CAPITULO 25

       me despegue de Sebastian, con algo de aliento. ahora estabamos solos. - bueno amigo, creo que devemos partir.  Sebastian, me miro con su indeseado entusiasmo.- bueno, no me mires asi. ademas, dame las gracias por haberte alejado de esos zombies humanos. 

    sali del lugar con algo de precausion. la noche aun tapaba todo el cielo, parecia que aquella noche jamas tendria fin. - oye Sebastian, ahora creo que devemos pasar esta aventura juntos. Sebastian ladro, como si su respuesta fuera algo negativo de su parte. yo solo sonrei ante su supuesto e inentendible comentario. 

       veras, que ahora te convertiras en un amigo, ademas, no pensare dejarte uir facilmente. eres un perro, algo listo, pero creo que aveces vuelves a ser solo tu. Sebastian habia parado, miraba una pequeña tienda, parecia estar con gente adentro. una luz parpadeante sobresalia entre las ventanas. mire todo, con algo de delicadesa, me aserque a la entrada de aquella tienda. abri la puerta, ya que este no tenia seguro. sebastian entro con migo. pero se separo de mi, antes de que yo pudiera llamarlo o detenerlo. - ¿Sebastian?. susurre. el lugar, parecia ser tranquilo. pero tenia que tener precausiones, no deseaba que pasara algo malo otra vez. 

         camine dando una vuelta a los estantes, Sebastian, estaba observando una puerta de vidrio. este se encontrava travado desde adentro. me diriji a los estantes, coji algo metalico y rompi el vidrio. Sebastian, se habia alejado, pero no quitava la vista de lo que se hayava adentro. algo grande. parecia tener una cabeza grande. - ¿hola?. ¿quien es usted? dije. ante su inesperada reaccion este, corrio directamente a la puerta, golpeandose contra ella. se me escapo un grito, ante aquel momento. 

     abri los ojos, ante aquel rostro. era una especie, de perro gigante, pero con cabeza inflada, y con dientes, azules. - Sebastian, vamos ven.-.. de pronto el ser extraño, empeso a hervir, quemando poco a poco el metal. - !!corre Sebastian!! me diriji a la salida.

    sali del lugar sin mirar atras, Sebastian me seguia. corrimos casi una cuadra, entre eso un ruido asoto toda la calle, aquel ser extraño, habia logrado salir de la tienda. apenas nos tuvo en la mira, corrio sin detenerse. mi corazon salto de golpe. 

      llegamos a el final de la pequeña ciudad. pero sin pensarlo, nos escondimos en una de las casas, antes de que aquel monstruo nos viero y fuera a matarnos.