CAPÍTULO NUEVE: DESPERTANDO DE SU EXILIO

Narra Luca Runet

_ Lo se_ le aseguro, _pero esta vez estamos mejor entrenamos, y comparando ese día, mi fuerza, y mi magia ha superado con creces, y ya sé activar el hechizo de campo de fuerza, que me falto la última vez, _ ella asiente dubitativa.

Antes que el hechizo, gane potencia, mentalmente, repaso y activo mi campo de fuerza, para que no me afecte.

Cuando el hechizo comienza, el cuerpo de Alina y el mío es suspendido rodeado de una esfera de energía, cuando me doy cuenta del sello que tiene su mano.

_ Tin, no es ella, solo es la solidificación de su magia, su cuerpo está en otra parte, has una inspección y busca su cuerpo, debe estar cerca, pero enciérrala, no dejes que se escape, _ le digo por el enlace.

El asiente, _ no voy a poder sólo, llama a Rigo, _ yo asiento en el minuto que el abre los ojos.

Abro el enlace mental, _ Rigo, tienes que venir, necesitamos unas manos extras_ lo siento asentir, y escucho por el enlace, como el corre, _debes convocarme_ ruje su oso.

_ Debes soltarme, tengo que invocarlo_ le digo a Tin, _ vale, ten en cuenta la caída_ yo asiento, cuando en un parpadeo, mi cuerpo cae, murmuro la invocación, y un lindo cambiaformas oso, aparece de mi hechizo.

_ Ayuda a Tin, a sostener la esfera de energía solo es una extensión de magia de la bruja real_ él empieza a murmurar, el hechizo que libera a Tin, en ese instante, cambia a sus ojos de águila, buscan el verdadero, cuerpo.

Cuando la encuentra _ puedo hacer el hechizo sin despertarla_ me dice, _ vale, no quiero una bruja neurótica, recién despierta_.

El empieza nuevamente, cuando Rigo, levanta la otra mano, brindándole energía, _ gracias, la necesitaba_ suspira, más repuesto.

Lanza un hechizo diferente, hacia el centro de la cúpula, toda la sala brilla, fuerte, cuando pasa casi, al borde donde está Hasie, curándole el hombro al vampiro, de la piedra, se traspasa, la figura de una mujer, tal cual la hemos visto, como Alina, que esta, puesta en estado de sueño profundo.

Sin aviso, Tin, me eleva en el aire y puedo ver lo que sucedió hace más de cien años:

“Observo una serie de flashes, la veo correr, jugar con un hombre, ser feliz, cambia rápidamente, cuando ella lo está sujetando y llora desconsoladamente.

_porqué_, grita con agonía, cuando siente, que los que lo mataron, están cerca, y tiene que correr, para salvar su vida, siento su confusión, su miedo, su desesperación, por el él bebé que lleva dentro. Ella le iba decir esa noche, más no pudo hacerlo, y lo que el más quería solo era tener, un heredero, porque usaba a su hijo de sangre como un recipiente para que él pueda seguir viviendo, transfiriendo su alma, para que siga siendo humano, porque si moría antes del traspaso, salía su verdadera, naturaleza.

Pero cuando la veo correr, ella no mira atrás, para ver lo que le sucede, al cuerpo del hombre, que para ella era su mundo, sus heridas, sanaron, y él se levantó como si nada hubiera pasado, vi su piel, empalidecer, y lo que distinguí, era que él, era, “un vampiro”.

Puedo ver que lleva a terminó, su embarazo, con un hechizo de camuflaje, fingiendo ser una simple humana embarazada, pero por lo que, más me da pena, es que en vez de velar por su hija, se enfrasco en una sed de venganza interminable, dejando a la pobre bebe, al pie de una puerta de su vecina, que era una bruja, que pasaba desapercibida entre humanos.

Ella, arraso, con toda la tribu de leopardos, que mató a su supuesta pareja, siendo un hecho paralelo a la caída de Visteria, ya que el gran, consejo que se formó decidió, como castigo la exiliaron por el lapso de cien años, al darse cuenta, del engaño, ya que ella sólo fue un instrumento para llegar a un fin, solo para obtener más poder.

Removiendo sus poderes, que fueron, usados en la piedra, por lo cual, tomo forma, convirtiéndose en un hada, llamándole Cinre, que concentraba la cantidad de poder de su dueña.

Solo que en los últimos cinco años antes de concluir su sentencia, para poder retener el poder, necesitaban, más, sangre y energía, para reactivar el sello de Cinre.

La piedra necesitaba, más poder, por lo que los usuarios del sello, daban su vida, solo por retener que la magia de la bruja.

Lo peor era que solo dos de los tres clanes, tenían descendencia, el coteibu Taunen, su descendencia se desconocía, y lo que nadie sabe es que la sentencia concluye hoy”