas amigas mías.

Las sirvientas tuvieron que elegir un vestido realmente hermoso para la ocasión, terminé eligiendo un amarillo apagado con un cinturón marrón para que le dé forma a mi cuerpo. Añadí a eso, unas botas marrones altas y decidí irme con el cabello suelto que acompañaba unas flores del color dorado.

Baje hacia la sala, donde él se encontraba. No me sentía muy bien ir a verlo tan temprano, pero supongo que las normas de papá no cuentas horarios, tuve que cancelar a mis amigas por medio de una carta hacia sus casas. El teléfono no era muy común utilizarse.

—Te ves hermosa, Kamila —dijo Harry al verme. Él iba con unos pantalones marrones que acompañaba con una camisa a cuadros de color blanco junto con un sacón marrón, —Al parecer, estamos destinados a vestirnos igual sin que la otra persona se entere.

Harry era guapo, nadie lo podía negar, pero hay algo que no me gusta… tal vez el conocerse con el plan de casarse a futuro para que yo pueda gobernar y sea orden de papá. Me pregunto cómo nos hubiéramos conocidos si no fuera por eso, incluso si no fuera la próxima líder del Reino de Pandora.

—¿A dónde iremos? —pregunto, quitando mis ideas de él.

—Pues… pedí ayuda a una persona de aquí y me recomendó irnos a Artes Pandora, queda cerca

Asentí despacio, era mi sitio favorito de Pandora. Comenzamos a caminar hacia la puerta cuando percibo un aire frío en mis espaldas, doy una observada pero no encuentro nada. Vuelvo a observar al frente cuando soy detenida por Daniel.

¿Ahora que pasa? ¡No hice nada!

—Señorita Kamila, ¿le gustaría venir conmigo?

Observo a Harry que se encuentra confundido, le digo que vuelvo enseguida y camino junto a Daniel, que ahora mira fijamente al frente. Al estar a un lugar adecuado en donde nadie nos escuche, dice.

—Kamila, ten cuidado

—¿Por qué? ¿Pasa algo? —digo preocupada.

—Siempre hay que tener cuidado de todos, nunca lo olvides

Quiero rebatirle, pero me quedo callada al sentir algo en mi corazón, no lo entiendo porque reacciona así cuando estoy con él. Utilizo mi poder disimulado para tapar el dolor.

 —Estaré bien, no te preocupes

Quiero irme, pero soy detenida por el brazo, este se agacha un poco mirándome fijamente. Sus lindos ojos tienen ese brillo que… no, no debería gustarme un chico común y corriente.

—¿Qué haces? Suéltame —digo. Sé que mi curiosidad por él me genera millones de preguntas, pero eso no está en mis planes. Enamorarme de él, claro que no.

—¿Quieres que te diga un secreto?

No digo nada, sólo observo como mueve sus labios formándole una pequeña sonrisa de boca cerrada. Él continua.

—Mis padres sí que querían que me casara contigo…

—¿Entonces por qué dijiste…?

—Eres una niña muy inteligente —dice moviendo mi cabeza delicadamente.

—No soy una niña

—Como digas —dice alejándose de mi espacio, —Espero que la próxima vez te acuerdes de tu infancia

—¿Qué?

—Hasta luego —dice él alejándose hacia otro sitio con total normalidad.

Observo como Daniel se va mientras que yo me quedo quieta, haciendo tiempo. Quiero creer que esto es sólo un juego más, un juego que termina y tiene un fin. No me gustaría volver a jugar El juego de Pandora.

Vuelvo hacia Harry, donde espera dando círculos por toda la sala. Creo que es momento de conocerlo correctamente bien.

 

****

Artes de Pandora estaba algo cerca al Palacio en donde vivo junto a mi familia, siempre las veces que he ido me he pasado buscando respuestas de obras de arte que algún líder ha hecho… algunos comentan que el cuadro rojo con chispas de lo que suele ser tazas fue creado por el líder supremo Angel Brown, familia mía.

Me detengo frente a lo que suele ser el retrato de una chica, esta sonríe en el paisaje en un hermoso paisaje detrás, todo pintado con acuarelas que le dan un toque hermoso. Leo a la persona que lo creo, pero sólo dice C.M.

—Veo que te gusta ese cuadro —dice Harry a mi costado.

—Se ve muy perfecto para ser real

Lo observo con detención, no hay fallas en él. Me pregunto quién es el que hizo este hermoso cuadro, ¿será uno de mi familia?

Voy hacia la señorita que atiende a otras personas, le comento sobre el cuadro, pero me dice que nadie, en realidad, conoce al autor. Simplemente alguien dejó el cuadro en una calle cerca de Artes de Pandora y ellos lo llevaron al mostrador para que aprecien el retrato de la hermosa mujer que aparece. Y que el nombre simplemente lo pusieron por las iniciales que dejó la persona detrás del cuadro. Ahora me causaba más dudas. Tenía curiosidad por quien las había pintado, tuve curiosidad por quien era la hermosa mujer de cabello rosado que sonríe.




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