CAPÍTULO TRES: LA ROCA CINRE

Narra Luca Runet:

Vi la desesperación de mis abuelos, la de mi padre, inclusive sentí la de Priest y me sentí tan impotente de no saber qué hacer, la de ser héroe quedarme y luchar, o la de cobarde, y huir.

Me quede en un estado de shock tan profundo, que aunque todos me llamaban, no pude reaccionar, hasta que mi padre me tacleo, en su forma de lobo, ya que al ser absorbido por el oniux, no podía comunicarse con su lobo, nunca lo vi transformado, su lobo es parecido al mío pero un poco más pequeño, de pelaje marrón de ojos rojos claros.

Saliendo de mi estupor, mi padre me empuja con su hocico, diciéndome_ hijo Dest y yo estamos orgullosos de ti, yo me quedaré para que ganes tiempo, y no te atrapen, Priest te ayudara, Dest ya hablo con él y le dijo donde debes quedarte, tus abuelos ya van para allá_ yo le dije llorando_ papá no por favor, es suicida, te mataran_

Priest_ hablo fuerte ignorándome_ hazte cargo, protégelo es un terco, pero es lo mejor que me ha pasado en mi vida_.

Allí fue que mi memoria es un poco difusa, solo sé que entre en un estado de seminconsciencia, fue cuando me transforme, y empecé a correr, no podía usar magia aunque quisiera, Priest, me lo prohibió, ya que los hechizos, dejan una firma mágica fácil de rastrear, más si es reciente su despertar los poderes son un tanto incontrolables.

Priest corrió hasta que ya no pudo con nuestras fuerzas que se desmayó del cansancio, cerca de un árbol de cerezo, transformando mi cuerpo, de forma humana.

Cuando desperté, tenía aun mi ropa de mi segundo despertar, con un movimiento desaparecí la gabardina con mi sello mágico, y me quede con el pantalón negro y la camisa.

Me di cuenta que tenía una contusión, en mi ojo, y mi mano me dolía, estaba en un lugar que no reconocía.

Estando siempre en el lado oriental del mundo donde viven mis abuelos, no reconozco este lugar, solo recuerdo, que siempre, quise visitar a Filiph, desde que vivió una temporada con nosotros, en la manada cuando construían, su casa en Nueva Visteria.

_Un momento_ me regaño a mí mismo, murmuro un hechizo por lo bajo, y lo lanzo al cielo, cuando un campo de protección, reacciona, devolviéndolo en forma de una ráfaga de viento.

_ Nueva Visteria, _ murmuro, _ estoy en Nueva Visteria_, que es el límite meridional, neutral, donde todos los seres sobrenatural, puede vivir en paz.

Aunque en un principio no lo creyeron, cuando se fundó nuevamente Visteria, al cometer hasta un pequeño crimen contra otra persona, eran transportados, y exiliados, para siempre, fuera de la ciudad, se dice que grandes brujos de las antiguas familias de los grandes coetibus, lo instruyeron así, después de la gran destrucción.

Creando “la roca cinre”, con la ayuda de la sangre de tres sobrenaturales, activaba el hechizo, de protección, permitiendo el poder coexistir pacíficamente dentro de su campo de protección.

Quedando así a cargo de tres grandes familias, la de una manada “Caret”, de lobos, ya que aquí viven mis tíos, la del clan Trant, antiguo clan vampiro, y el coteibo Taunen, creando el consejo Reranta.

Aunque el coteibo Taunen, fue diezmado en su mayoría después de la gran destrucción, solo quedaron unos pocos de sangre pura, entre las últimas descendientes se encontraba mi madre.

Una de las brujas más poderosas de los últimos tiempos, controlaba los cuatro elementos, además de su gran capacidad de realizar hechizos de curación más rápidos que un brujo promedio, su sello mágico era una flor de loto, en su brazo izquierdo, del color del arcoíris.

En un brujo común su sello mágico es solamente de un color, que simboliza el nivel de sus poderes, los más raros, son los colores del arcoíris, en un solo sello y el color dorado brillante, en otro.

Sólo se ha visto, el arcoíris en la última Taunen de sangre pura, el último sello dorado fue de uno de los antepasados de la misma familia, Roselia Taunen, conocida bruja antes de la gran destrucción.

De un momento a otro, el sello de mi madre arde, y lo siento, mis lágrimas caen incontrolables, me desbotono la camisa y lo noto, los últimos colores, de los últimos pétalos se unieron.

Eso significa, que mi padre realmente murió, el mismo me lo dijo hace unos días, que cuando mamá murió, a mí me dejo la mitad de sus poderes, la de los elementos, y mi papá la otra mitad la de curación, y cuando por, algún incidente el muriera yo lo iba sentir, porque los poderes de mi madre se completarían.

Allí cuando mis sentidos se crispan y lo veo, de más de diez años.