Dieciséis: Confía en mí.

Me han rechazado, más de una vez, pero en la forma en que lo hizo Lila, fue el más destructivo. Quería ir enserio con ella, pero tal vez deba esperarla.

Ralph ya había ido a su cuarto a dormir y yo me encontraba en la cocina, aún. No podía conciliar el sueño sin saber qué hacer primero. Todo se suponía que debía ir bien. Estamos todos juntos, Daisy está conmigo, podía estar con Lila sin que me juzguen por ello, pero me rechazó sin que yo sepa el motivo. No entiendo para nada la situación en la que estoy en este preciso momento…

Me pongo de pie para ir a mi cuarto y descansar un poco, cuando mi cuerpo queda inmóvil al verla allí parada.

— Pensé que ya estabas dormida-comento caminando hacia ella quedando a una distancia más que prudente.

— Vine por agua-era extraño estar así. Pasó junto a mí, ignorándome por completo, tomó un vaso con agua y se encaminó de nuevo a las escaleras.

— Lila-llamo. Ella se gira para verme, pero podía notar su disgusto en tener que escucharme-¿por qué?-interrogo dando pasos cortos hacia ella-¿por qué tu respuesta fue un “no”?

Podía ver como tensaba su mandíbula. Bajó su mirada sin saber qué responder o eso pienso. No quiero presionarla, pero quiero saber el por qué me rechazó. Tal vez pueda mejorar en algo para ella.

— Cuando Ralph me pidió que fingiera haber ido al supermercado, para asustarte, sentí que era una buena broma, pero luego de tu confesión, me sentí querida por alguien por primera vez. Como te he dicho, tú fuiste mi primer beso, mi primer sentimiento…-la seriedad abandona su rostro, llenándose de nostalgia-no quiero meter la pata y perderte-por dentro mi corazón dio un brinco de alegría al saber que ella también siente lo mismo que yo.

— No vas a perderme…

— Sí-me interrumpe-no estoy del todo bien, mentalmente y quiero estar perfecta para ti. No quiero que tengas que soportar las peores versiones de mí…-volvió la Lila que conocía. Sonriéndole, me acerco posando una mano en su mejilla-¿podrás esperarme?

— No necesito que cambies-ladea su cabeza sin entender-eres perfecta. No quiero que cambies nada de ti, eres esto-tomo sus manos observándola de pies a cabeza, a lo que sonríe-puedo esperarte todo el tiempo del mundo, pero no aceptaré un no por respuesta-ver sus orbes azuladas, con la poca iluminación en la cocina y con ese brillo espectacular me incitó a besarla. Quedando a pocos centímetros de ella, retrocedo demostrándole que puedo esperarla. Realmente puedo esperarla, pero ella, restándole importancia a mis palabras, toma el cuello de mi camiseta y me besa. Era un beso único. Sentir su lengua junto a la mía, provocó que una corriente eléctrica recorriera todo mi cuerpo, tomándome por sorpresa-Lila-la llamo intentando detenerla-esto no ayuda-advierto.

Se aleja por completo de mí, dejando el vaso de agua sobre la mesa. Toma mi mano y me lleva con ella. No sabía a dónde íbamos, hasta que subimos las escaleras en dirección a su habitación. Nos adentramos y ella cerró la puerta con seguro.

— Tu hermana podría vernos y contarle a Verónica-vuelve a besarme y yo la alejo unos segundos para observarla mal. Sé que ha sido una broma, pero una de mal gusto.

Mis manos examinaban su cuerpo, hasta que ella choca con la cama. Decide recostarse, llevándome con ella, aún con sus manos en mi cuello. Sentir sus labios, calientes y húmedos era un sentimiento único que extrañaba.

— No puedo hacerlo sin antes preguntártelo-separo mis labios de los suyos-¿quieres ser mi novia?-ella sonríe como nunca mientras asentía con gusto.

Narrado por Lila:

Poder sentir sus manos sobre mi cuerpo, erizaba mi piel. Nunca antes había sentido este sentimiento. Era único. Nunca en mi vida había tenido novio, nunca he tenido sexo con algún chico, quitando los abusos de mi hermano. Esto era demasiado nuevo para mí, pero la perversidad en una adolescente nunca faltaba y cabe aclarar que, al no ser adolescente, sino una jovencita, mi mente tenía esa pisca de perversidad.

Tyler eleva un poco mi camisa y acaricia mi espalda desnuda, provocando una corriente eléctrica. Sus labios, que se encontraban pegados a los míos, bajaron hasta mi cuello. Sus besos calientes, fueron una sensación tan excitante que un gemido abandonó mis labios. Cubrí mi boca rápidamente, un poco avergonzada. Él al ver mi acción, tomó mi mano, la quitó de mi boca y la entrelazó con la suya llevándola sobre mi cabeza.

Sus besos iban bajando de tal forma que no pude contenerme y lo atraje hacia mí para besarlo, así no gritar de tantas sensaciones y sentimientos que este chico me producía. Mi camisa abandonó mi cuerpo, segundos después de acercarlo, quedando solo en sostén. No duró mucho tiempo, cuando éste, me incorpora besando mis labios pero con intenciones de quitar la única prenda que me cubría.

Tyler se aleja de mí, tomándome por sorpresa. Rodea la cama elevando las sábanas. Se quita la camiseta y la prenda que cubría sus piernas quedando en ropa interior. Me lleva debajo de las mantas, junto a él. Podía notar la diversión en todas sus expresiones.

Ya ambos cubiertos, me quita los pantalones, dejándome igual que él. Se coloca sobre mí, provocando que sienta el enorme bulto entre sus piernas.

— Solo dime si realmente estás lista-en su voz podía notar el deseo acumulado, al igual que el mío. Asentí quitando la última prenda que tenía mi cuerpo. Él hace lo mismo y no quería mirar. Sabía que si observaba, me iba a traer malos recuerdos de mi hermano mayor. Prefería mantener la calma y mantener los ojos cerrados-Lila ¿Estás bien?-asentí con mi cabeza, aun con mis ojos cerrados. No podía decirle que no estaba del todo lista. Ya hemos llegado muy lejos-necesito que me mires-abro los ojos sorprendida.

Entrelaza mis manos con las suyas y besa mis labios con cautela. Poco a poco voy sintiendo un dolor intenso en mi cuerpo. No pude tener mucho tiempo los ojos abiertos y los cerré con fuerza para no sentir demasiado dolor. Vuelve a besarme adentrándose un poco más en mí, pero el dolor iba disminuyendo y podía sentir el placer invadir mi cuerpo. Suelto un suspiro de alivio ya al no sentir dolor y Tyler sonríe. Sentir ese placer y verlo a él, cambió mi perspectiva por completo sobre esto.