CAPÍTULO 23
La primera ronda era fácil. Saqué agua y mojé a Daniel con tan sólo un segundo de que él sacara su fuerza.
La segunda se trataba de otra que tenías que juntar aire y fuego al mismo tiempo. Daniel me mostró una demostración que lo hizo perfecto, ahora me tocaba a mí. Moví en círculos mis manos haciendo aire hasta que lo tuve controlado en una, con la otra saqué el fuego y lo uní al aire, dando un maravilloso cielo de fuego. O más bien, un viento con pequeñas bolas de fuego.
—Veo que te han entrenado bien en entrenamiento
—Mi padre sabía de eso, era nuestro secreto
—Te equivocas, era el nuestro. —comenzó a reírse, —Que tú padre te viera molesta fue otra cosa.
Me detuve de pronto. Mala idea porque una bola de fuego cayó en un árbol y esta se comenzó a encender, me quedé con la boca abierta como Daniel iba hacia aquel árbol y con agua eliminó el fuego.
—Ten cuidado, K —dijo deteniéndose frente a mí. Lo observé directamente los ojos, tenía que controlar mis pensamientos.
—¿Me enseñas a hablar en mente? —digo de pronto.
—Hay dos opciones. Una es muy fácil y la otra es como yo lo hago.
—¿Cuál es la fácil? —digo, papá decía que por lo fácil se aprendía primero.
Daniel se acercó y me agarró de la cintura, me jaló delicadamente hacia él y me besó. Esto es inesperado, con su energía me hizo que lo besara. Metió su lengua en mi boca para luego alejarse.
Así es el fácil, pero es por un corto tiempo. Y funciona si la otra persona sabe de tus poderes y en cualquier persona, aunque en mi opinión, te recomiendo que no lo hagas con otra persona.
¿Por qué?
¿Cómo...? ¡Hablé!
Te seré sincero, tu voz en mi mente se ve tan excitante.
Cállate.
Sólo digo, siempre te seré sincero y directo.
¿Eh?
¡Uy! Se te acaba el tiempo. Ya sabes, si quieres hablar de nuevo conmigo, mi boca estará bienvenido
Que fastidio.
Nos vemos mañana, Andrea te mostrará tu habitación.
Pero...
Ah, y gracias por venir que sin supieras de mi existencia. Me siento feliz de volver a verte, novia
¿Novia? Ay ya no hablo con él.
Daniel comienza a irse, pero lo jalo y lo beso un poco más. No era lo que quería hacer, pero quería aprender a hablar. De pronto escuchó una tosida a mi costado y me separo de un Daniel risitas.
Debo irme, traviesa.
Aún no he acabo, no te vayas.
¿De besarme? El apodo "traviesa" si te queda muy bien.
¡A eso no!
—Venía a mostrarte la habitación en donde dormirás... —dijo Andrea nerviosa.
¿Entonces qué, traviesa?
¿cómo es que "novia"? ¿Era tu novia?
Lo éramos hasta que me fui del Reino Pandora. Hasta lo que sabía, lo sigo siendo porque nunca nos separamos de manera formal, pero ahora estás casada con el idiota.
Se llama Harry y no sabía de tu existencia.
¡Oh sí que sabías! Pero un imbécil te eliminó tus recuerdos y te dejó lo que te convenía. Y para mí, siempre será El Idiota.
—¿Kami? —dijo Andrea.
—Ah sí, quiero conocer mi habitación.
Nos vemos luego, traviesa
No me llames Traviesa. No me gusta.
Pero a mi sí, incluso me gustas tú. Adiós, traviesa.
Que no me llames... ajj. Observé a Daniel que comenzaba a reírse mientras me miraba como me estaba yendo, el muy gracioso se creía que podía llamarme así, que equivocado estaba.
—¿Entonces quieres que te llame Kami o...? —dijo Andrea, llevándome hacia la habitación.
—Ahora me llamo Azora, mi energía me lo puso...
—Azoro significa cielo azul ¿me equivoco?
—Sí. Me recuerda a como morí...
—¿Moriste en el cielo azul? —dijo extrañada.
—Morí en brazos de mi primer amor en el amanecer, cielo azul
—Vaya... pero ¿no que Daniel era tu primer amor? Para él siempre lo has sido.
Cierto, Daniel fue mi primer amor, pero no lo recordaba en ese entonces.
—Bueno... es una larga historia.
—Te cuento un secreto —dice abriendo la puerta de mi habitación... dentro del Palacio, —A él todavía le sigues gustando, lo digo porque ha habido muchas chicas que se le han propuesto, pero siempre se ha negado.
Ya veo, es eso. No digo nada y ella ríe bajito.