CAPÍTULO ESPECIAL
La burbuja poco a poco desaparece, me seco las lágrimas y veo a mi padre con el cuerpo de Connor en brazos, no dice nada, pero tira el cuerpo como si fuera basura. Me arrastro hacia el cuerpo, ya sin vida, de Connor. Tiene un cuchillo en el estómago, el mismo que hizo para matarme o romper la burbuja.
Su cuchillo.
Nunca había querido a una persona como lo es, tampoco es que tengo las fuerzas para actuar a la broma, no puedo simplemente levantarme como si nada. No puedo. Veo a mi padre mirarme serio y entonces veo a Daniel detrás de él.
No quiero perder a nadie más, utilizo mi poder junto a cuchillo y para apuñalarle, pero me agarra del cuello tan solo doy un paso a él. Si debo morir ahora, que sea ya. No me importa nada, Connor ha muerto.
¿Vas a dejar que te mate?
Escucho la misma voz que antes estaba en mi cabeza hace un buen tiempo. Observo por todos lados y respondo a la nada.
Connor ha muerto.
¿Y?
Lo mejor es que me vaya…
¿Y dónde queda Harry, Daniel, tus amigas… yo?
¿Tú quién eres?
Tu creadora, la que sigue todavía con vida. ¿Aún con eso te piensas ir?
¿Mi creadora?
Si los voté de la casa es porque no me gusto que mis dos hijos fueran novios, ¿están locos? ¡Los crie como mis hijos!
Pero no fuimos nunca hermanos
Da igual, yo pensaba que si… que importa, gracias a ti, puedo comunicarme contigo. Sé bien cuando uno muere y entonces sigo rezando para que vivan y sigan. Mi intención de un inicio era para que me protejan, pero luego supe que lo mejor es no ser egoísta.
¿Qué?
Creo que olvidas para que fuiste creada, Adara
Tal vez sí, pero no me importa. Nada me importa.
Pero los sentimientos de Kamila siguen allí y ella no quiere que mueran sus amigos, tampoco Azora que aún no ha vivido su vida como es. Lucha, da paso por paso, siempre lo difícil es más divertido.
Mi mente viaja a los recuerdos antiguos, en donde sólo estaba Connor y mi creadora, sólo en una casa. Felices sin darnos cuenta, lo grandioso que fueron esos momentos.
A veces no nos damos cuenta de lo felices que fuimos hasta que lo perdemos. No te pierdas en esa depresión, Adara. Eres grande y sabes como derrotar a El Gigante.
Mis manos tiemblan, mi padre me aprieta más el cuello, trato se casar fuerza, pero me es imposible.
—Nunca estarás sola, traviesa —dice Daniel detrás, con las manos a punto de tocar a mi padre. Cuando lo tiene, este me suelta y vuelvo a respirar con normalidad.
Pensé que le había pasado algo, mis dobles ya no estaban porque mi energía no estaba tan bien por lo que agarré el cuchillo largo del suelo y lo levanté llenándolo de energía. La única que tenía, comencé a correr y lo apuñalé directamente en el corazón.
Por Connor.
Por mi primer amor.
Por ser mi familia sin que supiera.
Por todos a los que sufrieron.
Para todas mis versiones de mi yo fracasando.
Meto más la cuchilla en su corazón y este gruñe, le duele, pero no significa que le duela como yo lo estoy haciendo. Daniel sigue con las manos en la cabeza de mi padre lleno de electricidad y a la misma vez enfriando su mente.
Caigo al suelo, mi rostro tiene algo de sangre pegada pero no me importa, ya nada importa. Sólo acabé, al menos por un rato, con El Gigante. Es fuerte y matarlo es difícil.
Daniel se me acerca y me agarra de las mejillas, tratando de quitarme la sangre del rostro. Se ve tan lindo, aunque ya no tenga el traje blanco impecable, sino sucio de polvo y sangre.
—Te dije que iba a volver pronto, perdón por no llegar temprano —dijo él mirando mis ojos.
—¿Dónde estabas?
—Tenía que salvar a los otros… ya no tenían fuerzas….
—¿Harry?
—En alguna parte ayudando a los cansados… —dice riendo, —No sabía que su único poder era sacar flores rojas de la mano. Pensé que no serviría, pero… si que sirve, Connor supo para que cosa utilizar a su hermano
—Medio hermano, hermanos de madre.
—Oh… ¿Y Connor? ¿Dónde está mi rival?
Me quedo callada, no puedo procesar todavía su muerte. Daniel se da cuenta y sólo traga saliva mirando hacia otro lado.
—Perdón
—No te disculpes…
—Espero que haya servido para algo su muerte, me agradaba, aunque era mi competencia contra ti…