Un lobo en el bosque

38

El sol se asomaba entre las nubes, podía sentir el leve viento pasándose alrededor de mi cabello. Agradezco que durante el encuentro Neithan no mencione todavía el tema del beso, ya que decidimos reunirnos temprano porque deseaba ver a Níveo luego de tantos años.

Cuando observé su trasformación pude sentir algunas lágrimas deslizándose por mis mejillas. Detalle la imagen de un lobo adulto con un pelaje de un color blanco sin ningún tipo de mancha, sus ojos de color ámbar brillaban mientras me miraban fijamente y no dudé en ningún momento cuando corrí con todas mis fuerzas para así rodearlo con mis brazos.

—Níveo, cuanto has crecido.

Acomodé mi cuerpo a su altura, quedando con mis rodillas como soporte. Pude sentir el pelaje como una leve acaricia en mi piel, se sentía tan suave como recordaba, ahora me resultaba más esponjoso y denso.

Solté un poquito el agarre para observarlo atentamente, vi como dirigió su rostro hacia mi hombro y como se deslizó como si fuese una acaricia cálida.

Ahora tenía una sonrisa de oreja a oreja, podía sentir la felicidad en cada fragmento de mi rostro. Era un sentimiento tan vivo que solo deseé aprovechar estos instantes que tenía con él.

—Ahora eres todo un adulto —dije con cariño—. También, te has vuelto más hermoso que antes.

Pasaron varios minutos y pude ver como se alejó levemente de mí, pero sin apartar la mirada fija que me tenía. Decidí levantarme y observé como empezaba a caminar con la intención que lo siguiera. Todavía estábamos en un lugar sin tanta vegetación, era como un tipo de sendero lleno de tierra y al nuestro alrededor había árboles.

Podía ver la cola esponjosa de Níveo al caminar, todo parecía tranquilo pero de repente sus pasos empezaron aumentar, traté de seguirle el ritmo pero iba cada vez más rápido, solo pude ver su imagen desapareciendo en lo más profundo del bosque que sería al pasar por los árboles.

Solté un pequeño suspiro al recordar una situación similar, era cuando a penas era un cachorro. Una sonrisa se posó en mis labios y decidí entrar en lo profundo del bosque para encontrarlo, quien diría que terminaría con un leve dolor de espalda, ya que fui emboscada y tirada al suelo como una vil presa, luego mi rostro fue lamido por él.

 

Este día parecía ser perfecto para mí.
 


—Elyse me contó la verdad —le mencioné a Neithan.

Luego de aquello, pude ver como se transformó sin cuidado, al parecer había aprendido como controlar su parte animal, ya que su ropa estaba perfectamente intacta. Ahora estábamos en el granero como solíamos estar cuando éramos más jóvenes, seguía trayéndome buenos recuerdos este lugar sin duda alguna.

—¿La verdad?

Por alguna razón le noté nervioso.

—Sí.

—Jenny, yo-

—Ya sé quienes son E y T —solté de repente, haciendo que callara sus palabras.

—Ah, ¿sí? —dijo con cierta sorpresa.

Nos sentamos en el suelo de madera y le conté todo con detalle, noté que su rostro se había relajado pero podía notar su sorpresa en cada palabra que le decía.

—Nunca imaginé que la madre de Elyse fuera así.

—La sorpresa que nos da la vida, solo espero que esto sea lo último que sabré.

De repente noté el silencio por parte de Neithan, dirigí la mirada de manera fija hacia él, ¿me estaba ocultando algo?

—¿Sucede algo?

—Bueno, debo confesarte algo.

—Será mejor que lo digas ahora.

Sentí unos breves nervios a flor de piel, ¿qué sería aquello? Ya habían momentos donde podía sentir que nada me lograba impresionar luego de enterarme de secretos de tales magnitudes.

—Tengo destinada.

Fruncí el ceño cuando escuché aquellas palabras, solo conocía el significado de destino y podía asociarlo con eso, pero. ¿Qué rayos?

—¿Qué? —le dije con mucha confusión—. ¿Qué significa eso?

—Significa que mi parte animal conoció a su pareja de por vida —explicó en un tono en específico—. La conocí dos años de vivir con mis tíos.

—¿Cómo funciona? —le pregunté con interés.

—Sería algo similar al hilo del destino, pero las probabilidades de conseguir a tu pareja destinada son pocas. Tenía en mente quedarme soltero pero pasó aquello, escuché como Níveo me decía que le hablara a aquella chica, que ella era nuestra destinada. Lo noté tan feliz que tuve que hacerle caso pero no sentí la misma emoción que él.

Esto sin duda le dio un golpe duro a mi corazón y a mis esperanzas, ¿no podía ser feliz por más de diez minutos? Sentí que mi corazón se hacía añicos otra vez.

—No puede ser, si alguien más quiere decirme algún secreto que me lastime. ¡Que venga ahora y me lo diga —solté un pequeño grito, como causa de el estrés que empezaba a formarse. Traté de recuperar la compostura y mi rostro ahora se notaba un poco tenso—. ¿Por qué permitiste que te besara?

—Desde niño me has gustado y no pude resistirme a tus labios, después de eso Níveo me recriminó mis acciones, recordándome que teníamos destinada. Pero, no pude evitar sentirme feliz al recordar nuestro beso, Jenny.

Sus palabras no tenían del todo sentido para mí, me levanté del suelo sin saber que hacer. Lo que dijo no me hacía sentir mejor, después de todo nunca lograré estar a su lado de la manera que deseaba.

—Jenny.

Él también se levantó del suelo y pude sentir el toque de su mano en mi hombro, necesitaba pensar, necesitaba estar sin su compañía por un rato.

—No, necesito estar sola. Por favor, vete.

—Jenny, te amo.

Me dolía aquello, necesitaba saber más sobre aquello de destinados, pero quería estar sola mientras lo sabía.

—Me siento confundida en estos momentos, por favor déjame sola.

—Solo quiero decirte que te amo pase lo que pase —dijo con una mueca en sus labios.

Después de ver como se iba, imaginé que su pareja podía estar por ahí pensando en él como el mejor ser que pudo llegar a su vida. Si se enterara que no es correspondido, ¿se sentiría peor que yo?




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