La situación menos esperada, menos buscada. El momento de la verdad llego sin que me diera cuenta y mi “hijo” estaba a mi puerta estando al corriente todo. Lo mire a los ojos y con un gesto silencioso lo invite a entrar a la casa. Me dirigí a la cocina y le pedí a la muchacha que se retirara no sin antes decirle que tenía el día libre (hecho totalmente desconocido para ella). Se alegro mucho y aprovecho la oportunidad sin dudarlo. Una vez que hubo salido por la puerta de servicio, Mateo y yo quedamos solos, frente a frente. Imagine ese momento por décadas y ahora, viviéndolo en carne propia, no sabía que decir ni que hacer.
El muchacho me miro en silencio, se acerco un par de pasos y sin mediar palabra, me abrazo. Fue como si me hubiese quitado el mundo que se apoyaba sobre mis espaldas y un mar de emociones desconocidas me invadió, derrumbando todas mis defensas: orgullo, culpa, tristeza, esperanza, angustia, ilusión…Lloramos por un largo rato mientras permanecíamos unidos.
_Lo siento tanto _ confesé agobiado _De verdad lo lamento muchísimo. Lo hubiera dado todo por estar con ustedes, de veras, pero jamás hubiese creído que la vida me deparara semejante situación. Mi nueva naturaleza borro por completo mi pasado, a tu madre, mi vida entera, mi infancia, mis recuerdos, mis anhelos, mis miedos…todo se fue en un instante. Cuando logre recordar habían pasado muchos años, desconocía donde me encontraba, había cometido hechos aberrantes y Miguel me seguía a todas partes. Pude huir, aunque me persiguió por años y para cuando regrese y supe de tu existencia, te juro que desee morir porque la culpa me carcomía el alma. Tenía un hijo y no lo había visto crecer, no le había enseñado nada en la vida y aun así, veo tanto de mí en vos.
Mateo se desplomo sobre el sillón y mirando el suelo murmuro:
_Mama se encargo de contarme cada detalle sobre su vida juntos. Conozco tus gustos, o los que tenias entonces, tus modismos, tu forma de hablar y de dirigirte a los demás y quise ser como vos. No me importaba lo que la gente opinaba o decía porque creía ciegamente en lo que mi madre me contaba. Veía tu retrato y me imaginaba conversando como ahora. Cambiaste físicamente al punto que no pudimos reconocerte pero tu forma de ser permanece igual, por eso nos caíste tan bien de entrada…porque te conocíamos. Mama rejuveneció, volvió a vivir y esta mas linda que nunca, porque en el fondo de su corazón siempre supo que volverías, y lo hiciste. No sé como lo lograste ni cuánto tiempo vas a quedarte con nosotros, pero lo hiciste. Por eso estoy convencido que no hay tiempo que perder y hay que decírselo todo.
_ ¿Y cómo hago? ¿Y si no me cree? ¿Y si la lastimo sin querer? No, no voy a poder hacerlo. ¿Cómo podría continuar si eso sucede? No, definitivamente, no._ afirme convencido de ser un cobarde.
_ ¿Entonces para que regresaste? _ me pregunto furioso _ ¿Para verla y no sacarla de dudas? Lleva veinte años con una daga clavada en el pecho porque no sabe que te paso. Tuvo que luchar contra todos, contra los que decían que eras un embustero y un bandido como el abuelo, los que se reían a sus espaldas, las damas de sociedad que juraban que habías huido con tu amante de turno o los que sostenían que te habían asesinado por andar en negocios turbios. No se puede dejar a una mujer viviendo en una eterna ilusión, se merece la verdad por más dolorosa que sea. ¿Sabes por que quiero tanto a Catalina?
No me salían las palabras por lo que me limite a asentir con la cabeza.
_ Porque ella cree en mi, cree en que te fuiste y no pudiste volver. No le importan esos chismes baratos de sociedad, no juzga sin fundamentos, es leal y transparente. No fue un arreglo matrimonial sino que somos ella y yo, y que el mundo se vaya a la mierda. ¿Me entendes?
_ Por supuesto, es lo que había entre tu madre y yo, claro que te entiendo.
_ Entonces es como yo te digo. Si tuviste casi dos siglos para prepararte, ahora llego el momento y punto. Por ella no te preocupes, yo me encargo y la traigo para que conversen. Si tenes que tomar medidas debido a tus necesidades peculiares, hacelo con calma. Yo voy a ver cómo me organizo. Tarde, vamos a venir tarde, así que fijate como vas a hacer, que le vas a decir y sobre todo, no la lastimes porque ya sufrió bastante. No hay que darle más vueltas al asunto.
_ No te das una idea de lo orgulloso que estoy del hombre en que te convertiste. Imagine muchas veces esta conversación pero resulto totalmente distinta a lo que yo supuse. Te doy mi palabra de que la voy a cuidar y de que, si no puedo manejar la situación, me alejare hasta poder hacerlo. Es difícil mezclar mis apetitos con mis deseos. Siempre quiero sangre, en este momento si no fueras mi hijo, podría abalanzarme como un animal y hundir los colmillos en tu cuello, pero aprendí a controlarme. Es una sensación placentera y horrible a la vez. Ese es mi mayor temor porque nunca tuve que elegir entre mis instintos y el amor por una mujer, hasta ahora.
_Por eso mismo, pensa, pone todo en la balanza, recorda lo que aprendiste, alimentate y enfrenta tu destino de una vez por todas. Vos mismo dijiste que no sabes cuánto tiempo te queda entre nosotros y mi madre necesita saber la verdad, aunque tenga que perderte otra vez. Se lo merece tanto como yo.
Nos despedimos con un fuerte abrazo y tome conciencia de que, finalmente, iba a contárselo todo. Me lance por la puerta trasera sin importarme que aun fuera de día y me subí al caballo para perderme en la lejanía. Me detuve en una zona arbolada y solitaria y grite con todas mis fuerzas, saque de mi pecho toda la rabia contenida, los miedos, las dudas y cace con desesperación bebiendo hasta sentirme más que satisfecho. Mis ropas se rompieron, la camisa se mancho con la sangre animal, mientras mi caballo intentaba escapar. Cuando hube terminado, me lance a un rio cercano para calmar los ánimos. Regrese a la casa de noche, con el cabello alborotado y la ropa andrajosa. Arroje los restos de la camisa al fuego, que extrañamente estaba encendido. Pase los dedos por mis cabellos, intentando en vano peinarlos y de pronto vi a una mujer perpleja sentada en el sillón. Se puso de pie lentamente: Analia ya había llegado.
#6657 en Novela romántica
#2458 en Fantasía
romance, viajes problemas familiares, amor memorias perdidas y misterio
Editado: 30.05.2025