Benjamín estaba frente a su propia computadora, contemplando no solo una hoja en blanco, sino una cantidad de varias ventanas con otros documentos abiertos llenos de notas viejas que había hecho. Incluso tenía algunas notas en papel pegadas alrededor.
Coloco sus manos en el teclado y que quedó inmóvil.
El tiempo paso, quizá una hora pero no había logrado escribir nada, distrayéndose con sus notas, releyéndolas o corrigiéndolas.
— ¡Mierda! ¡No recordaba que fuera tan difícil!— Se quejó restregando su rostro.
Se tuvo que levantar de su lugar para terminar dando vueltas por toda la casa, viendo sus trastes que termino lavando, viendo algunas de sus figuras, las cuales termino limpiando con sumo cuidado y viendo la comida de su refrigerador, optando por prepararse un sándwich.
Debido a esto último, termino ensuciando su camisa, por lo que fue a bañarse porque pensó que eso también ayudaría a que fluyeran las ideas.
De nuevo, se sentó frente a la computadora.
Había comenzado a escribir, usando una de las ideas que tenía en las notas pero tras un par de párrafos pequeños, termino borrando todo, incluyendo la idea de la lista pues no le gusto para nada. Pensar que era la idea que más le convencía hace solo unos segundos.
— ¿Cómo diablos le hace Nicolás?— Se restregó su cabello.
Volvió la vista a sus notas y comenzó a buscar alguna que le gustara de verdad. Ya no debía pensar en que funcionara, si no en algo que de verdad le motive para escribir y que no lo haga sentir como un chico con delirios de grandeza, justo como sus dos párrafos anteriores ¿Hace cuánto escribió esas ideas? Debía ser un niño o un adolescente… O un adulto muy raro.
—No son malas pero ya no me inspiran nada…— Aseguro para sí mismo mientras se colocaba un paño frio sobre los ojos. Otra distracción.
—“No siempre es tan fácil”— Siempre le decía Nicolás.
Quizá ahora termine de entenderlo.
—No, pero aun así, ahí estabas, trabajando— Eso habría sido una gran respuesta pero si lo decía en voz alta, Nicolás terminaría creyéndoselo. No era el escritor con el mayor ego que había conocido pero tarde o temprano sale un poco de eso y él mismo lo había visto en él. Todos los escritores odiaban sus obras pero también llegaban a amarlas mucho.
—“¿Por qué no haces algo que te guste?”
Esa era siempre la salida de Nicolás, hacer algo que le guste, pero él siempre regresaba a escribir ¿Qué sentido tenia eso? ¿Volver a escribir cuando estabas bloqueado de escribir? ¿No era ser masoquista? ¿O un vaquetón que no quiere trabajar en realidad con lo que debía trabajar? Nunca lo termine de entender.
—“Tarde o temprano debo enfrentarme al papel, bueno, al documento…”
Supongo que no estaría mal tomarse un descanso, por lo que se levantó para ir a la sala y poner una serie.
La serie fue bastante disfrutable, y pese a que no logro encontrar una idea, al menos se sintió más relajado. Quizá la termine para comenzar mañana, ahora sí, un poco más fresco que ahora.
Oh no, se volvió Nicolás.
Una notificación llego, entonces la reviso, abriendo un poco sus ojos— ¿De verdad? ¿Días antes de la entrega final? Quizá el cambio de editor de verdad era necesario…
Eso solo lo hizo sentir raro, aun así, no pudo evitar leer el capítulo. Seguía siendo una historia que conocía y quería ver si…
Pero se detuvo, poniéndose de pie mientras continuaba leyendo, haciendo una que otra mueca, entonces bajo el celular y se quedó mirando a la nada— Imposible… No, no es imposible pero… Estoy casi seguro de que…
Se dejó caer en el sillón, apretando un poco su celular.
—Ya no… importa ¿Verdad?— Se dijo a si mismo pero no pudo evitar volver a mirar la pantalla.
Al día siguiente.
—Fue un gran capitulo el de esta semana— Fue lo primero que dijo Bianca cuando llego a la casa de Nicolás. Paso casi sin esperar la confirmación de este— Aunque admito que se sintió raro ¿Sabes?
— ¿Raro?— Nicolás se mostró confundido, sin apartarle la vista mientras se sentaba donde siempre.
—Sí, si, como que me falto algo, pero fue bueno, no me malentiendas. Supongo que los editores son más importantes de lo que pensé, a lo que quiero llegar es que si se resiente— Bianca se encogió de hombros, consciente de que no pudo convencer a Benjamín para volver como su editor.
—En términos generales, lo son ya que no solo soy un apoyo general para el autor, siendo quien organiza a veces las ideas, esto tomando en cuenta lo que dicen los lectores. En general no me gusta mucho esa forma de trabajar de la editorial, parecemos una revista de manga pero también es verdad que en general no se meten mucho con la trama y solo dan consejos que o se toman o no… Y claro, la parte de las faltas ortográficas o la sintaxis de las oraciones.
—Ya veo— Bianca se quedó pensando en eso.
—Aunque no lo leí…
— ¡¿No lo leíste?!— Bianca se mostró perturbada.
—Me refiero a tras la edición— Nicolás se mostró avergonzado— La verdad es que no me gusta leer cosas que ya publique, porque sería buscarle errores o párrafos u oraciones que pude escribir mejor.