Miré al horizonte, esperando una caricia,
miré las nubes, buscando alguien que me quería;
y descubrí que nací solo para ser olvidada,
que nadie me recuerda, y nadie lo hará.
-
Busqué a mi padre, al que su venida es momentánea,
cual mariposa viene a reposarse en el árbol,
y vuela lejos al amanecer.
-
Busqué a mi madre, a la que su cariño se desvanece,
y anhela a otras personas; nunca llenaré su vacío;
pocas veces permanecerá el amor.
-
Como sonidos llega la tristeza;
como fuego débil la alegría
y se extingue,
hasta que el frío me duela.
-
En mis ojos, se posa la lluvia,
y los ríos casi se desbordan.
En mi pecho las memorias me ahogan,
como nudos de espinas.
-
Cuan breve fue la ternura,
y tan temprano me olvidaron.
Me pudro entre lo que nadie nombra,
en las tierras estériles.
-
Estos somos, los que se pierden entre la nada,
y los que sienten morir en la niñez.
Huérfanos; y crecidos poco importamos.
Hállanos en el silencio.