Un Maravilloso Desastre

Capítulo 6

Capítulo 6


 

Un bebé es un ser humano de una edad todavía muy corta, que no puede hablar ni tampoco caminar que dependen de nosotros. Son tan pequeños y frágiles, que me encanta pasar tiempo con ellos. Jugar con ellos, cuidarlos, es algo que simplemente no puedo explicar.

"Cuidaré de mi bebé durante la baja, la alargaré con las vacaciones y luego lo dejaré con mi madre para volver a trabajar". Esto es lo que piensan muchas mujeres, y muchas lo cumplen, no sin sentir que es demasiado pronto, que le necesita, que algo no está bien. Esa lucha interna entre lo que sientes que no deberías hacer y lo que parece que debes y puedes hacer, que es trabajar. Porque a todas se les acaban los días tarde o temprano, y todas se van a trabajar... "deben ser las hormonas, que me hacen sentir así".

Pero no, no son las hormonas, es tu corazón, es el vínculo que se inició con tu bebé el día que supiste que estabas embarazada, ese nudo a medio ligar que se apretó fuerte, muy fuerte, cuando salió de ti y lo pudiste abrazar. Ese día se paró el mundo, tu mundo, y solo estabas tu bebé y tú, y sentiste que estarán juntos por siempre, y que le cuidarías pasara lo que pasara, y que le querrías todos los días y cada día más.

Y así es a medida que pasan los días, que te preguntas cómo se puede querer tanto a alguien tan pequeñito y a la vez cómo puedes mirarle y decirle "por Dios, me tienes agotada", que no puedes separarte de él, y es allí cuando te das cuenta que caíste por una criatura. Te das cuenta que no importa que pase, siempre estarás para esa personita. Siempre la amaras.

Mi pasado es complicado, demasiado diría yo. Tengo malas experiencias con los embarazos que no puedo evitarme sentirme incomoda cuando se habla de ello, no puedo simplemente evitarlo y pasar la hoja, es algo que siempre estará en mi. Ese miedo, es el que no me deja dormir la mayoría de las noches. Cuando Dylan nos dijo que Adriana estaba embarazada espere que fuera una broma, rece porque lo fuera. Tenía miedo por ella, miedo de que pasara lo mismo que yo, aunque también estoy súper feliz por ella. Se le ve súper entusiasmada, pero también puedo apreciar que está asustada.

Asustada por lo que sus padres puedan decir, asustada por ser una mala madre, asustada por lo que puedan decir de ella. Aunque ella diga que no le importa la opinión de los demás se que si lo hace. Pero sé que pase lo que pase, duela lo que me duela siempre estaré para ella como ella estuvo para mí.

Una de las cosas porque me gustan de los libros y por la que paso la mayor parte del tiempo en ellos olvidándome de los demás es ser capaz de definir y considerar ciertas posiciones de la vida de un personaje en capítulos. Es interesante, porque no se puede hacer eso en la vida real. No se puede terminar y entonces saltar las cosas que no quieres vivir, solo para abrir otro capítulo que se adapte mejor a tu estado de ánimo. La vida no puede dividirse en capítulos… solamente minutos. Los acontecimientos de tu vida están ligados a un minuto después de otro sin ningún tipo de lapso de tiempo o paginas en blancos o saltos de capítulos porque no importa lo que pase la vida sigue adelante y las palabras siguen fluyendo y las verdades son estúpidas te guste o no, y nunca la vida te permitirá hacer una pausa y recuperar el jodido aliento.

- ¿Caro? - Salí de mis pensamientos al oír la dulce voz de Adriana, me quede viéndola fijamente, pude percatarme que mis amigos estaban esperando una reacción mía aparte del grito que solté hace unos momentos. Todos impacientes.

- Estoy bien - solté el suspiro más largo de mi vida - Créeme que estoy bien, me alegro por ti. Solo espero que sean felices con este bebe que viene en camino y sabes que siempre estaré aquí para apoyarte - al principio todos se quedaron callados, expectantes a lo siguiente que salga de mi boca - ¿Qué pasa? ¿Reaccione mal? - pregunte confundida.

- No, no, no - se apresuro en decir Adam - reaccionaste bien, solo que esperamos que fuera un poco diferente.

- ¿Un poco? - Alce una ceja.

- ¿Un poco bastante? - pregunto dudoso James.

- O no tranquilos, estoy bien. Pero Adriana no se salva de la charla que vamos a tener en algún momento - pude ver como tragaba saliva ante lo que dije - ¿Verdad corazón que tenemos que hablar? - Sonreí con burla al ver este gesto de nerviosismo.

- Si Cariño, tienes razón, tenemos que hablar.

- Me alegra bastante saberlo, ahora ¿Ya saben que nombre ponerle? - pregunte interesada.

- Todavía no los hemos decidido pero tenemos varios en mente, eso sí. Es sorpresa.

- Bueno - mi habitación quedo en silencio - Quiero ser la madrina - Dije de la nada sorprendiendo a los demás. Otra vez.



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En el texto hay: secretos, amor, amistad

Editado: 19.09.2020

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