Un lobo en el bosque

26

Después de aquello me quedé sin palabras, no sabía que tendría que agregar a esa pequeña pero intensa conversación pero, como dicen; a todo lo bueno le llega su final.

Ella me miró, no esperaba otra cosa, ya que había dejado en claro que no era el momento de revelarme nada.

—Buenas noches, Jenny.

Al decir aquellas palabras, mi reacción fue responder con una pequeña sonrisa para así dirigirme a mi habitación, no si antes decir:

—Buenas noches, Abuela.

Aún me sentía extraña, mis lágrimas habían cesado pero tenía aquella sensación de que seguían ahí, recorriendo mis mejillas pero, al tocarme no había rastro de ellas.
 

Me quedé por algunos minutos acostada mirando el techo, en la espera que mis ojos fueran cerrados por si solos para así descansar.
 


 

.ñ.
 


 

Durante el desayuno el ambiente lo sentí regular. Empezamos a comer y Adelen estaba callada, aunque me pregunto algunas cosas como: "¿Cómo amaneciste" es decir, tuvimos una que otra conversación superficial.
 


Nos levantamos al terminar de comer, ella se llevó los platos al fregadero mientras me quedé parada en un mismo lugar para obtener un poco de su atención.

—Eh, hoy necesito salir para hacer un trabajo con una compañera de clases.

Observé como la espalda de Adelén se tensó por algunos segundos pero siguió con su labor de mantener limpia la vajilla.

—¿Cómo se llama? —fue lo único que preguntó.

Era de esperarse que el primer nombre que viniera en su mente sería Elyse.

—Cam.

Me sentí algo estúpida al decir aquello, ¿cuál es el nombre completo? Desde que empecé mis clases aquí solo he escuchado el apodo "Cam".

La observé con esperanza de que supiera o tuviera alguna idea de quién rayos es.

—Bien.

Si tuviera alguna bebida quizás la hubiera esparcido fuera de mi boca con aquella respuesta, pero no iba a decir más, estaba más que perfecto todo. Sonreí a causa de eso.

—Entonces. ¡Nos vemos más tarde!

Agarré  la mochila y empecé a dirigir mis pasos hacia mi colegio.

Después de un largo día de clases por fin Cam y yo estábamos en camino a su casa. El día resultó ser tranquilo, en ningún momento mis ojos se encontraron con Elyse, lo cual me extrañó.

—¿Cuánto falta? —pregunté mientras que tomaba aire.

Cam me observó con una sonrisa burlona y detuvo el paso.

—Ya llegamos.

Me sentí aliviada al escuchar aquellas palabras, observé como saco un llavero de su bolsillo; el cual tenía la forma de una medialuna de color negro.

Cuando abrió la puerta pude visualizar el pasillo, el cual se distinguía algo oscuro por falta de iluminación. Ella pasó esperando que yo avanzara detrás, al avanzar noté una luz saliendo por una ventana; lo cual podía identificar que se situaba en la sala.

Seguimos avanzando hasta subir unas escaleras, en este trayecto Cam no pronunció ninguna palabra, solo caminaba en silencio. Eso no servía de ayuda para los nervios que sentía por el ambiente que transmitía su hogar.

Ella se detuvo de repente, la madera de la puerta de su cuarto era de color oscuro con un pequeño aviso pegada en ella:

"Nos aprovechamos de las rosas marchitas, no entres si no quieres ser parte de ellas"

Fruncí el ceño al leer aquello.

—¿Y eso?

Cam abrió la puerta y sin voltear avanzó.

—Mi etapa de emo, descuida.

Dude un poco ante sus palabras pero, lo dijo restándole importancia, con algo de duda avance ignorando aquello que mi cabeza decía.

Su habitación no era muy diferente de su casa en general, pero al menos contaba con buena iluminación pero las paredes seguían con sus toques opacos.

Ella tomó asiento en su cama mientras me observaba fijamente, no sabía que decir en ese entonces. Bueno, tenía algunas preguntas pero no sabía por cuál empezar.

—¿Tus padres? —pregunté.

Dejé mi mochila en el suelo y tomé asiento junto con ella.

—Seguramente en el trabajo.

Respondió mientras se subía a su cama, yo quedé en el mismo lugar. Hubo un pequeño silencio pero el sonido de su voz me exaltó de repente.

—No tengo hermanos, por lo tanto soy hija única. Mis padres se la pasan la mayoría del tiempo sumergidos en su trabajo, por lo tanto estoy generalmente sola en esta casa tan terrorífica. Por si lo preguntas —tomó una pequeña pausa—. ¿Empezamos con la investigación?

Sentí que me quitó las preguntas de mis labios, volteé hacia su dirección y observé una pequeña sonrisa, similar a una mueca.

—Lo siento, no quería.

—Ya, descuida. Yo también tengo preguntas peores que esas.

Me interrumpió al decir aquello, decidí dejarlo así. Asentí para agarrar mi mochila y empezar de una vez por todas con la investigación.

Ella me mostró algunos libros, de los cuales tenía información interesante sobre los licántropos. Mientras le daba un vistazo no pude evitar pensar lo raro que actuaba Cam.

Tenía una actitud a la defensiva, lo cual me pareció raro de como actuaba en el colegio. El silencio se sentía sofocante, ¿por qué no se esforzaba por romper el silencio?

—Este libro tiene mucha información interesante, algunos párrafos coinciden con aquello que explicó el profesor Juwen —dije para romper el silencio.

Ella dejó de escribir en su cuaderno para dirigir su mirada hacia mí.

—Él no sabe lo que dice, si no sabe diferenciar entonces no creo que sus enseñanzas tengan sentido.

Aquello que respondió Cam me tomó por sorpresa, creí que ella era una fiel admiradora de aquel profesor, pero la manera en cómo se refirió me hace cambiar de opinión.

—¿Qué dices?

Quería una explicación más detallada,  también había dejado de lado aquel libro, tomando así una pausa a nuestra investigación.

—Tú más que nadie deberías saber que su manera de referirse a los licántropos es incorrecta.

—¿Eh?

Aquello me tomó por sorpresa. ¿Cómo pudo enterarse? Traté de mantener un semblante sereno, esta parte de Cam me estaba siendo abrumadora porque de un momento a otro me mataba de los nervios.




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