Un lustro por la noche. (poemario).

El cielo habla:

Yo siempre estoy cambiante, y a la vez permanezco en el mismo estado, año tras año.

El día llega, empiezo con timidez con un azúl oscuro, poco a poco llega el sol a animarme.

Me vuelvo dorado y rosa; despierto a las criaturas grandes y pequeñas.

Y de nuevo, vuelvo a un azúl, pero más espontáneo y libre.

¿Acaso la rutina diaria agota? Para mí es reconfortante: alegro a algunos con mis colores poéticos.

Llega la mitad del día, estoy en mi apogeo. Unos claman por la intensidad de la luz, otros se extasían.

Y pareciera que será eterno mi fulgor, pero el astro me abandona conforme queda satisfecho.

Y vuelvo al rosado, ¡que dramático es el señor sol!, siempre se despide con añoranza de ser recordado...

Poco a poco quedo ensimismado, pues la luna me hace contemplar; y las criaturitas del señor descansando están.



#3079 en Otros
#204 en No ficción

En el texto hay: poemas, reflexiones

Editado: 02.09.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.