Un libro para mí

Capítulo 1

¿Por dónde empezar?

Bueno, por el principio supongo, pero no iré tan atrás sólo al punto donde inicio

….

Tiempo atrás

 

Cursaba 4to semestre cuando una pandemia amenazaba a todo el mundo, se creyó que en cuestión de meses volveríamos a la escuela, pero esa historia ya la conocen perfectamente, ni volvimos a clases, ni la situación se tranquilizó, en cambio, se extendió cuanto pudo, los casos aumentaron y los hospitales se llenaron, muchas actividades se vieron restringidas, una de ellas fue la escuela la cual se mantuvo en línea, fue un pesar porque los maestros no estaban preparados para enseñar de esa manera y mucho menos los alumnos para aprender con esas condiciones y entre los limitantes que habían era que no todos tenían la disponibilidad para tomar el año de esa forma y debido a ello hubo muchas bajas e incluso deserciones en las universidades por el estrés causado y por sentir que no estaban aprendiendo lo que deberían, ya que muchas carreras se vieron limitadas en el área práctica y se fue todo más a lo teórico.

Entre todo eso sucediendo existían personas escépticas a la situación y no ponían el mínimo esmero en cuidarse, por lo que caso tras caso se iba añadiendo a la ya larga fila de positivos.

 

Adaptarse para unos fue fácil, pero para otros no tanto, cada uno tuvo su propia experiencia, donde bien pudo conectar con su yo y administrar tiempo para hacer otras cosas de su gusto como hobbies, ejercicio o bien cada día le fue difícil.

Sin duda la rutina de los estudiantes era entrar a clases, recibir tareas, hacer tareas, mandar tareas, hacer proyectos, hacer exámenes y así continuamente cada período, algo estresante y donde la ansiedad se asomaba, sobre todo por mantenerse en casa y solo en casa, ya que era lo recomendable. 

Para mi no fue desagradable estar en casa, aunque a veces la tarea me sobrepasaba y no salía de mi cuarto, trataba de hacer ejercicio y cosas que me gustaban para distraerme, como dibujar o pintar, o solo escuchar música haciendo la tarea de mis materias favoritas. 

Creo que lo que más calma me generaba era el no tener que preocuparme por llegar a tiempo a la escuela, siempre atenta a todos a mi alrededor, a caminar rápido y vigilar que nadie me siguiera o tocará en el transporte público, y es que a veces la gente aunque se diera cuenta no hacía nada. 

Recuerdo una situación cuando tenía 16 como si hubiera sido ayer. 

Iba tarde al colegio, ya me encontraba en la esquina de la calle sobre la cual se encuentra el colegio, así que decidí dirigirme a la base de taxis para tomar uno y llegar rápidamente, sin embargo, no había ninguno disponible, así que sin más empecé a caminar a paso veloz y si en el camino me encontraba con un taxi libre le haría la parada. 

Pasaron unos minutos y vi a uno acercarse, me dispuse a hacerle la parada, me vio, pero me dijo que iba a lleno, así que sin perder más tiempo seguí caminando por la calle de aspecto tenebroso por la mañana, había poca luz porque algunas lámparas de la calzada no funcionaban, hacía frío, llevaba un pantalón de mezclilla y una sudadera grande negra, la mochila hasta las posaderas y sujetando cada asa. 

Mientras caminaba iba repasando mentalmente los temas del examen que tendríamos en la primera clase, cuando de pronto me distrajo el pitido de un carro, volteé y era el taxi que anteriormente había parado, me estaba indicando que me subiera y amablemente le dije que ya NO, pero GRACIAS, debido a que ya estaba más cerca de la escuela y ya no tenia caso. 

Insistió tanto y me empezó a seguir el paso con el auto, no quitaba su mirada de encima de mí, me riba de arriba abajo, me entró pánico y siguió insistiendo, por los nervios de no saber que haría si no me subía, subí en la parte trasera aun con su insistencia de que subiera en la parte del copiloto, no le dirigí palabra, aunque el no dejaba de hablarme y decirme cosas. Estaba atenta en que no se desviara, regañandome por haberme subido y no correr, pensando en que hacer si algo pasaba, afortunadamente cuando llego frente al colegio se detuvo y rápidamente abrí la puerta, y le pregunté cuánto sería con rostro serio, mientras buscaba con la mirada si se encontraba el policía de la caseta, mismo que ya no estaba debido a que ya había cerrado la puerta, cuando le pregunté al conductor cuanto le debía, solo me miró de arriba debajo de manera perversa que me dio tanto asco, respondió que no era nada, que era un gusto llevar mujeres guapas y "así como yo", me aleje del coche y me dispuse a cruzar la calle rápidamente, cuando llegué frente a la puerta, toque y el policía se asomo por la ventanilla, le mostré mi credencial, cerró la ventanilla y se empezó a escuchar como de su lado quitaba el pasador, se me hicieron eternos esos segundos, porque volteé y el taxi aún no se iba, en cuanto el policía abrio la puerta entre rápidamente y le di las gracias en un tono de alivio, lo que había sucedió me había asustado tanto, solo quería llegar, ya no me importaba la hora ni el examen, solo quería llegar.

 

Me dirigí al edificio B y subí las escaleras de los dos primero pisos para llegar al salón de mi clase, antes había checado mi horario para no equivocarme de edificio o salón, finalmente llegué a la puerta de mi salón y toque la puerta nerviosa porque no sabía como reaccionaria la profesora. 

Llegué 20 min tarde y esa clase solo duraba 1 hora, la cual estaba destinada para el examen, la profesora abrió la puerta y me fulmino con una mirada seria, pero también había intriga en ella porque siempre era de llegar temprano, me dejó pasar, me advirtió que debía ser rápida para que me alcanzará el tiempo que quedaba de la clase y que al término hablaría conmigo, ella era una maestra amable, pero también podía ser estricta en cuanto la situación se refiriera a una falta hacia su materia, le dije que le podía explicar, asintió y se retiro a su escritorio. 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.