Un lobo alfa con olor de omega

CAPÍTULO SIETE: HUELLAS EXTRAÑAS

………………………..tres años después………………………….

Narra Luca Runet

Me mantengo fuera de mira de un águila, de un oso y de una serpiente que me persiguen, cierro mi magia, transformándome en lobo, y aprieto el paso, _rueda_ me avisa Priest, al rodar puedo ver una mancha negra, que me pasa con un zarpazo a centímetros de mi rostro.

Me muevo a más velocidad, escabulléndome del círculo de protección, que es cuando saben, que el tiempo se acabó y tenemos que regresar.

_Tan rápido_ se burla Rigo, _ si cuando cierto oso, te da un casi zarpazo a centímetros de tu cara, estarías feliz, además ya es hora de almuerzo, la tía Gia, está de cocinera, si es que no ha quemado la cocina, viviremos a mañana_ le hablo telepáticamente.

_ si lo sé, vivo en la casa desde los cinco, y aun no supero su pollo al horno de mi décimo cumpleaños_ le digo a Rigo.

Rigo me habla mirándome, como siempre que me da esa sensación, que algo malo está pasando_ por favor Luca de mi vida, Luca de mi corazón, has feliz al indigente hambriento, no quiero morir de una indigestión, se tan amable de cocinar, aunque sea algo rápido_ me mira suplicante, abrazándome, como si no hubiera mañana.

Con sus manías sabe muy bien, que al final, siempre termino haciendo el almuerzo, cuando tía Gía, termine con sus experimentos del día.

_ Peroooo_ alargo la o a sabiendas de lo que le voy a pedir.

_ Ustedes limpian el desastre que deja la tía Gía, _ como que ustedes_ se hace el ofendido, cuando me replica, _ si ustedes_ le respondo, _ sé muy bien que cada vez que me pides que haga de comer, Filiph, ya te ha dicho los desastrosos que hará la tía Gía, y te manda a implorar misericordia, y yo como idiota termino caigo cada vez_

Me mira con sus ojos de osito chiquito, y yo como imbécil, caigo redondita, _ que ingredientes ya compro Filiph, _ me resigno.

Antes que sigamos hablando, se escucha un ¡bom!, a lo lejos, y todos volteamos en shock, hacia la dirección de la casa, y vemos humo.

Todos me miran implorando misericordia, _habla antes que me arrepiente_ le digo a Rigo fulminándolo con la mirada.

_Compramos pollo, arroz, duraznos, rábanos, zanahoria, papas, frejol verde, y eso creo_ me dice Rigo.

_También compraron fresas_ pregunta Tin a Rigo, _ como que fresas _ les riño.

Tin, asiente_ en la mañana cuando me levante, les oí cuchichear cual loros, justo hoy me salió, el hechizo de invisibilidad, que pude salir del loto, sin que te dieras cuenta, más o menos_ me lo dice mirándome, con ojos de un águila a punto de morir.

_ Aaa con razón, mi espalda me dio un tirón, a las cinco de la mañana, y no sabía que era que cuando quise investigar ya había pasado, y me volvía a dormir_ murmuro

Tin, me mira, pidiendo disculpas, _ ¡aish! vamos antes, que cierto señor empiece de quejica, que no hay quien le aguante_, cuando quiero irme les digo a todos_ caminan o yo los llevo._.

_Llévame_, habla Rigo, _ también yo, _ me dice Tin.

_Yo camino, quiero conversar contigo._ me dice Hasie, de un tirón en mi cuerpo se transfieren la esencia de un oso negro y un águila que se expande a mi espalda, en forma de tatuaje.

_No me logro acostumbrar a eso aún_, le digo a Hasie, haciendo pucheros, _ lo se _ me dice, desordenando mi cabello, _ vamos_.

_He notado huellas extrañas en torno al bosque de cerezos_, me dice seria, _ lo sé, desde hace dos semanas la misma persona merodea el perímetro, y no me gusta_

_ ¡como que desde la semana pasada!_ me riñe, _ si pero no actué porque solo merodea, no entra, ni causa daño_ la contradigo.

_No reconozco su olor, pero si es un cambiaformas, lo puedo sentir, es como una especie de gato grande, por sus huellas, pero logre verlo, una vez casi atrapo al gato en sus rondas_ refunfuño, descontento.

_Vámonos antes que el quejica, reclame, o en casa hagan un desastre más grande de lo que ya es_, le digo rápidamente, ella asintió de acuerdo, _ esto no se queda así_ murmura, para que yo la escuche.

Me trasforme en lobo, y corrí, cuando, sentí a Hasie entrar en mi cuerpo, en su forma de serpiente, avance hacia la casa, y cuando estaba a diez metros de entrar en ella, pare, me transforme, invocando mi ropa, con la que salí.




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