Un juego perdido

Capítulo 10: Aylen

Vicky
Casandra abre y cierra la boca sin decir palabra alguna, yo sonrío mirándola, tiene miedo, se nota, me levanto de la silla con cuidado y observo su oficina, es linda

— ¿En serio lo mataste? — la miro cuando habla

— Claro que no, no seas estúpida — la veo respirar con tranquilidad — ahora dime, me venderás esas acciones o tendré que buscarte más secretos sucios?

— Papá fue quien me puso aquí, hizo un trato con Alex, si me voy se molestará — asiento, eso ya lo sabía

— Hablaré con ese hombre al que llamas padre, no te preocupes

— También piensas amenazarlo?

— Te sorprendería todas las porquerías que ese ser tiene escondidas — ella bufa— hay algo que no entiendo hermana querida, por qué si hiciste de todo por tener a Alex le pones los cuernos?

— Hace mucho que Alex no me mira como mujer, somos enemigos más bien, me odia y necesito cariño, no es mi culpa, es tuya— me señala y mi sonrisa se borra— el tonto te ama de verdad

— Mandaré al abogado de la empresa, te pagaré bien esas acciones — salgo de su oficina, creí que me sentiría bien al hablar con Casandra, bueno, al amenazarla, pero todo lo contrario, me siento peor que antes y escuchar de su boca que Alex me ama me hizo sentir horrible

— Socia— Mike toma mi brazo— ya te vas?

— Cuando me sueltes si— miro la mano que me agarra, él ríe y me suelta

— Ya terminé con Clara, ¿cuándo es la cita? — sonrío mirando sus ojos negros, es guapo, de eso no cabe duda

— Creo que antes deberías hablar con Alex y luego si quieres seguir, tendremos esa cita— asiente dudoso

— Tuvieron algo no? Fueron novios? — se queda esperando una respuesta que no estoy dispuesta a darle

— Habla con Alex, digo, ¿está vivo verdad?

— Si, está vivo, bien golpeado, pero vivo, pensé que no te interesabas por lo que no te importaba

— No quiero que muera — me encojo de hombros — nos vemos mañana Mike, llega temprano por favor

— Como jefa eres un dolor de cabeza— dice entrando junto a mí al ascensor

— y aún no has visto nada Mike

—¿Si te invito a un helado se considera como cita? — lo miro, está sonriendo

— Si me llevas a la casa sería mucho mejor

— Y tu auto?

— Hoy vine en taxi— asiente y toma mi mano, alzo una ceja

— Pues te llevaré y hoy mismo hablo con Alex, quiero ya mi cita— sin poder evitarlo sonrío

★★★
Alex
Miro a Oliver correr detrás de un balón de fútbol, hace ya tres días que salí del Hospital, no he vuelto a ver a Vicky, pero no olvido ese breve beso que nos dimos

— Entonces? no me dirás la verdad?— miro a Mike cuando habla

— No fuimos novios— respondo al fin la pregunta que lleva días haciendo

— Puedo salir con ella entonces o te molestaría?— sonrío, claro que lo odiaría bastante

— Si ella acepta puedes— su sonrisa se amplía

— Aún creo que te enfadarías

— Si ella es feliz jamás me enfadaría— me pongo de pie— Mañana vuelvo a la empresa Mike, espero todo haya ido bien en mi ausencia, solo recuerda, hay cosas que Vicky no debe saber

— Lo tengo claro Alex, no soy tonto— asiento y entro a la casa, saludo a Isabella y voy directo a la habitación, ya es hora de volver a mi casa

Temprano llego a la empresa y todos se sorprenden al verme, claro, casi estuve muerto, pero bueno, ya pagué mi deuda con Alessandro así que espero que no me moleste más. Voy directo a la oficina de Vicky, pero al entrar a esta, ella no está aquí, resoplo y entonces veo a la niña jugando en una esquina, me acerco a ella

— Tu mamá donde está?

— Mamá me dijo que no hablara con desconocidos— me dice la niña sin mirarme mientras juega con una muñeca, sonrío y me pongo a su altura

— Soy Alex Park, dueño de esta empresa— me mira— ves? ya no soy un desconocido— forma una pequeña sonrisa

— Soy Aylen

— Es un bello nombre Aylen, sabes? si hubiera tenido una hija le pondría así — sus ojos se iluminan, es igual a su madre y sí, si hubiera tenido una hija, creo que sería como ella, bella como su mamá

— En serio? ¿Crees que es lindo?

— Es hermoso, yo nunca miento— le guiño un ojo y se ruboriza, río

— No tienes hijos? — niego y recuerdo que por mi estupidez perdí a la mía

— Entonces, donde está tu mamá?

— Fue a por café — me pongo de pie

— La buscamos Aylen? — le extiendo mi mano y ella acepta sonriendo, su tacto me hace sonreír sin poder dejar de mirarla

— Suelta a mi hija Alex—dice Vicky entrando a la oficina— aléjate de ella— hace que la suelte— no te quiero ver cerca

— Vicky

—  acaso no te das cuenta de que dañas todo lo que tocas? — sus palabras me dañan, miro a la pequeña que nos mira a ambos

— Jamás le haría daño

— Lo haces sin darte cuenta, no te quiero volver a ver cerca de mi hija

— Mi empresa no es una guardería, qué hace ella aquí? — le guiño un ojo a la pequeña

— Es mi empresa también — se encoge de hombros — no encontré a nadie que la cuidara

— ¿Podemos hablar a solas Vicky?

— No tengo nada que hablar contigo, así que por favor, sal de mi oficina — abre la puerta, yo camino hacia esta, pero me detengo antes de salir

— Aylen, fue un placer conocerte— me sonríe, Vicky me empuja y lanza la puerta, un centímetro más y me hubiera dado con esta

Voy a mi oficina y comienzo a trabajar, pero esos preciosos ojos verdes no salen de mi cabeza y cuando levanto la vista de mi lapto ahí la veo, sonrío ampliamente

— ¿Te perdiste pequeña? — la niña se acerca un poco a mi

— Me aburría en la oficina de mamá, ella solo trabaja y bueno, ahora estaba hablando con un tal Mike—asiento escondiendo mi enojo y me acerco a ella

— Te escapaste supongo

— Quería conocer tu empresa

— tu mamá se va a enfadar cuando se de cuenta de que no estás en donde deberías

— Si, lo sé — sonrío hipnotizado con sus ojos— mamá no te quiere, le caes mal

— Para tener tres años eres muy inteligente Aylen— la niña niega

— No tengo tres años— frunzo el ceño— tengo cuatro, casi cinco me gusta decir— mi sonrisa se borra y trago en seco, ¿podría ser? miro con detenimiento a la niña

— Estás segura?

— Soy inteligente — dice mostrándome cuatro dedos, formo una pequeña sonrisa, si esta niña tiene en verdad esa edad, quiere decir que es.. no, no puede ser, podría Vicky esconderme algo así? podría ella ser mi

— Aylen — Vicky entra echa una furia a mi oficina y aleja a la niña de mí— no vuelvas a hacer esto Aylen, me has asustado por Dios

— No le grites — me mira

— No te metas Alex, es mi hija y te dije que te alejaras de ella o

— ¿Es mi hija? — se calla al escucharme y me acerco más a ella— ¿Es nuestra hija?




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