CAPÍTULO 15
El palacio de Reino Paraíso era un caos. Había muchas puertas en distintos pisos, faltaba poco para que se hiciese de madrugada, por lo que seguí caminando. David buscaba la pieza secreta del líder y yo me estaba cansando de seguir buscando, no tenía sentido verlo cuando lo único que propone es que juguemos.
Fue después de otras horas más, siendo las doce de la madrugada, donde encontré a Harry en una mesa sentado triste. Y luego a Karina detrás de una puerta alejada de la luz.
Les comenté que ya no tenía sentido ver a una persona que ni siquiera mostraba su rostro, que lo mejor sería que me regrese con Harry a Reino Pandora. Ellos aceptaron, pero me dijeron que debía de encontrar a Daniel para que todo acabe, mientras ellos buscaban en otros sitios.
Subí al quinto piso del palacio y comencé a buscarlo. La luz azul se veía aún más por lo que fue fácil verlo en una pared vista a la ventana, me acerqué y me quedé allí.
—He decidido que mejor no vea al líder de este reino
—¿Por qué? —dice él, —Hemos hecho su juego para verlo ¿no?
Me quedé callada, tenía razón.
—Además... —continuo, —Salir del palacio, sería un peligro. Hay gente muriendo afuera.
—Daniel... —dije, él me miró y se quedó callado. Necesitaba un descanso.
—K, no quiero que te pase nada malo. Me preocupas
—¿Y si el líder de este reino es malo?
—Te defenderé —dijo seguro, —No voy a permitir que nadie te toque y si lo está haciendo Harry es sólo de momento... te prometo que así no será. En el futuro estaremos juntos y seré el único que te toque.
No dije nada. No necesitaba decir nada, mi poder me hacía besarlo apasionadamente, agarré su cabello y lo jalé para profundizar el beso mientras él agarraba mi cintura hacia él. Mi corazón y alma le pertenecía, no había dudas.
A Harry no le pertenezco más que en un papel.
A Harry no lo amaba como lo hacía con Daniel.
Daniel es el amor de mi vida y quisiera quedarme a su lado.
—Te quiero mucho —le digo chocando su frente contra el mío. Nos quedamos un rato allí, estaba más segura que Harry tenía que rehacer su vida junto a una persona que de verdad lo amara.
—Soy tuyo, K —dijo él besando mi frente, —Nunca lo olvides, te quiero hasta el infinito
—¿Hasta el infinito?
—Y más allá. Nadie más te va a hacer daño... K.
De pronto, Daniel observa detrás de mi y se queda con un rostro tenso. Observo, pero no veo a nadie, me pregunto que le pasa para que de un momento se ponga como esta.
—Algo está mal aquí —dice él. No puedo hacer nada porque mi poder esta apagado, sino lo hubiera descubierto.
—Entonces debemos irnos ya...
—Creo que tienes razón
Bajamos las escaleras y encontramos a los chicos buscando una pieza. Supuestamente la pieza que tenía David era una parte de la llave de la puerta, por lo que no podíamos salir.
Estábamos encerrados en este sitio.
Entonces fue que nos dividimos en dos: Karina y Harry se iban hacia el primer piso y encuentren algo mientras que Harry, Daniel y yo buscábamos en algunos pisos más arriba.