Un Lugar Mejor

SIGUIENTE

        Decidí correr lo más rápido y lejos que puede de aquella tormenta que estaba a punto de venir a amenazarme con quitarme la vida, a pesar de los intentos por lograr encontrar un lugar donde protegerme, note que el valle cada vez estaba en mi contra, no habían ni cabañas ni huecos debajo de la tierra, y peor aún los arboles prácticamente habían desaparecido.  Pero En mi mente pasaba la idea de que tal vez no podía hacer nada para  poder impedir que aquella tormenta me llevara consigo.

                Marcos apresuraba el paso cada vez más y más, me sorprendía que no le preocupara aquellas cosas extrañas, luego de haber estado cerca su propia muerte.

          El lugar cada vez estaba muy polveado, llegamos a una esquina, luego de haber doblado logre percibir a varias personas paradas, apuntándonos con armas. — ¡Calma chicos soy yo!— grito Marcos, al oírlo la gente bajo las armas lentamente. Sabía que si no hubiese estado con Marcos era muy probable de que ese mismo momento hubiese sido el último en este mundo.

              --- ¿quiénes son ellos?, pregunte de una forma algo atrevida, pues sabía que esa gente por algo obedecían las ordenes de Marcos, y algo muy especial. —Eso no es lo importante ahora—respondió Marcos con una sonrisa complacida en su rostro. – que alentador tu respuesta—respondí sarcásticamente. De pronto una joven de cabello marrón claro se acercó a nosotros, todos estaban esperándolos desde hace un buen rato--, no te preocupes además ya estamos aquí, la joven me miro con una mirada sospechosa, parecía que desconfiaba de mi presencia. —muy bien Alex, ella es Emma, Emma él es Alex--, --ella nos ayudara a empezar nuestro viaje a la otra zona— ¿Zona? respondí confundido, - así es Alex, ¿no creerías de que estaríamos aquí no?- además ya viste lo que paso afuera, hay muchas de esas cosas aquí. – no claro, ¿pero por que no me lo dijeron antes?—.

       Note que el ambiente era algo extraño, pero no le tome mucha importancia,-- no tenemos que decirte nada, idiota. —respondió Emma con una voz algo suave, note que estaba algo alterada por mi presencia. – Silencio—respondió Marcos, con una impresión en su rostro, por lo que acababa de suceder,-- mira Emma está bien que no te gusten las visitas, pero por favor, solo cálmate además no será permanente.---uh—claro, siempre dices lo mismo. Luego de aquella discusión abrimos el paso llegando a un hotel algo antiguo.




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