Un lobo en el bosque

21


Me preparé en mi asiento junto con Cam para esperar la llegada del profesor, ya que esta era mi última clase de la semana y me tocaba con él.

Estábamos en el salón de biología y este era algo distinto a los demás; ya que cada asiento tenía la capacidad de dos personas por mesa y tenía algunos artefactos de laboratorio.

No pude evitar pensar —como en otros días— en todo lo sucedido con Neithan y toda las palabras que pronunció ese día, ya tenía algunas dudas aclaradas gracias a él pero, ¿quién atacó a su familia? Se supone que era algún tipo de sombra que simplemente destrozó a unas pequeñas criaturas indefensas.

¿Es posible que existan otras especies?

A parte de eso también tenía que conseguir una solución para convivir con Neithan y sí, ya tenía una idea planteada en mi cabeza aunque era algo arriesgada de igual manera lo haría por su comodidad.

Dejé atrás aquellos pensamientos para fijarme en mi entorno; algunos alumnos se acomodaron en sus asientos pero no había indicio de aquel profesor, miré de reojo a Cam y noté que estaba concentrada en su cuaderno, ya que estaba realizando la tarea que dejaron a última hora.

Pasaron varios minutos y por fin llegó su imagen en aquella puerta pero, se veía de manera distinta; tenía una camisa algo holgada y un Jean de color negro, su cabello se podía notar húmedo ya que algunos mechones se adherían en su frente. Muy diferente de la última vez que lo vi.

El salón se quedó en silencio por varios segundos, escuché algunos silbidos algo exagerados dirigidos al profesor y como todos lo veían de arriba a abajo, menos Cam.

—Gracias chicos, sé que nadie se resiste a mis encantos pero no exageren —expresó con gracia mientras acomodaba sus cosas en su escritorio.

Observé como sostenía una pluma entre su mano y se dirigió al pizarrón para hacer algunos movimientos de muñeca para así dejar una palabra escrita.

Cuando leí aquella palabra un ceño en mi rostro se hizo presente y él aprovechó el pequeño silencio de los alumnos para mencionar:

—Hoy hablaremos sobre el licántropo.

Después de informar aquello vi como se acomodó en su asiento y observó la reacción de su clase; quienes se quedaron en silencio, incluyéndome.

Noté como Cam subió la cabeza confundida por la voz del profesor y cuando se dió cuenta que ya estaba en el salón, dejó lo que estaba haciendo para poner la máxima atención.

—Como algunos sabrán; el pueblo Ilta era conocido por la aparición de aquellas criaturas. ¿Quién puede decirme algunas anécdotas dichas por su familia? O que ustedes mismos escucharon sobre el pueblo —soltó con curiosidad.

Después de aquellas palabras hubo un pequeño silencio que nadie se atrevió a romper, hasta que una pelinegra levantó la mano para luego hablar desde su asiento al ver la mirada de aprobación de Juwen.

—Mi abuelita decía que ellos salían de la profundidad del bosque para atacar a nuestros cabritos o mejor dicho: ganado.

Al escuchar eso pensé en las palabras de Elyse por algunos segundos, coincidía con su anécdota.

—¡Bien! Eso es correcto. Ellos hacían eso por su instinto animal; quien dominaba la mayor parte de su  razonamiento, además, en el bosque no era muy común ver presas apetecibles para su consumo —explicó de manera simple el profesor Juwen.

Fruncí el ceño ante esa respuesta, ya que lo decía con seguridad y sin ninguna pizca de duda. Otro compañero levantó la mano y se dispuso a preguntar:

—¿Qué es un licántropo? —dijo de manera curiosa con un tono ronco—; mi familia nunca me comentó nada sobre eso.

Observé como el profesor alzó una de sus cejas para responder con una pequeña sonrisa, que no logré entender del todo.

—Son personas como todos nosotros pero, la única diferencia es que pueden cambiar de su forma humana a una forma completamente lobuna; eso significa que su mente compone aquellos instintos de su parte animal y puede cambiar a su forma original cuando le plazca.

Escuché atentamente sus palabras y coincidía perfectamente con Neithan y Níveo, también mi compañero asintió ante aquellas palabras y se quedó callado.

Decidí que era mi turno de hablar así que con algo de duda levanté mi mano para pronunciar lo siguiente:

—Escuché que aquellas criaturas todavía viven entre nosotros.

Despues de pronunciar eso, todo el salón se quedó en silencio y pude darme cuenta de la expresión de sorpresa de Juwen para luego, después de unos segundos, relajar su rostro.

—Claro, mi primo es uno de ellos —afirmó con un pequeño toque de humor.

Tales palabras hicieron que mis compañeros soltarán leves carcajadas como si lo pronunciado hace segundos fue lo más absurdo que escucharon.

Mi mente estaba en blanco en ese momento, se burlaban de mis palabras. Mirada fijamente la sonrisa que formaba los labios de mi profesor ante aquel chiste sin gracia que comentó, luego fue borrada de su rostro al verme para agregar con un tono serio:

—Bien, basta de risas —expresó con fastidio y el salón quedó nuevamente en silencio—. ¿Alguna otra pregunta o anécdota? Para iniciar las clases.

Al decir eso hubo varios que levantaron la mano para retrasar lo que sería la verdadera lección de aprendizaje.

—Bueno, mi mamá me decía de pequeño que si no me dormía temprano; el lobo feroz vendría por mí para comerme —contó restándole importancia, para luego escuchar algunas risitas de sus amigos.

Volteé mi rostro para observar por leves segundos a Cam; quien me observó e hizo una pequeña mueca con sus labios para luego dirigir su mirada al profesor con una pequeña sonrisa.

Solté un pequeño suspiro y observé por varios segundos al profesor y como respondía a cada pregunta con respuestas que dejaba al salón callado, sin nadie que lo contradijera, eso me molestó de alguna manera.

Pasaron unos largos minutos y por fin las preguntas cesaron y el reloj empezaba a moverse cada vez más cerca de la hora acordada para el fin de la clase.




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