Un loco amor de navidad (relato navideño)

Capitulo 7

Tres años después

Después de esa loca navidad, no han parado las locas navidades, son geniales y todos estamos mas que emocionados por viajar a Alaska. 

—Hola amor—Dylan se acerca y me besa, yo enrosco mis manos en su cuello y lo beso mas, me encanta saber que es mi amor y que las lagartonas que miran sepan que es mío.

—Hola amor—digo sobre sus labios y mis amigas chillan de felicidad y aplauden como focas.

—Hola chicas—las saluda a todas mientras sostiene mi cintura—Ya estoy aquí así que vámonos—todos comenzamos a subirnos al avión y yo me siento al frente de Dylan.

En estos tres años que han pasado lo he conocido de sobra, creo que un amor de navidad surgió entre los dos y ahora nada nos separa, aunque hay un pequeño detalle que esta de locos. Yo no soy nada de Dylan, es decir no soy su novia, no soy esposa, entonces no se si soy su amiga con derechos o amiga de navidad de hace tres años o que. 

Pero eso no porque Dylan no lo haya querido, él me propuso tres jodidas veces que sea su novia pero yo aun dudo en aceptar y no porque no lo quiera sino porque no quiero una relación o al menos no por ahora, estamos bien así, aunque nadie este de acuerdo y eso incluye a Dylan, pero una etiqueta no hace la diferencia o ¿si?

 

¡Espero no me equivoque!

¡Eso espero!

 

—En que piensas pequeña

—En nada

—No te creo, acabas de regar el café—miro al piso beige del avión y en efecto hay un poco de café regado

—¡Mierda!

—Valentina—me reprende y yo le saco la lengua

—Lo siento, pero…

—¿En que piensas?

—En la asombrosa navidad que voy a pasar contigo—miento con una sonrisa, claro que es verdad, pero no era lo que tenia mis pensamientos ocupados

—Hagamos como que te creo

—Me estas llamando mentirosa—él se encoje de hombros y yo le lanzo la servilleta. Los dos nos reímos como dos enamorados.

—Te quiero pequeña

—Yo a ti Dy—me guiña un ojo cuando veo que al avión entran otros tres supermodelos, guapos pero no como mi Dylan. Entran entre risas hasta cuando sus miradas se encuentran con las de mis amigas.

 

¡Ay Diosito la que se va a armar!

¡Son los hermanos de Dylan!
!Mis amigas y sus hermanos tienen una guerra declarada!

¡Infantiles!

 

—Dylan—gruñe el mayor, Eliot.

—Hermanito que gusto verte—responde mi apuesto Dy mientras mis amigas ya fruncieron su ceño

 

¡Problemas a la vista!

¡Bienvenidos sean!

 

—Sabes porque acepte venir—dice su otro hermano

—Tu también lo sabes Valentina—me reclama Maite

—Haber chicos es navidad pueden al menos llevarse bien por estas fechas—propongo

—¡No! —gruñen todos, Dylan se pasa las manos por su cabeza y se estresa lo se

—Vamos ya están en este avión ya no hay retorno—en ese momento la puerta se cierra y todos a bordo corren a golpear como niños chiquitos

—¡Abre la maldita puerta Dylan! —reclama Sam

—No se puede, van a convivir como personas civilizadas

—Y yo te voy a romper la cara

—Hey calma Sam—me pongo en su medio y alzo mis manos en son de paz—solo es una navidad no creo que ustedes se vayan a matar

—Las queremos a cien metros de distancia

—Nosotras igual guapote—responde una molesta Martina que ni me mira, pero yo no sabia nada

—Te lo advierto Dylan—después de calmar a las fieras, me siento junto a Dylan

—¿Por qué lo hiciste?

—Porque los idiotas de mis hermanos están mas que enamorados de tus amigas, pero no se atreven a conquistarlas

—Así como me conquisto a mi señor Breslow

—Exacto señorita Jones, pero aun me falta algo no cree—sonríe se a lo que se refiere, ni siquiera soy su novia.

—Nos espera un largo viaje—lo ignoro, alzo mis cejas y los dos miramos las miradas de muerte que se mandan los seis, mientras estén alejados todo estará bien

—Así será mi pequeña




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