Un Lugar Mejor

SIGUIENTE

             Llegue a la cabaña con algo de fatiga,-- bueno amigo fue un gusto, pero creo que ya es hora de descansar… — oye y a cuantas personas perdiste en la catástrofe de New York—

  • Bueno amigo, em.. es algo complicado, pero sinceramente perdí a toda mi familia—.
  • Créeme amigo, es algo doloroso, pero bueno dios por algo hace las cosas ¿no? La vos de Tyler ahora se oía triste y sin ganas.

          Y dime, ¿cómo hiciste para llegar hasta acá?— pues no fue tan simple—.. Bueno supongo que debiste de haber pasado por muchas cosas. — Tyler no respondió. — oye y dime tú, ¿por qué cosas pasaste Alex? – no es algo de lo que quiera hablar – pues yo tampoco.  Respondió Tyler.

  • Lo…lo lamento Tyler. — respondí con algo de culpa.
  • No... no te preocupes amigo. Además son cosas de la vida, supongo.

         Cada personalidad era única, mi madre me lo había explicado, no era mi dedicatoria el estudiar el pensamiento humano pero al menos sé que ahora me sirvió de algo.

                 --supondré que es hora de una aventura con los sueños— Uh Uh, jajá buena amigo, además sé que mañana será otro nuevo día, espero soñar algo lindo hoy. – bueno a mí me gustaría soñar con una de las chicas que me gustaban antes. Respondí con una sonrisa atrevida.

             Sin tomar tiempo a decir otra palabra me quede dormido, a pesar de pensar que sería un buen sueño, termine con un sueño reparador, pues en pocas palabras no había soñado nada.

             Me desperté con algo de entusiasmo, ante lo que parecía ser una colmena de dolor de cabeza ahora era como sentirme acolchado por una manta. – ¡Alex veo que has despertado con ánimo hoy!—...

  • ¡! Bueno ayer soñé muy bien!! – ¡¿bueno y que soñaste?!
  • Bueno soñé todo de negro. — por un instante pensé de que había sonado muy raro aquella respuesta.
  • Wow amigo, nunca pensé de que te gustaba soñar con todo negro. — jajá, bueno  bueno lamentablemente eso sonó raro.

     Por primera vez me había divertido con una sola palabra salida de mi boca. Bueno éramos adolescentes no era tan malo cometer errores, pero como siempre todo a veces parecía absurdo para los demás, más si se hacían en estos casos.

            De pronto me había acordado de Julián, al parecer la ansiedad de encontrar a mi familia era mínima, pero aún me preguntaba qué había pasado con Sebastián. – oye Tyler ¿has visto a Sebastián?— ¿quién es Sebastián? Pregunto con una mirada confundida e indecisa de tener la razón..

  • Bueno es mentira si sé que tu perro se llama Sebastián. — bueno ayer se dormido temprano ahorita lo vi dirigirse a donde está el dueño de la carpa de haya.

    Tyler señalo una carpa de color celeste, parecía ser un poco más grande que las demás, pero sabía que eso no me intimidaría mucho.

        Me dirigí a la pequeña cabaña de color azul o al menos parecía pequeña. – ¿¡hola!?— Los de la cabaña azul. Unas dos jóvenes salieron del interior de aquella cabaña. – Miren quien está aquí, ¿el nuevo no?— bueno si, em… lamento venir a molestar, pero mi perro vino hacia aquí.

           --¿te refieres aun perrito hermoso que vino a quedarse a almorzar hoy con nosotras?...bueno si lo toman por ese lado sí. – Bueno entra— luego de aquel mensaje de aquella muchacha mis manos ahora parecían empezar a sudar. – oye vamos no te pongas así, además no nos importa el tener un novio ni nada...




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