Capítulo 20
MILNA
Nota del día:
¿Qué pasa después que el amor se va?
M: Te amo.
Me quedo con la mirada pegada al móvil, la presión del tiempo es cada vez más fuerte, ahora solo me falta un mes y créanme cuando les digo que la presión es intensa.
No solo porqué mis padres me llaman esperando que vuelva antes de la fecha estipulada para dar la imagen de familia unida, también está el hecho de que hay al menos, cinco situaciones que tengo que atender cuando vuelva, todas son importantes y no sé por dónde empezar. Pero lo más importante es que me iré, dejaré atrás lo que pudo ser mi vida feliz.
Esa que desee hace mucho tiempo, que tengo y que debo de dejar.
¿Cómo se le explica eso a otra persona?, ¿cómo me explicaré en el futuro lo que estoy haciendo?
Cuando tenga crisis y no tenga a Mike para abrazarme, cuando crea que mi vida es una mierda y no tenga a unos niños felices a los que mirar y darme cuenta de que soy feliz y afortunada, ¿cómo dormiré en las noches?, ¿a quién besaré por las mañanas?, ¿a quién le diré “te amo” cada vez que salga de casa?, ¿quién me amará?
Mi alma se entristece un poco al reflexionar sobre todo eso.
—Deja el móvil Milna —Jena entra gritándome, como siempre.
—Lo siento —Me voy a la barra. A decir verdad, no tengo ganas de seguir entrenando, me gustaría fallar conscientemente, por primera vez en mi vida.
—Quita esa cara de tristeza, nada se arreglará si solo lo piensas. —Ella se coloca a mi lado, estamos calentando.
—Ya no me queda nada más por hacer, ahora solo toca aceptar el resultado de mis acciones, ¿no crees?
—Supongo que sí. —Me ayuda a estirar las piernas —Me llego la citación del juzgado, tengo que ir en un mes y medio.
Creo que ya sé que es lo primero que haré cuando vuelva.
—No te preocupes por eso —Tengo que consolarla —, ya hablé con mis abogados, van a desestimar la demanda. ¿Por qué no me llamaste desde el principio? —Ella me conoce, creo que sabe que yo no haría una estupidez como esa.
No está en mi carácter ser vengativa y menos sin razón.
—No lo sé —Ahora estamos estirando la espalda y brazos —, intente llamarte, pero tu teléfono estaba fuera de servicio, además, llevo mucho tiempo en este negocio, Milna. Cuando las estrellas fallan siempre tiene que haber un culpable. ¿Crees que yo he sido la única en este tipo de situaciones?
—Espero que conmigo, sí. Yo nunca pensé que fue culpa tuya. No creo que haya sido culpa de nadie. A veces, simplemente, las cosas pasan y tenemos que aceptarlas como tal.
—La cuestión es, que no todo el mundo piensa de esa manera y a las pruebas me remito. —Me hace caminar por toda la sala —Quiero verte en las posiciones primera, segunda, tercera, cuarta y quinta. Necesitamos comprobar la salud de ese tobillo.
—Me molesta, pero no me duele —Le informo haciendo lo que pide. Las posiciones que me pide son las más básicas, a veces solo nos queda quedarnos con lo básico.
—Estás en muy buena salud Milna, todo va a salir como debe de salir. —Continuamos con las prácticas, va subiendo de nivel cada vez.
Los minutos empiezan a pasar y se convierte en horas, ¿cómo lo sé?, a mi teléfono se le ilumino la pantalla. Mike me manda un mensaje cada hora, siempre me dice lo mismo: te amo. Yo se los respondo todos.
Un nudo se forma en mi garganta cuando pienso en él. Ese mismo nudo se forma en el centro de mi corazón.
—Deja de pensar en él —Me regaña.
—Lo siento —El reloj suena, ya acabamos por hoy —, se me hace difícil no pensar en él.
—Te entiendo, yo tampoco dejaría de pensar en él —Me lanza mi botella de agua —, ¿cómo se está tomando tu ida?
—Mejor que yo, supongo. No me quiero ir —Le confieso en un susurro —, no me quiero ir —Mis ojos se humedecen —, pero tampoco me puedo quedar.
— ¿Qué dice él al respecto?
—No lo he dejado decidir al respecto. Jena, ¿cómo lo hago? —Le señalo el lugar con los brazos —, el vive para defender a los indefensos, de donde nosotras venimos —Nos señalo —, los indefensos son utilizados como propaganda.
» Sólo mírame, soy utilizada por mis padres para una portada de revista.
—Es una Vogue. —Se ríe.
—Is ini Vigui —Me da rabia solo volver a pensarlo —, no me importa cuál sea, simplemente es horrible que no me dejen en paz.
— ¿Y qué piensas hacer?
—Tengo que cumplir este contrato —El suelo está frío, me acuesto haciendo un ángel —, después no lo sé. Les quite la potestad de hablar a mi nombre, estoy buscando una casa para cuando vuelva.
— ¿Qué pasa con la tuya?
—Esa no es mía. Y ya no quiero volver. Este viaje me hizo darme cuenta de que no tengo recuerdos verdaderos en esa enorme casa en la que crecí, ¿sabes?, es triste Jena. Es como si todo estuviera negro o blanco, pero no hay colores.
» ¿Tú has tenido parejas, cierto?
—Sí, he tenido. —Se acuesta a mi lado.
— ¿Qué hicieron cuando se les fue el amor?
— ¿Qué hicimos?
—Sí, ¿qué cambio?, ¿cómo lo hablaron?
—Todo cambio, ya no me sentía especial cuando él me hablaba, ya no me moría por verlo. No tenía interés en hacer nada para él o con él. Empecé a olvidarlo en momentos importantes, la vida se me hacía más fácil cuando la otra persona se iba.
» Al final, se siente ese vacío de ambos lados, casi todas mis relaciones han sido justas y maduras. Terminamos antes de faltarnos el respeto.
» ¿Por qué preguntas?
—Quería saber lo que hacía el resto de la humanidad cuando el amor se acababa. Quería saber si yo podía implementar alguna, ir poniendo distancia entre nosotros.
— ¿Para qué vas a poner distancia si de todas maneras te vas a ir?, ¿no lo quieres?
—Lo amo Jena, ese es el problema, que lo amo demasiado. Tengo tanto miedo, cuando me vaya sé que tendré que dejarle mi corazón porque ya no late igual si él no está cerca. No tengo palabras para explicarlo, pero esa es una leve descripción de cómo me siento.