Me abrí paso entre la tierra ahora convertida en cenizas. – ¿quién entrara primero? – no creerán que pienso entrar adentro?— vamos Alex tu nos trajiste hasta aquí – ante aquel argumento, era algo justo, yo los había llevado hasta esta situación así que yo era el primer responsable. – me preocupa el saber que hay adentro— bueno entrare primero, pero ustedes entraran atrás mío –.
Dirigí mi vista a los muebles viejos, y al pequeño pasillo. – ¿Puedes creer que no lo recuerdo?— tuvo que ser Alex – dijo Dayana poniendo los ojos en blanco. – vamos no te pondrás así ¿no?...
Llegue a la cocina, Dayana se encontraba en la sala quien sabe que buscando. – ¡!amigos!!— grito Tyler. Corrimos lo más rápido posible. Tyler estaba en el segundo piso, estaba viendo algo, pero parecía ser algo muy traumatizante. Mire al cuarto, una señora estaba destripada, prácticamente había sido estrangulada. – Dayana casi vomita, pero trato de contenerse. – Que mierda – desvié la mirada, no soportaba ver aquel cuerpo, lo peor de todo, era que el olor era muy fuerte.
Aquella persona, había sido estrangulada de la peor forma inimaginable, el asco ya era lo más común en ese mismo instante. – ¿Por qué le abra sucedido esto?— pregunto Dayana.
Tyler la cogió del hombro y el volteo bruscamente, -- fue un zombi – susurro Tyler. Dayana le tiro una cachetada, me quede pasmado al ver aquel acto. – bueno chicos, luego siguen contando sus sentimientos. – primero salimos, luego lo demás— Dayana volteo y puso una mueca de asco. – qué te pasa, con este ni loca— vamos chicos, apúrense por favor—
Cómplices de un asesinato, no lo creía ni por un segundo, comprendía que todo estaba cada vez peor. Ya ni deseaba imaginarme que encontraríamos más haya. – saben, mejor solo vallamos a la cocina. ¿Saben dónde está Sebastián? – ¿Por qué siempre lo pierdo de vista?— vamos Alex, al parecer no te interesa tu amigo peludo— tal vez— respondo susurrando.
En la cocina encontramos latas de atún y unas cuantas botellas de agua, respire profundo. – esto es muy bueno amigos, saben jamás pensé que terminaría con un par de enamoraditos. Jajá— eres un idiota – respondió Dayana.
Alistamos todo, luego opte por salir de una vez de ese maldito lugar. Cuando salimos la noche ya se avía apoderado del lugar. – Mierda Alex – como piensas pasar todo esto así— ¿acaso tienen miedo?— comete con algo de intriga. – Espera chico, ¿no viste a esa señora?— no sabemos lo que le paso ni quien le hizo eso.
Dayana, estaba mirando a todos lados, Tyler opto por abrazarla. Pero luego de unos segundos, ella opto por liberarse de sus brazos. – ok, bueno no se separen, eviten distraerse ¿ok? Si no lo hacen ya verán que todo irá bien. Todos asentaron con la cabeza.
El lugar era cada vez más oscuro, miraba tanto al suelo como a los alrededores, quería evitar algún obstáculo indeseado. – Tengo miedo chicos – comento Dayana. – no temas linda, yo te prrotejo— ¿me qué?— no sé si me da risa lo que dijiste, o solo el cómo lo dijiste. – Si tiene razón, estuvo buena la del prrotejo – ¿por qué las dobles R? No lo sé, creo que le da algo de gracia.
Un ruido a lo lejos, nos detuvo de seco. – ¿Qué rayos fue eso?— la oscuridad estaba en todas partes, no era muy fácil divisar lo que teníamos a solo unos pasos al frente. Las sensaciones empezaban a responder, primero el miedo luego la angustia, notaba que las decisiones mías, tal vez nos habría llevado a estos problemas. – Tengo miedo chicos— replico Dayana. Tyler la abrazo, y esta vez Dayana no tomo la decisión de zafarse. Todo estaba claro el porqué de las cosas, comprendí que todo estaba medido, cada paso a cada acción, era como si se hubiera actuado unas veinte veces. No era muy preciso pero algo de igual tenía cada situación.
El ruido ya había cesado, controlado la situación toda sería mejor pero quería evitar ideas que aún no eran reales. Seguimos avanzando.