CAPÍTULO 36
Después de nuestra conversación, tuve que prometerle a Connor que no me iba a ir del Palacio. Era mi promesa para que me cambiara de habitación y que Daniel también durmiera en otra habitación. Todo ya estaba planeado, íbamos a irnos a Pandora, algo me olía que estaba en algo malo.
Era la mañana siguiente cuando abrí los ojos, la enorme luz de la ventana alumbraba el hermoso día, ¿cómo? Este lugar es muy oscuro para que aparezca luz. Me levanto de la cama y veo afuera de la ventana a Daniel trepado en un árbol haciendo una luz con su energía.
—¿Qué haces? —digo entre risas.
—Tú no estás acostumbrada a la oscuridad, eres la líder de Pandora y ese lugar es puro sol... —dice acercándose con cuidado a mi ventana.
—No era necesario, puedo adaptarme...
Abro más la ventana para que pase, me da un susto al ver que por casi se cae por hacer un salto a la nada. Daniel se acerca un poco más a mí y sin decir nada, me planta un beso en los labios.
—¿Y eso? —susurro.
—Un beso.
—Eso lo sé... ¿Qué fue ese beso? ¿Qué significa?
—Que no temas de nada, todo va a salir bien y que te amo desde que nos hicimos novios
Sonrío, no esperaba su respuesta tan sincera y tan... directa. Pero algo me mandaba a que mis sentimientos ya no sean tan igual como antes, en esta vida son Azora, la chica que quería vengar al amor de su vida... no pensaba que ir por ello me revelara que sería realmente Adara, la chica que fue creada por alguien con el hecho de cuidar Pandora y que mi primer amor fue Connor o bueno, Elián.
Los recuerdos de Kamila vienen a mi mente, ahora entendibles. De como mi camino tenía que cruzarse con la de Connor, del porque siempre le tenía esa curiosidad de saber de él o de como me enamoré de él. Nunca me jaló a enamorarme, simplemente fue nuestra energía que ya conocía del otro quien nos juntó.
La vez que Kamila conoció a Daniel y fue su mejor amigo, del como él sin querer descubrió mi secreto y lo escondió. Del aprendizaje de mi padre y del gran amor que le tuve a mi primer novio.
O la vez que Harry llegó dispuesto a casarse conmigo, de como tenía un plan detrás pero que cambió luego de que le dijera que quería irme a su reino, ahora todo lo entiendo tan bien.
—¿En qué piensas? —dice Daniel.
—En lo que puedo llegar a hacer ahora que recuerdo mis vidas pasadas, aunque algunas son muy dolorosas...
—Eso significa que tienes más poderes de las que crees, Azora
Lo observo de pronto, no esperaba escuchar mi nuevo nombre en su boca. Se escucha tan lindo.
—¿Qué dijiste?
—Azora es un nombre bonito, aunque Kamila también lo es
Me acerco a él y lo beso. Él me responde y me besa apasionadamente, me agarra del cabello delicadamente y yo de sus brazos. En un momento siento que Daniel me muerde el labio mientras me lleva a la cama y me tira despacio sin quitar el beso.
—Esto... no estaba en mis planes —dijo Daniel entre jadeos y besos mojados.
—Mmm... yo... tampoco
Termina de besarme y me quita la chaqueta negra que tengo, él procede a quitarse la camisa tan bonita que ahora no quiero verlo más. Cuando se la saca, veo sus músculos bien hechos, tampoco tiene tantos, pero con lo que tiene me basta.
—¿Puedo...? —dice Daniel mirando mi blusa. Asiento y él procede a quitármela.
Es nuestra primera noche juntos, jamás lo he hecho con Daniel, tal vez esto hubiera pasado mucho más antes si Connor no lo hubiera mandado hacia su Reino para liderar cuando sus padres murieron. Del como los mató, nada de eso hubiera pasado si hubiéramos sabido la verdad.
Daniel era perfecto, era el chico ideal que necesitaba en mi vida. Aún me quiere cuando sabe quien soy realmente, aún cuando sabe que realmente mi primer amor es Elián. Simplemente lo amo.
Cuando acabamos, Daniel se recuesta a mi costado entre jadeos, estamos cansados y no tengo ganas de irme a levantarme, tal vez eso le molestará mucho a Connor, pero no me importa tanto, lo que le hizo a Kamila no tiene solución... y conmigo, Adara, pues allí sí es un problema.
Son las mismas personas. Me digo y me maldigo.
—Mañana nos vamos a Reino Pandora, ¿cómo te sientes?
—La verdad no lo sé... —digo cerrando los ojos, pensando en algo bonito que hablar.
—Esto fue... maravilloso
Abro los ojos y lo observo, él me está mirando con una sonrisa coqueta. Jamás lo había visto tan lindo, sonrío y me recuesto a un costado para mirarlo como él lo hace.
—¿Así...?
—De verdad, fue maravilloso
—Ah...
—Para ser sincero, nunca imaginé estar así contigo —dijo riéndose, —Pero ahora no sé si podré estar sin ti, eres una adición que acabo de cometer
Comienzo a reírme bien alto, eso hace que ocasione eco en la habitación, seguramente en todo el Palacio. Daniel me tapa la boca entre risas pequeñas.