Un Lugar Mejor

CAPITULO 5

         En eso Marcos volvió a hablar, Alex ya estamos aquí. Yo solo respire, profundo por fin ya habíamos logrado algo, como un equipo...

     Busque la forma de desconectar a Julián de la camilla durante un buen tiempo, cada instante hay dentro era un gran desafío, con la desesperación supuse que mi final  seria la cárcel, al lado de criminales y con un olor desagradable.  Minutos después, escuche una vos, cerca de la puerta de entrada,- ¿qué tratas de hacer?- pregunto, era Carol me miraba algo preocupada.- solo deseo salir de aquí con mi padre, no pienso dejarlo- respondí algo nervioso, mi corazón latía mas rápido cada segundo que pasaba.

        Por favor ayúdame, suplique, pero esto está mal, ¿seguro que deseas hacer esto?- pregunto, diciéndolo lo más bajo posible, para así evitar que nos escuchen. -Solo ayúdame, respondí, pero en mi conciencia aun sabía que esto tal vez traería consecuencias,- Alex, ¡nadie permitirá que te vayas!-, apenas logre procesar tal información, voltee a mirar a Carol, ¿entonces tuve razón? Me pregunte a mí mismo, ¿a qué te refieres? Dijo Carol.

         --- ¿me vas a ayudar o no?, pregunte algo alterado, cada instante, luego de la supuesta conversación, me sentía un criminal tal vez tendría oportunidad de salir, ¿pero si no lo lograba? Preferí no imaginarlo. Carol se acercó y desconecto los cables, como si supiera lo que hacía, cargamos a Julián como pudimos, dimos media vuelta y regresamos por donde habíamos venido.

     Llegamos a las escaleras, espérame- yo tratare de distraerlos- susurro Carol. Está bien, se alejó para desaparecer  entre el pasadizo del hospital, solo tuve que esperar el momento quizás era mi única oportunidad. Mire la mesa en la que estaban utensilios, note que Carol aún no se asomaba a avisar que estaba todo vacío o bien calculado. Decidí no esperar más, así que cargue a Julián, pero antes de dar un solo paso, el suelo empezó a sacudirse me quede paralizado por un momento para así saber que mi cabeza no me estaba jugando sucio, pues luego de darme cuenta que no era una simple ilusión, trate de avanzar como pude la gente corría de un lado a otro, gritando como si todo ya fuera el fin de todo,- ¡! Alex!!, Carol se acercó asustada, casi presa del pánico, me ayudo a cargar a Julián, el movimiento sísmico cada vez se hacía más fuerte.

     Llegamos  a la puerta de entrada, salimos entre la sacudida del terremoto, nos caímos tres veces pero aun así  sabíamos que esa era nuestra única oportunidad, dimos el esfuerzo, por lograr alejarnos del hospital, el temblor ya había pasado,  pero nosotros ya nos encontrábamos lejos del hospital. Vimos los alrededores todo había sido destruido por el terremoto.




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