Un kilo de amor ¡por favor!

Capítulo 2

Connie

 

—¡Me quiero morir! —exclamé al tirarme en la cama rendida, luego de volver del estudio jurídico, no podía tener tanta mala suerte.

—¿Por qué lo dices? Ya solucionaste lo del embargo —tomé la almohada que reposaba en mi cama y tapé mi rostro.

—Sabes que hubiera preferido hacer un trato con mi peor enemigo, antes de hacerlo con ese cavernícola sexi —me destape el rostro y mire a Elsa con cara de pollito mojado triste.

—¿Cómo? Explícame eso de sexi —blanquee mis ojos al ver que le importo mas lo bello que es, pero bueno quien le puso ese calificativo fui yo.

—La parte que es un cavernícola es peor que su belleza, prefiero al trajeado amargado que a ese energúmeno —dije enojada.

—¿Connie que paso? Obviemos la parte que es sexi y cavernícola —me consultó y le comenté todo lo que sucedió.

—Ya ves porque es un hijo de fruta —me senté en la cama y desee encontrar un príncipe de Egipto que pague mis deudas, no me importaría ser la tercera o séptima esposa.

—Wow si que tienes razón, pero bueno lo importante es que ya tienes una solución.

—¿Una solución? A este paso tendré que vender mis órganos en el mercado negro o crearme una pagina para pasar mis nudes, tengo bastante carne que vender —dije en broma y Elsa largo su risa.

—Discúlpame no quise reírme, pero tienes cada ocurrencia —se levantó de la silla en donde estaba sentada y busco su bolsa, de allí sacó un papel y me lo extendió.

—¿Qué es? —consulté curiosa al tomar la tarjeta.

—Agencias Nanny, la mejor de la ciudad…

—Lo de las nudes era broma —respondí sinceramente al no entender que podría hacer en una agencia.

—No es lo que piensas, Nanny es una agencia que busca el trabajo ideal de acuerdo con tus referencias, solo debes entrar en la página que figura al dorso anotarte y listo, en menos de 24 horas ya tendrás el trabajo que buscas, es mas ¡Mira! —me mostró su solicitud en su móvil —Ya envié la mía y tengo entrevista esta tarde, ya que ese horario elegí para el empleo, te toca ahora a ti hacerlo, obviamente por la mañana así tenemos cubierto el día en la pastelería.

—Eres un ángel Elsa, no se como pagarte todo esto —tomé sus manos y fui sincera con mis palabras.

—No me agradezcas, que una mano ayuda a la otra, además no olvides que nunca me cobraste renta, si sabes que te quiero como si fueras mi hermana.

—Yo igual, ahora me pongo hacer esto —tome mi móvil para hacer la solicitud.

Ingrese en la página desde el ordenador de mi computadora y llene el formulario, no tenía mucha experiencia en otros trabajos y me postule en cuidado de niños y cocinera, aunque en eso último no era muy buena, pero si lo era en pastelería, no creo que la comida salada sea más complicada, di enviar y al instante me llegó una notificación al mail, de que tenía cita mañana en la mañana con la coordinadora de la agencia.

—Wow que rapidez —dije en voz alta, busqué pluma y papel para anotar la dirección y hora exacta, no quería llegar tarde a mi cita y dejar una mala apariencia en cuanto a mi responsabilidad horaria.

El día se había pasado rapidísimo, eran las nueve de la noche y recién cerrábamos el local, en realidad trabajé esta tarde sola porque Elsa fue a su entrevista con la coordinadora de la agencia de empleo.

Al día siguiente mi alarma sonó cantando la canción de Luciano Pereyra, Eres perfecta, amaba esa canción y sobre todo al cantante, no había mejor manera que iniciar el día con su hermosa voz y cantándome, aunque eso no lo hacía para mí, pero me imaginaba que así era.

Me levante rápido de la cama y deje que la canción suene hasta el final, mientras me acompañaba con su música me preparaba para este día, al salir del baño fui al closet y elegí el outfit adecuado para la entrevista, me puse primero mis pantimedias negras, luego me coloque mi camisa rosa chicle y un pantalón verde, me subí en mis zapatillas rosas a juego con el pantalón, mi cabellera rubia la deje suelta, solo me hice una pequeña trenza como si fuera una corona, me maquille y perfume, tome mi gran bolso rosa guarde mi agenda, pluma, celular y monedero.

—¡Estás radiante! —me halaga Elsa al verme bajar a la cocina de la pastelería, ya que se conectaba con la casa.

—¿Tú crees? No es mucho rosa —dude un segundo, pero amaba este color y no podía no combinarlo con otros.

—Es perfecto, ahora ve que se te va a hacer tarde —me acompañó hasta la salida, pero me volví en mis pasos y busqué una dona para comer en el camino.

—No quiero que me baje el azúcar —dije y sonreí.

—¡Están recién salidas del horno! —me advirtió para que espere y no la coma caliente o me va a hacer doler la panza.

—La llevaré aquí —señala una caja de donas —Ah y prepárame cuatro más para la coordinadora, no puedo llegar con las manos vacías —ella hizo rápidamente el pedido y lo tome, antes de irme la saludé con un beso —¡Deséame suerte! —grité al salir, camine a paso apurado hasta llegar a la estación de bus, se tardó unos diez minutos hasta que llegó, subí pagué mi pasaje y me senté en un lugar vacío, mientras miraba las calles de la ciudad, rezaba por dentro para conseguir un buen trabajo rápido, necesitaba mucho el dinero, no podía perder mi pastelería, luego de quince minutos baje en mi parada, camine una cuadra más y llegue a la agencia Nannys, al ingresar me pidieron mis datos y me hicieron pasar a una recepción en donde una asesora me atenderá, mientras esperaba miraba las manecillas del reloj moverse, mi paciencia había empezado a acabarse y mire la caja de donas, en ese momento la ansiedad me invadió por completo, debía comer una, pero escuche mi nombre y tuve que dejar mi cita con el azúcar para más después.

—Por favor, Celina, toma asiento —me dice la asesora muy amable y así lo hago, su oficina es pequeña pero acogedora.

—¡Muchas gracias! —le respondí amable y ella comenzó a teclear en su laptop.

—Discúlpame un momento que descargue las propuestas que conseguimos para ti —luego de unos segundos la máquina de imprimir comenzó a hacer ruido y largo dos hojas, la asesora se levantó de su lugar y tomó los papeles —¡Listo! Ahora si podemos iniciar —ella volvió a su asiento y comenzó a leer los informes que tenía en sus manos.



#2319 en Novela romántica
#834 en Otros
#281 en Humor

En el texto hay: comedia, amor, babysitter

Editado: 29.05.2022

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.