Calor que me abraza;
un sentir de ausencia,
belleza que me invade,
pero tristeza que llega.
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Inmensidad me envuelve,
sintiente, pero en soledad.
Amor disperso que no percibo,
experiencia que no puedo compartir;
voz sin nombre que apenas se escucha,
en el vacío me consuela, pero llega otra ola,
a recordarme mi ausencia.
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Siento el frío en el sol,
porque quema mi piel,
mas por dentro no llega el calor,
solo hiel sutil en mi ser.
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El mar me acaricia,
pero corre de nuevo a su madre,
en contentamiento no deja de brillar,
felicidad de la que me hace alarde.
En su calma que la cubre,
suelta en sus bailes vistosos diamantes,
que recoge en sutileza,para nuevamente equivocarse:
en sus descuidos hay una inocente elegancia,
y en su prisa un generoso regalo.
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Mas yo, buscando un amado
que vea el baile inocente del mar,
solo escucho un bello cantar: un canto sin nombre.
Y en abandono de palabras, hablo con el fluir,
me abraza en calor, me quema sutilmente al oír,
melodía imitante de amor.
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Pero solo me recuerda,
que no encuentro un hablar,
de alguien que entienda,
el calor que me abraza.